La Toscana

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Pero no estaba dispuesto a dejar pasar esa vez, lo abrace con fuerza contra mi, podía sentir su cuerpo esbelto contra el mio.

- ¡no soy tu maldito juguete Dante! - le digo tratando de besarlo pero él me ladea la cara.

- sueltame, no quiero lastimarte - me dice mirándome con fiereza.

- me encanta cuando me miran así - le digo metiéndole mano, no quería que lo tocara y se empezó a retorcer, se estaba conteniendo pero yo estaba ebrio - mira como me tienes - le digo haciéndole ver mi erección.

- eres un cavernícola - me dijo arrugando la cara

- es lo que menos que me puedes dar después de todo lo que me has hecho - le digo restregandome contre él.

- ¡sueltame! ¡sueltame desgraciado! - estaba furioso, pero yo solo podía pensar en lo rico que se sentía tenerlo pegado a mi.

- se mio - le pedí - aunque sea solo una vez - le supliqué

- nunca vas a tenerme - dijo empujandome pero no me di por vencido, me lanzo sobre él de nuevo alumbrado por una luz rojiza y ambos caímos al suelo, yo encima.

- me lo debes - le digo dándole besos en el cuello, Dante bufo con asco eso hizo que me apretara mas contra él

- ¡¿qué te debo?! ¡¿un acoston?! ¡vete a la mierda! - me dijo encarandome, yo lo beso en la boca, lo bese con furia, era mio, sus labios eran tal como yo pensaba que sabían, a elegancia y altivez, cuando abrió la boca metí mi lengua en ella para poder saborearlo, me respondió por unos segundos me siguió el beso, las mariposas de mi estómago se volvieron locas, sus brazos apretaron mi espalda, no me lo podia creer, y de repente lo sentí, en aquel beso intenso, sentia que jalaban algo dentro de mi, era doloroso, era la tortura más grande que podía sentir, ¡me estaba comiendo!

Me estaban extrayendo la vida, solo dio dos sorbidas y yo deseaba estar muerto, me soltó y yo caí retorciendome de dolor al punto que quede inconsciente, desperté al día siguiente entrada la tarde, estaba debajo de la cama, no sabía como había llegado allí, de seguro en algún momento de la noche tuve que haberme metido en ese lugar, ¿por que lo hacía? Era un reflejo, cuando mi tía estaba mas furiosa que nunca y yo estaba aterrado solía esconderme debajo de la cama, ella jamás se metía, siempre estaba muy sucia, ¿qué tanto tome anoche? ¿y que paso? ¿por que se medio por esconderme? Cerre los ojos para recordar que había pasado, y solo se me venían imágenes de Selene, de eso si me acordaba, recordaba la última conversación que había tenido con la niña, habíamos cenado solos ya que Dante no había venido a dormir.

- ¿sabes por que tú y él no serian compatibles? - me dice ella sorprendiéndome ya que no estábamos hablando de eso.

- ¿de que hablas mocosa? - le preguntó aunque se de que habla

- Dante y tú, los dos son alfas - me dice dándome un especie de historieta que decía en parte del titulo "omegaverse" - es decir no es musculoso como tú, pero es muy inteligente, alguien a quien le gusta tener el control, no tiene cara de ser uke, creo que es un seme - me dijo - no creo que combinen, cada uno tira para su lado.

- ¿uke? ¿seme? Si sigues así vas a morir virgen - le digo, abrir los ojos de nuevo, era una mañana fría y se sentía mas debajo de la cama, los recuerdos de la noche anterior fueron llegando a mi cabeza, Dante comió parte de mi, no es que eso me afectara a esta hora ya debía estar recuperado, aun así pensaba en donde había dejado a Selene, ya el anillo me había demostrado que no dejaría que me mataran, aun así fue una experiencia escalofriante, ¿por eso me metí bajo la cama? Dante era malo, no me malentiendas, eso ya lo sabía, yo no es que fuera un santo, es decir mataba por dinero, la primer vez que lo hice después de cumplido el trabajo vomite con violencia, luego me volvi insensible, dejo de importarme lo que le pasara a los demás, soy un sicario, o por lo menos lo fui, no me voy a dar golpes de pecho, pero jamás había disfrutado torturando o matando, salvo algunos hijos de puta, no me importaba cargarme a alguien si me estorbaba, pero pensé que el mismo limite de la avispa era el mio, las personas que quería, como Hayate, no haría nada para lastimarlo, ¿qué le hizo a la niña? ¿que le habra a hecha a sus hijos? ¿cual era su límite? No entendía bien su cabeza, o si podía sentir algo de manera sincera por alguien.

Detrás de tu rostroWhere stories live. Discover now