Un idiota

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Era un día soleado, no había pasado mucho desde que había llegado a Inglaterra era el verano de 1980, me mantenía de acostones ocasionales con mujeres mayores y unos cuantos ahorros, no me gustaba pedirle dinero al anillo cobraba cara, si tan solo tuviera dinero para invertir, pero el cambio de todos lo yenes aquí eran poco y había alcanzado para comprar un pequeño departamento y un carro modesto, seguía teniendo mucho talento como sicario, y se pagaba genial por golpe, ¿pero que hacia? ¿ponía un aviso en el periódico? "mato por dinero" podía usar el anillo para saber que acciones de la bolsa que parecían no valer nada iban a subir como espuma, eso era mas fácil pero necesitaba unos cuantos miles de dolares, le tenía el ojo a una empresa gringa llamada Apple y otras mas que si conseguía para invertir me taparía en unos años.

- ¿que piensas bizcocho? - me dice Glenda, es una de mis clientes es joven pero es feisima, no tiene nada rescatable, tiene la cabeza demasiado grande, no, no es hidrocefalia, solo es fea, ojos demasiado pequeños y nariz ganchuda, trata de taparlo vistiéndose bien, a querido invitarme a una cafetería a comer, creo que esta confundiendo las cosas, solo acepte por que era comida gratis y así minimizo mis gastos me paga el agua y la luz una anciana que vive en mi misma calle a la que me tiro de vez en vez, Glenda no me cae bien, es muy superficial, así es, es horrible y superficial, se que le gusta solo mi físico, es muy chismosa le gusta señalar los defectos de todos, no puede estar cinco minutos sin que le este criticando la ropa a alguien.

- es solo que hace mucho que pedimos - le digo mirando por la ventana.

- oye... no te parece que nos llevamos bien, es decir, tal vez deberíamos ir mas allá del sexo - me dice sonriendome y no puedo evitar ver sus dientes manchados por el cigarro.

- linda creeme no soy bueno para ti - eso es mejor que decirle la verdad " se realista espantapájaros mirate y mirame "

- pero tenemos tanta química juntos...

- no, tu me pagas y yo te doy un servicio - le digo cortante

- entiendo, es por como me veo...

- pues si - no quería ser cruel pero ya era hora de que dejara de pensar que era sexy según ella todos la miraban - deberías conseguirte alguien mas cercano a ti - le digo viendo como pone mala cara, el mesero pone nuestra comida y cenamos en silencio, pasa uno que otro conocido de ella y hace todo lo posible por que lo noten, me esta mostrando, así puede decir que me oculta por mi pelo largo y ojos maquillados, quiere que la vean conmigo, en eso entra un sujeto, podía tener unos treinta, era delgado, caminaba un poco encorvado, vestía con pantalones hasta la cintura y tirantes, ropa que lo hacia lucir como un pendejo, un completo nerd, su cabello era corto oscuro y grasoso, peinado con una raya en medio, unos enormes anteojos que afeaban bastante su cara, tenia agarrado un portafolio y choco con una de las meseras.

- lo... lo.. siento - dijo tartamudeando y ayudando a recoger lo que tiro, camino tímidamente a una de las mesas no sin antes chocar con una de las sillas y caer de bruces al piso, para luego levantarse y pedir un café, la primera impresión era de que se trataba de un idiota, solo lo mire por que le hice a entender a Glenda que debía salir con alguien como él, no tenía idea de que ese hombre que acababa de llagar iba a ser uno de los mas importantes de mi vida.

- ¿con ese? - dijo ella haciendo una mueca

- no estas para exigir, !oye cuatro ojos! - grite al tipo que brinco como un conejo asustado.

- ¿q... q... quién? ¿yo? - preguntó pasando saliva, supongo que alguien como él no quería tener problemas con un tipo como yo, que lo superaba por mucho físicamente y con pinta de maleante.

- acercate tontin, ven aquí - le pedí

- no quiero problemas - dijo temblando un poco, debo admitir me pareció tan poca cosa que no reparé mucho en él.

- tranquilo, solo quiero que conozcas a mi amiga - le pido con las manos a arriba, él se acerca despacio y yo me levantó, le sacó varios centímetros.

Lo tomó del hombro y lo siento al lado de Glenda y salí del lugar, tenía una cita en una hora, sabía que Glenda no saldría con él solo ella solo veía la apariencia pero mala suerte con esa cara, no sabía lo que pasaría después,

Detrás de tu rostroOnde histórias criam vida. Descubra agora