Capítulo Cuarenta y tres

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A la mañana siguiente me desperté alrededor de las 9:30 am, el brillo del sol casi cegaba mis cansados ojos. Me tapé el rostro con las sábanas y me quejé, no estaba lista para despertar. Dejé que mi vista se ajustara a la luz mañanera y me destapé. Escuché la vibración de mi móvil en el suelo y me estiré desde la cama para alcanzarlo. Me sonreí a mí misma al ver que tenía un montón de mensajes de Ashton.

“Es tan temprano”

“¿te preguntas por qué estoy despierto?”

“no sé”

“¿cuándo podrás TU despertar primero para variar?”

“I wish i was beside you”

“hey eso sirve para una canción”

“beside youuuu”

“voy a escribirlo”

“DESPIERTA”

Dejé escapar una risa y respondí a sus mensajes.

“estoy despierta que quieres”

“ya era hora” respondió “necesito esa cosa de la solicitud”

“te la entrego esta noche?”

“me estás invitando a salir, brooke anderon?”

“olvidaste la s”

“a la mierda”

“y si, supongo que te invito a salir. ¿Saldrías conmigo esta noche?”

“tengo que revisar mi agenda, pero seguro puedo hacer tiempo para ti :-)”

Me reí y rodé de la cama. Luego bajé a tomar desayuno.

*Ashton’s POV*

Me detuve frente a la gasolinera porque necesitaba una redbull para despertar. Quería ir al complejo del departamento que quiero y sólo mirar. Creo que siempre voy pero es sólo que quiero demasiado ese lugar. Salí de la camioneta y abrí la puerta del local. Miré alrededor de la calurosa y casi vacía sala hasta que encontré el área de los refrigerados.

Me detuve en seco sobre mis talones cuando escuché una familiar y despreciable voz. Miré a donde iba pero ahí estaban Nick y Luke. Oh, genial. Me encogí de hombros y lentamente comencé a acercarme, manteniendo la cabeza baja. Escondí la sonrisa de mi rostro, realmente espero asustarlos.

-Vamos -dijo Luke a Nick-, el partido empieza en 20 minutos.

-Oh no, no quieres perderte eso -dije con sarcasmo cuando me acerqué a ellos, buscando una maldita redbull con la mirada. Los miré y sonreí, Nick estaba a punto de salir corriendo. Luke también se veía muy asustado. Bien-. ¿Por qué estás siempre aquí, hombre? -seguí hablando.

-Está de paso a mi práctica -chilló Luke-. ¿Por qué estás siempre aquí?

-Está de paso a la casa de Brooke -dijo Nick con una sonrisa forzada. Luke le dio un empujón.

-Cállate -murmuró Luke.

-No -lo interrumpí-. Es cierto. Está de paso a la casa de Brooke y probablemente de la mitad de las otras chicas con las que has jugado -levanté las cejas y rodé los ojos.

-En serio… -comenzó a decir. Pero Luke lo interrumpió.

-Nick, quédate tranquilo y vamos -dijo, casi inaudible. Nick suspiró pero volteó y se fue, abrió la puerta sin esperar a Luke. Luke iba a irse pero lo detuve.

-Hey -dije. Luke volteó y me miró, esperando a que hablara-, ¿por qué hiciste eso?

-No sé -se encogió de hombros-. Es un idiota en ese sentido -ambos nos quedamos en silencio un par de segundos. Luke se veía muy incómodo, probablemente yo también.  De repente, Luke levantó una mano formando un puño y me miró a los ojos. Yo no me moví-. No me dejes colgado -dijo. Me reí despacio y golpeé sus nudillos con los míos. Sonrió tímido y salió de la tienda. Entrecerré las cejas y volví a mirar los refrigerados, confundido por lo que acaba de suceder. Me encogí de hombros y tomé una redbull del estante. Por suerte, había encontrado un billete de 5 dólares en la calle esta mañana, excelente. Pagué y salí, el calor de la mañana me hiso sudar de inmediato. Suspiré cansado y caminé a mi vehículo. 

Al introducir la llave, escuché cómo se deslizaban unos lujosos neumáticos en la calle junto a mí. Volteé para ver el malditamente genial Escalade de Luke. Rodé los ojos y salí del estacionamiento. Encendí la radio y toqué el volante con mis dedos al ritmo de una canción que no reconocí, hasta que finalmente me cambié de pista. Es muy raro ver este camino de hoteles en la mañana porque todo lo que ves es hombres con resaca tratando de encontrar un lugar donde quedarse y llorándole a prostitutas que intentan arreglar su ajustada ropa. Alguien podría escribir un libro de esta ciudad; yo lo leería.

Reconocí la calle donde estaban los departamentos, me reí al pasar junto a la oh-tan-famosa botillería. Me hizo pensar en Brooke, sonreí. Reduje la velocidad mientras me acercaba más y más a la calle hasta que encontré el callejón que llevaba a la entrada del complejo. Estaba oscuro y algo solo, pero está bien. Me estacioné junto a la pared de la librería y bajé de la camioneta. Menos mal estaba usando zapatos, el suelo de este callejón está cubierto de botellas de cerveza y colillas de cigarro. No es muy diferente a lo que estoy acostumbrado, pero aun así. Caminé con las manos en los bolsillos, esperando a que no hubiera nadie que pudiera asaltarme. Me acerqué un poco más y doblé en un pequeño patio. Por los edificios similares que me rodeaban, sabía que esto era lo que buscaba. Excelente.

Vi una pequeña oficina al final del patio, el parpadeante letrero de “abierto” y la torcida puerta se veían prometedores. Entré a la oficina de administración donde había un hombre sentado en el mostrador, atrás suyo había una pared llena de llaves. Levantó la cabeza al oír que entraba y su ojerosa mirada encontró la mía.

-Hola -dije avergonzado.

-¿Qué puedo hacer por ti? -preguntó. Se veía agradable, pero no alegre por su trabajo.

-Uh, me preguntaba si hay algún departamento, ¿disponible? -respondí, me acerqué y afirmé las manos en el mostrador.

-Hay unos 10 disponibles en este complejo -dijo-. El último lo compraron hace 6 meses, así que no creo que debas preocuparte. ¿En cuánto tiempo podrás comprarlo?

-En cuanto tenga el dinero suficiente, supongo -dije. La sala quedó en silencio por unos segundos. El hombre restregó sus cansados ojos y suspiró.

-¿Qué edad tienes, hijo? -preguntó. Me encogí ligeramente ante el hecho de que me llamó “hijo”.

-Uh, diecisiete -respondí, no muy seguro a qué iba con esto.

-Estudia -dijo-. No te cases a esta edad y no dejes tu casa hasta que te gradúes. Buscar un trabajo estable para pagar tu propio hogar es más difícil de lo que parece.

-Ok… bueno, yo no…. -mi voz se desvaneció, quería reír por la situación-… yo uh, volveré otro día -dije. Asentí y volteé para irme.

-¡Todavía hay mucho por hacer! -gritó cuando cerré la puerta tras mío. Dejé escapar una pequeña risa y volví a la camioneta. Supongo que iré a la casa de Michael a pasar el resto de la tarde y llevaré a Brooke a alguna parte esta noche.

Me subí al auto y me alejé de este escalofriante callejón, pero me detuve para mirar dentro de la librería que estaba bajo los departamentos. Rápidamente estacione en la acera y me bajé.

Tal vez me quede aquí, pensé.

****

Ashton quiere tanto el departamento ): Brooke podría rajarse con el primer mes aunque sea (? ahhaha 

Me gusta cuando se mandan mensajes, son tan idiotas hahah

Gracias por sus comentarios <3 ¡Besos!

@itsClaauu

The Chase || Ashton Irwin (Traducida)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora