Detrás de tu rostro

El jardín colgante

Tenía el corazon en la boca, no saldria nada bueno de esto, lleve a mis bebés a la casa y los dejé a salvó, tenia pánico, podía imaginar todos todos los escenarios, Diego tenía que estar bien, había un nudo en la garganta desde que Paul me había dicho que lo habían secuestrado, nunca me perdonaría si era lastimado de alguna manera, encontré a Dante tocando el piano de lo más tranquilo.

- ¡¿qué demonios te pasa?! ¡¿Cómo te atreves?! - le reclamo hecho una furia, en estos momentos me dan ganas de estrangularlo.

- vas a tener que ser más específico - me dijo sin prestarme atención, eso me dió más rabia, bien que sabía que me refería.

- ¡no me tomes por idiota! ¡Entrégame a Diego ahora ahora mismo!

- ¿y este idiota por qué grita? - se quejo Altair saliendo de cocina mientras se comía una de mis paletas heladas - ¡oye suelta eso no es tuyo! ¡Y no te metas estoy hablando con mi esposo...!

- que es mi papá, ¿vas a dejar que este gamberro te hablé así? - puyo ricitos de oro.

- ¡ah! Eso, no podía dejar que se fuera así como así, te lo devolveré cuando esté seguro que no es un peligro, tal vez en un par de meses o un año.

Perdí mi paciencia, una de las cosas a la que más miedo le tengo es pierden a alguien amado, no pudo imaginar un mundo sin Diego en él, lo quiero vivo así no podamos estar juntos, por un momento olvide el vínculo con Dante y trate de atacarlo con el poder del anillo, pero este no lo agredió, eso fue raro, por qué ya lo había hecho antes, entonces me fui encima de él, o por lo menos lo intente, el suelo de convirtio en algo vizcoso, me hizo resbalar, caí de bruces en un fango que parecía un especie de arena movediza hecha con las finas baldosas tipo espejo, ahora sentía que me estaba tragando, mientras más trataba de salir más me hundía, dejo de tocar el piano, vino hacia mi como siempre lo hacía, ese caminar que parecía que apenas estaba tocando el piso.

- Altair retirate - es fue más una orden - y más te vale que no te quedes escuchando en algún lado - mi hijastro suspiro y se fue, sus pasos se perdieron en la lejania - voy hablar Akira, y tu te vas a callar la boca - quise gritarle pero solo salieron un par de balbuceos de mi boca, mi lengua había desaparecido de mi boca, no era como si la hubieran cortado era más como si yo hubiera nacido con una malformación, como si nunca la hubiera tenido - será mejor para ti que te calmes, mientras más rápido entiendas tu pocision aquí más rápido definiremos el destino de Diego - su pie se apretó sobre mi espalda y me hundió más hasta casi comprometer mi nariz, tenía que alzar el cuello lo más que pudiera para no ahogarme - no puedes, no puedes morir, solo la lenta agonía de los condenados al infierno - el cabron parecía disfrutar con esto - vamos Akira, me has visto hacer esto antes, sabes cómo funciona, no tienes oportunidad, ¿ves? Por eso te dije la primera vez que usaste el anillo en mi contra, no te quería matar solo enseñarte modales - de repente se agachó y saco con una facilidad pasmosa el anillo de serpiente de mi dedo, una sensación extraña se apoderó de mi, no, nadie podía quitarme el anillo si yo no lo prestaba, sus ojos se afilaron y sonrió - yo los traje yo los quito, puedo hacerlo, por qué tengo tratos con la entidad que lo rige, ¿sabes que pasará si mueres? - yo solo apreté los ojos, había visto a la avispa en todo su esplendor en muchas veces, intimidando, y matando, no es un ser con el que quieres meterte, pero nunca espere estar del otro lado de asunto, esto era un recordatorio, "no me hables como si fuéramos iguales", volvió a colocarme el anillo en el dedo - dos parpadeos para si, uno para no, ¿
entendiste? - parpadee dos veces - en primera debo decirte que te aprecio mucho, enserio me gustas, eres divertido y bastante inteligente apesar de que tu cara dice lo contrario - eso me hizo fruncir el seño - así que de verdad no quiere tener que matarte y esperar la próxima reencarnación, y tampoco borraré la memoria solo hay un número de veces en que puedo hacerlo sin dejarte como una idiota funcional - eso me hizo abrir los ojos como platos - bueno es que a veces has descubierto cosas y me a tocado quitarte uno que otro recuerdo - este desgraciado había estado jugando con mi cabeza todo tiempo, metafórica y físicamente, me dejó pensar todo este tiempo que el anillo de alguna manera me protegía de él pero no era asi - la ilusión de control, el ser del anillo está muy contento contigo, al igual que yo, no quiere presindir de ti, no lo haría por más nadie pero al parecer la sola idea de que mis hijos peligren no le agrada nada, dice que ya lo has visto, que te visito una noche, cuando se manifiesta tiene aspecto liquiforme, y luminoso, más como una especie de hombre universo - claro que lo recordaba, el ser hecho de galaxias, así que ese era "el portador" por eso lo anillo no funcionaba con él, sabía que Dante no me amaba como tal, no soy un pobre iluso, de hecho me sorprendería si la avispa alguna vez experimento en realidad ese sentimiento, también sabía que para Dante las personas eran solo objetos y solo eran valiosos para él dependiendo de su utilidad, pero jamás me había sentido tan descartable - simplemente puedo quitartelo y esperar a la siguiente reencarnación, sin embargo me gustas, me gusta mirarte a mi lado, eres muy... Contemplable o asesinar a Diego y a Paul por qué seguro me dará problemas y después te quito tus memorias y arriesgarme a dejarte con daño mental pero no me interesa cuidar un vegetal, eso es posible cuando quitas cosas importantes de la ecuación, por eso no lo hago con Diego, supongo que tampoco quieres eso - eso me dió un poco de esperanza, había visto esto antes, la cara de asesino serial para amenazar, y luego cambiarlo por un rostro amable y una sonrisa cálida que confundía, estaba siguiendo el mismo patrón aproposito, para que supiera que pasaría si me negaba - o... podemos hacer un trato, si no haces nada, si confías en mí te prometo que al final de esto, todos saldremos bien librados, incluído Diego, te prometo que lo devuelvo incluso mejor de lo que lo encontré, a menos que intentes cualquier jugada en todo caso el morirá y su muerte no será rápida, ¿aceptas? - parpadee dos veces, ¿qué más opción tenía? - asegúrate que Paul también lo entienda, ahora sí sientes que no puedes estar como mi pareja después de esto yo lo entiendo, puedes irte sí sientes que no puedes perdonarme, te juro que no habrá ninguna represalia, los niños se quedan conmigo, no los alejare de ti, podrás verlos cuando quieras, yo los tuve yo los conservo, ahora, si quieres seguir conmigo es el momento de decidir - volví a parpadear dos veces.