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-¡Llegue!-anunció Goku al entrar por la puerta de la vivienda.- ¿TN?
-¡Enseguida bajo!-gritó la lejana voz de su esposa
El saiyajin se quedó en el comedor, husmeando en el refrigerador. Mientras ella estaba encerrada en el baño, con el rostro desfigurado en una mueca de sorpresa.
Sucede que llevaba semanas de retraso. Los primeros días no se preocupó, normalmente era irregular pero cuando pasó la segunda semana, fue cuando supo que algo pasaba con ella. Supuso muchas cosas: infecciones, estrés o simplemente la genética pero...ninguna de las anteriores era correcta, y lo comprobó cuando compró un par de pruebas de embarazo. Usó ambas, cuando la primera indicó positivo pensó que se trataba de un error, fue por eso que ocupó la segunda, y cuando esta también resultó ser positiva, una mezcla de felicidad, incredulidad y preocupación le inundó por completo.
Estaba embarazada.
Pronto, unas pocas lágrimas amenazaron con salir de sus ojos. Estaba fascinada y al mismo tiempo aterrada por la noticia.
¿Iba a ser buena madre?
Ahora tendría que pensar como decirle a su marido. No lo dudaba, Goku sería un buen padre.
Decidida, salió del baño con la prueba en mano, escondiéndola tras su espalda.
Escuchó como la alacena era asaltada, con una tenue sonrisa en su jovial rostro caminó hasta toparse con la espalda de Goku, quien comía el cereal como si no hubiera un mañana.
-¿Cómo te fue?
Goku se volteó, mostrando sus mejillas infladas y llenas de cereal. Mostró una sonrisa, masticó y trago para después acercarse a su esposa.
-Excelente-contesto mientras la abrazaba- Tengo buenas noticias
-Yo también tengo buenas noticias-alzó sus cejas de manera sugerente-Dime tu primero...
-¡El señor Whis me dejará entrenar diario en su planeta!-exclamó emocionado, cual niño en dulcería- Dijo que podía ir mañana mismo. ¡Me volveré más fuerte!
Y esa burbuja de felicidad explotó.
-Ah..., eso es genial-sonrió forzadamente- Me alegro mucho
-Podré protegerte de cualquier amenaza-sonrió mientras acariciaba la cabeza de su amada.
