Hasta que me Empalague de Ti - Yaoi

Capítulo 20

— Ya Kibari...... no estés molesto — dice Sergio lanzándome una de sus sonrisas victoriosas. De alguna forma este Pastelero había logrado sacarme de mi departamento a regañadientes y me había obligado a subir a su auto, el cual en estos mismos momentos estaba sobre la carretera — Si es porque crees que no encontraremos un hotel te voy diciendo que no tienes que preocuparte, tengo un amigo que es dueño de uno y ya le hablé — dice intentando calmar mi enojo.

"Realmente ¿por qué me sentía tan molesto? Sergio quiere llevarme a Roma, ¿no debería estar feliz?..."

"o quizá porque me había sacado a la fuerza del departamento sin siquiera dejar que me cambiara el piyama?"

"¿O simplemente disfrutaba fingir molestia para torturar a Sergio?"

— Kibaaaaaaaaaaari — balbucea.

— Huh? — lo miro a los ojos y respondo atolondrado ya que me había perdido en mis pensamientos - ¿Decías algo Sergio?

— jeejeje adoro cuando estás en las nubes te ves tan tentador y besable — dice burlonamente causando que mis mejillas se enrojezcan y desvió la mirada.

— eeee ¿Cuánto tiempo vamos a estar viajando hasta Roma?

— Seis horas....supongo

— ¿Supones? — pregunto asustado.

— Sip.... Es que bueno veras.... es la primera vez que yo conduzco hasta Roma, así que no tengo mucha idea.

— ¡Uwaaaaaaaaaaaaaaa, regresa! — replico arañando el tapiz del asiento.

— Vamos esto será muy emocionante, tengo un GPS — dice ensanchando la sonrisa — también hay un mapa en la guantera, y en caso de perdernos podemos preguntar a la gente.

"Con esa sonrisa estúpida difícilmente podía decirle que no porque amaba cuando Sergio se ponía tan determinado, todo se volvía posible"

— BAAAAAAAAKA — digo haciendo puchero en tono de niño mimado.

— No soy estúpido — me contradice con una mirada tierna.

"Jejeje Baka no quiere decir estúpido, significa otra cosa"

— Jajaja ahora tú eres el que se ve adorable.

Sergio vuelve a mirar a la carretera con una sonrisa y después de un rato se gira y me toca el hombro con una mano.

— Te quiero.... casi se me olvida decírtelo hoy.

LATIDO!

Aquella declaración hace saltar mi corazón y siento como las orejas se me ponen coloradas.

"Será tonto"