Capítulo 10

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Cuando recupero el conocimiento lo primero que siento entre mis brazos es la amplia espalda de Milandri-san. Alzo la vista y veo la puerta trasera de la pastelería, me incorporo abruptamente intentando librarme de él, pero ocasiono que los dos nos desequilibremos y golpeemos contra el suelo.

GOLPE!

— Waaaaa Kibari no hagas nada estúpido, te moviste sin decir nada —se queja Milandri-san y me ofrece su mano para ayudarme a levantar, sin embargo rechazo esta de un manotazo y me quedo sentado en el suelo.

— ¡¿Qué fue lo que me hiciste?!, ¡¿Por qué me trajiste a la pastelería?!, ¡¿Qué es lo que intentabas hacer?! —le grito con una mirada muy a la defensiva, el me observa con algo de enojo como si estuviese pensando "¿De quién demonios crees que es la culpa?", pero al verlo pensar con más calma su expresión se suaviza.

— Fuuuu —suspira, pasa una mano entre sus cabellos y hace un gesto en señal de alivio —....Te desmayaste, supongo que no has comido nada últimamente porque también te ves muy delgado, preferí traerte aquí para que descanses —explica, se sienta a mi lado, y se queda largo rato mirándome a los ojos, yo le sigo la corriente sin entender porqué nos habíamos quedado así.... en silencio, dejando que el frío se pose en nuestras mejillas y continúe congelando todo lo que estuviese a su paso —Quiero ayudarte..... —dice rompiendo el silencio —...pero no puedo obligarte a que me digas tu problema, pero si tampoco me dices nada no puedo entenderte.

"¿Ayudarme?" pienso enojado y a la vez confundido de sus palabras.

— Tú no puedes ayudarme —le rechazo secamente.

— ¿Acaso no me consideras tu amigo? —reclama.

— Supongo que sí.... aunque jamás te había preguntado si querías que fuésemos amigos, pero los hechos hablan por sí solos, nos llevamos bien desde hace cuatro meses, siempre has sido muy amable conmigo, pero ahora no puedes ayudarme.

— Vamos Kibari no seas melodramático, dime lo que te pasa.

— ¡NO!

"¡¡¡¿NO FUE EL MISMO QUIEN DIJO QUE NO ME OBLIGARÍA A DECIRSELO?!!! ¿Por qué el mismo se contradice?"

— Está bien, dije que no te obligaría... pero al menos espero que me escuches... —dice Milandri-san haciéndome sentir incómodo, oculto mi cara entre las rodillas y finjo caprichosamente que no quiero escucharle —....¿Recuerdas que te dije que tenías la misma expresión que yo ponía cuando mi esposa murió?.... pues decía la verdad. No lo digo por tratar de victimizarme y hacerte creer que he pasado por lo mismo, pero puedo comprender al menos una parte del dolor que estás sintiendo a pesar de que nuestras experiencias no hayan sido similares. Yo en ese tiempo, cuando perdí a la mujer que amaba, solo pensaba en autodestruirme, no quería saber de nada ni nadie - él se acerca más a mí y pone una mano sobre mi cabeza dando suaves golpecitos.

"¡Demonios no soy un muchachito!", me quejo para mis adentros acurrucándome más en mis rodillas.

— ...Ella se llamaba Cecilia, era una mujer increíble y la forma en cómo nos conocimos me hace recuerdo a cómo nos conocimos nosotros —ríe levemente —Cuando trabajaba en Roma fui a un bar con mis colegas, y una vez salí muy de madrugada del establecimiento me topé con una chica que estaba ebria durmiendo en el piso de la entrada.... ella tenía un hermoso y largo cabello negro, también su piel era muy blanca, intenté despertarla pero ella terminó vomitando sobre mí..... al igual que tú.... solo que tú primero me besaste antes de vomitarte encima de mí — dice Milandri-san con la cara toda roja, pero sin disimular su amplia sonrisa.

"¡Rayos! ¿A dónde quiere llegar contándome eso?", le miro sorprendido y me sonrojo también - ¿Estás seguro que yo hice eso?

— Sí, pensaba llevármelo a la tumba pero es mejor aprovechar la oportunidad ajajaja —ríe irónicamente, pero eso me hace sentir aún más fatal y me agarro la cabeza con las manos.

— Lo siento, jamás me había emborrachado como en aquella ocasión —me disculpo.

— Esas cosas pasan, no te atormentes —dice agrandando su sonrisa —aunque me dolió cuando me golpeaste y te pusiste a llorar —comienza a reírse a carcajadas.

— ¡¡¡¡¡Waaaaaaa por favor olvida todo lo que hice esa noche!!!!!

— Jajajajajaja... me alegra conocer esa parte de ti —dice volviendo a sonreír —esa parte tan tímida.

Mi cabeza ardía por la vergüenza.

"¿Tímido yo?"

— jajaja bueno, pero como decía, Cecilia y yo nos conocimos esa noche. Después de ello descubrí que ella era un cliente habitual de la pastelería donde yo trabajaba en ese entonces. Ella era abogada y su oficina estaba cerca por lo que no me sorprendía que pasase frecuentemente. Al reconocernos, nos reímos de lo sucedido esa noche y de alguna forma comenzamos a hablarnos, comenzamos a salir, ella venía por mi cuando terminaba mi turno, y así.... Nos enamoramos, viéndonos casualmente - Milandri-san toma aire y continua contando - Nos casamos casi un año después de conocernos, ella quedó embarazada al poco tiempo, Clara nos ayudó mucho ya que también trabajábamos juntos en el mismo lugar y acompañaba a Cecilia mientras esperaba que saliese del trabajo. Pero de repente, tuvimos un evento desafortunado, el padre de Cecilia enfermó, ella quería verlo con mucha urgencia, intenté acompañarla pero estaba muy ocupado con el trabajo, así que dejé que fuese sola —Las manos de Milandri-san comenzaron a temblar y el brillo de sus ojos se fue perdiendo —Estaba en el trabajo ese día —siguió —Clara me dijo que debía atender una llamada.... Una llamada del hospital.... Cecilia.... se había accidentado en la carretera —pude sentir como Milandri-san bajaba la cabeza y comenzaba a respirar agitadamente..... quería poder hacer algo para que frenase su relato, pero tampoco me atrevía a decir nada.

— Milandri-san no es necesario q.... —digo, pero rápidamente él me roba las palabras y continúa...

— No habían sobrevivido....—al decir aquello Milandri-san apretó sus manos —Apenas tenía cinco meses de gestación —se lamentó y a mí se me hicieron mil nudos en el estómago.

Otro silencio se forma entre los dos, y me hace recapacitar....Milandri san lo había perdido todo...se había quedado sin nada y a mí....solo me habían dejado plantado, y yo odiaba ridículamente a las mujeres por eso.

"Yo me había convertido en una persona rencorosa....."

"Y Milandri-san lo había perdido todo"

En ese instante rompo al llanto sin poder contener el dolor, quería comprender al menos una migaja de su dolor, quería ser al menos como él y dejar ir mí pasado.....

Cuando alzo la mirada hacia Milandri-san noto el vacío en sus ojos.

Hasta que me Empalague de Ti - YaoiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora