The Chase || Ashton Irwin (Traducida)

Capítulo Veintiuno

-¡BROOKE! -gritó mi madre mientras abría la puerta del garaje. Oh Dios, aquí vamos.

-Hola -dije tranquila. Dejé las llaves sobre la mesa cuidadosamente al entrar a la cocina, estaba cocinando pasta.

-¿Me vas a decir qué diablos sucedió esta tarde?

-¿No te llamó la escuela?

-Bueno sí, ¡pero por favor explícame qué pasó!

Suspiré y me senté junto a la mesa de la cocina.

-Mamá, está bien. En serio. Discutí con Nick y desafortunadamente usó la fuerza.

Mi madre me miró asustada, increíblemente asustada. Sé que también me asustaría si a mi hija la golpea alguien, pero había otra cosa en su mirada que hizo que mi corazón se detuviera preocupado. Mi madre sacudió la cabeza, como evitando lo que sea que estaba pensando y continuó hablando.

-¿Me dijeron que alguien te ayudó…?

Al instante mi corazón comenzó a palpitar rápidamente al pensar en Ashton. O bueno, mi novio. Wow. Ahora que pongo todas esas palabras en la misma oración, suena muy extraño e increíble al mismo tiempo.

-Sí, Ashton -dije-. El chico al que le doy clases -añadí.

Decidí no decir nada más que eso en mi descripción de Ashton.

-¿Qué edad tiene?

-Mi edad.

-¿Le estás enseñando geometría?

-Que no sea bueno en matemáticas no significa que no sea fuerte -dije, defendiéndolo-. Sin él, no sé qué habría pasado.

Mi madre asintió y siguió cocinando, obviamente aun disgustada por el hecho de que un chico me golpeó. No era la gran cosa, no sé por qué exagera tanto. Suspiré y subí a mi habitación a comenzar con mis deberes.

…

-BROOKE -la voz de Jessie hizo eco en mi cabeza mientras caminaba al campus la mañana siguiente. Le enviaba mensajes de textos a Paige, no tenía idea que Jessie ya había llegado. Levanté la mirada y me sobresalté. También estaban Amanda, Abby y Annie. Me saludaron con la mano y me apresuré en acercarme.

-Dios mío, ¿estás bien? -preguntó Jessie. Asentí mientras todas miraban la pequeña herida en mi mejilla.

-¿Qué fue lo que pasó? -preguntó Abby.

-No sé -respondí-. Supongo que me dejé llevar y él se enojó.

-Maldita sea, Nick -murmuró Amanda. Me encogí de hombros para no seguir hablando de él.

-Lo que quiero saber… -dijo Abby.

Oh no, por favor no lo digas.

-… es por qué Ashton, en vez de cualquier otro, te ayudó.

Mi corazón se hundió hasta el fondo de mi estómago con sólo haber escuchado el nombre de Ashton. Entonces me di cuenta que ellas no pueden saber por qué Ashton me ayudó, o el hecho de que ahora estamos juntos. Una vez más, me sentí culpable.

-No sé -respondí, mentalmente abofeteándome el rostro por mentirles.

-¿Pero no crees qué es raro que…?

-No.

Giré al escuchar la voz de Jessie. No miraba a ninguna de nosotras, miraba el suelo y podías sentir la incomodidad en el ambiente. Me sentí muy confundida. Debió haberlo notado ya que levantó la mirada y continuó hablando de manera apresurada.