Escrito en la cara

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Al día siguiente cuando llegaron y encontraron la masacre pensé que me culparían a mi, la historia del vengador enmascarado era inverosímil, pero me dijeron que era bastante común, al parecer el hombre se creía Batman, nadie sabía quien era, pero si que era invulnerable a cualquier cosa que le mandaran sea balas o cuchillos, regrese a Johannesbur justo para el año nuevo, era el 31 de diciembre de 1996.


- ¿te divertiste? - me preguntó Dante desde su cuarto, ni siquiera había hablado y me sintió el olor



- algo, hice una escala de un día en un buen hotel para dormir como se debe, tenías razón, es asqueroso, nadie debería vivir así - le dije viendo como salía de la habitación bien vestido.



- supongo que extrañas los lujos, nos vemos en la noche para celebrar el año nuevo - me comunicó acomodándose el reloj


- ¿donde vas? - le pregunté no muy interesado realmente, quería seguir descansando.




- donde una oráculo - me contestó y yo me pare como un resorte



- ¿puedo ir?



- es algo privado - me dice y se ve que no quiere que vaya

- ¿pensé que me habías extrañado? - le digo tratando de verme lo mas dolido que puedo.


- bien, vamos, pero no la misma consulta, yo entro y después tú - me aclara, nos dirigimos hacia el área pobre, no se comparaba con lo que había visto, llegamos a un lugar donde habían casas en obra negra y de material, nos estaba esperando un tipo que nos llevo mas profundo, tuvimos que pasar un especie de río de aguas negras, olía terrible, llegamos a una casucha hecha de láminas negras.



- espera aquí - me dijo Dante, él tenía las mandíbula apretada y su ceño un poco fruncido, si para mi era horrible el olor para él debía ser una tortura, entró a través de unas persianas y espere, espere mucho, ¿cuanto tiempo necesitaba? Podía jurar que habían pasado dos horas, entre el cansancio acumulado y el aburrimiento me estaba volviendo loco, sabía que se enojaría pero irrumpí, me quede pasmado al ver a la oráculo, era una mujer aparentemente joven llena de llagas profundas, parecía que se estaba pudriendo y cayendo a pedazos.


- siento la demora ya he ter... - dijo él pero la mujer interrumpió.



- dos amigos que se enamoran eso es hermoso - susurro ella refiriéndose a nosotros.


- yo no estoy enamorado de él - le aclaró Dante.



- pero ustedes son almas gemelas, están unidos por en hilo rojo - dijo ella señalándonos la mano haciendo que mirara mi dedo.



- ¿hilo rojo? - pregunto



- te lo explicó después, has tu consulta - me dijo



- pero los veo haciendo el amor en el pasado - dijo ella sorprendiéndome eso no era cierto.



- pues no es tan acertada - le digo no sabiendo cual era tanto escándalo.



- si lo es, ella tiene razón, pero después te explico - Dante salió, y yo le hice un par de preguntas a la mujer hubieron cosas que me sorprendieron mucho.



- ¿cuales? - preguntó Diego



- no recuerdo, en ese momento pensé que era por alguna magia pero luego me enteré de que Dante me quito pedazos de la memoria


- ¿por que?

- por que de seguro tenía que ver con él - le respondo, lo que no me quito de la cabeza fue eso del hilo y de las almas gemelas.

Detrás de tu rostroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora