Y lo volví a ver, después de un año y medio, estaba en su restaurante favorito leyendo el periódico y supongo que tomando el café. Con su típica elegancia que aún mantenía, tan calmado se le notaba, entretenido, sin distracciones. Sus ojos celestes, y azules brillaban como nunca antes lo noté.
Era una sensación triste y feliz, pero me sentía bien por él, habíamos decidido continuar, sin el otro. Sonreí, como le regalaba una bella sonrisa al texto que quizás leía, los años no han pasado en absoluto por él, y en el interior me enorgullece.
Nuestros caminos no sé volvieron a cruzar, nunca. Y menos ahora que he regresado lo haga. Sobreviví y sane, sane por mi y los bebés. Las cosas sólitas se acomodan, que gracioso que Alienka se igualito a Sergey, con sus sonrisa tan coqueta, sus ojos azules resplandecientes, el típico cabello castaño con algunos rulos.
No creí verlo, así tan cómodo y tranquilo, ni encontrarlo.
Y es que su restaurante favorito esta frente a un parque, espero que uno de estos días nos reencontremos más maduros, y dispuestos a convivir, sino no pasa nada. He sido feliz sola, y lo seguiré siendo.
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Holiiii, aquí les traigo el pequeño adelanto, para que estén seguras que si hay segunda parte. Vayan agregando a la lista y todo, que cuando menos lo piensen empiezo a publicar capítulos.
