Escuela militar

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Vi como Jared pego un brinco y me miro como si hubiera visto al diablo.

- ¿me estas siguiendo? - me preguntó sudando frío.

- no me has vuelto a llamar - le digo tocando su mejilla - te provechas de mi y luego no me llamas - le digo fingiendo dolor.

- es que yo... no quiero que mi padre se entere - me dice asustado, no tiene idea de que Dante ya lo sabe.

- si no quieres que se entere ven ahora mismo a mi casa - él traga salíva y accede muerto de miedo se monta en mi carro y lo llevo a mi casa, no puedo negar que mientras iba de camino a la casa tenia una erección monumental, estaba que me lo cogía en el carro.

- ¡por favor no le digas a mi papá! - le me súplica con los ojos húmedos.

- claro que no le voy a decir nada, pero dime, ¿no te gustó? - le pregunté tomándolo de la cintura.

- si, pero eso no esta bien, es malo - me dice safandose de mi agarre.

- malo, ¿según quien? - le preguntó sonriendo - vamos solo disfruta por un tiempo, no te estoy diciendo que nos fugemos, sólo que la pasemos bien, no tendrá consecuencias - tomó su barbilla y planto un beso, él se me resiste al comienzo pero termina cediendo, nos separamos por falta de oxígeno.

- yo hice lo que tu me dijiste - me dijo refiriéndose a lo de la chica.

- y le diste una lección, supongo

- si

- ¿provaste? - asiente, se acostó con ella y luego la dejo, eso le pasa por muergana - ¿y que te gusto mas? ¿estar con ella, o que yo te poseyera? - lo vuelvo a tomar para meterle la lengua, mi mano baja para atender su miembro, no era rival para mi experiencia, cuantos habían pasado por mi cama, pude sentir como lanza un suspiro - vamos al cuarto - le pido pero no espero su respuesta y lo llevo al cuarto.

- despacio, me dolió mucho la última vez - me pide pero no dejamos de darnos besos, estábamos excitadisimos.

- por que fue tu primera vez, dejame a mi y la pasaras mejor - le quito toda la ropa para lamer todo su cuerpo, nunca había estado con adolescentes, pero ahora entendía por algunos hombres les gustaban tanto, ese olor a bebe, la piel suavecita, me encantaba, fui mas cuidadoso que antes, baje hasta su entrada y le hice un beso negro magistral, se retorció como loco, gemía y gritaba por mas...

- ya no quiero que me hagas descripción gráfica de tus encuentros, resumelos - exige Diego mostrándose un poco celoso.

- bien, pero debo decírtelo.

Lo penetre con mis dedos untados en lubricante, fui delicado y para cuando acabe, estaba loquito por tener algo mas grueso, pero no voy a torturarte, así que vamos a un par de meses después, éramos amantes, lo había poseído de todas las maneras posibles, le enseñe de todo, aun recuerdo la primera vez que me la chupo, nuestra relación era sexual, me encantaba cogermelo, en un momento me preocupo que se estuviera enamorando, no quería enamorarlo, yo no sabia ni lo que quería, es que el chico me despertaba un poco de ternura pero recordé lo que me dijo Dante, "si le rompes el corazón te romperé las piernas" tenía que portarme bien, no actuar como siempre lo hacia, cuando pensaba que alguien se estaba acercando.

- ¿qué hacías? - me pregunta Diego

- les daba una patada, creo que temía sentir algo mas por cualquier persona, decidí ser amable y lo invite a cine.

El niño me miro como si me hubieran crecido un par de alas.

- cine, ¿y eso para que? - me dice alzándose de hombros, te contare el contexto, lo recogí de la escuela y lo lleve a mi apartamento para cogermelo, en cuanto cerré la puerta, brinco encima de mi para abrazar con brazos y piernas, se había puesto muy ardiente desde que comenzamos la relacion, cuando estábamos en medio de la faena me detengo.

Detrás de tu rostroWhere stories live. Discover now