Advertencias: Este shot se desarrolla en una linea de tiempo diferente a la que conocemos en la saga, basicamente, Freezer aun controla a los saiyajines.
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Freezer esperaba con impaciencia la llegada del escuadrón especial. Su larga cola se mecía de un lado al otro con furia. Su ceño fruncido lograba que cualquiera que se le cruzara huyera despavorido, es por eso que nadie se atrevía a irrumpir al lugar a menos que se tratara de algo sumamente importante.
Maldecía una y otra vez la terquedad de TN, a quien claramente se le había ordenado no ir a la conquista de un planeta en especial y es ese al que justamente fue, claro, en compañía de su hermano, como siempre.
-Saiyajin tenía que ser-gruño a lo bajo
En ese momento, la puerta se abrió, dejando ver a un soldado, notablemente temeroso por la reacción y presencia del conquistador.
-Amo Freezer..., los príncipes llegaron-avisó
-Diles que solicito su presencia- ordenó con voz frívola
Aquel soldado no perdió tiempo y corrió en busca de los hermanos.
No tuvo que pasar mucho tiempo. A lo mucho tres minutos. Vegeta y TN estaban en la puerta.
-¿Solicita nuestra presencia?-preguntó TN con indiferencia al abrir la puerta
Freezer asintió, sin dignarse a mirarlos
-¿Se conquistó el planeta?-preguntó
-La conquista fue un éxito, si-contestó Vegeta-Pero debo añadir que estuvo a punto de fracasar gracias a los más débiles del escuadrón-miró de reojo a su hermana
-¿Por qué me miras a mí, idiota?-preguntó ofendida
-Sugiero que se remueva personal débil de mi escuadrón-añadió Vegeta
-Estupendo, no estorbaras-bufó ella cruzándose de brazos
Freezer quiso reír, odiaba admitirlo, los comentarios de la saiyajin eran importunos y algo cómicos, pero dada la situación no debía ceder. Quería demostrar lo fui soso y, aunque no lo admitiera, preocupado que estaba por la saiyajin.
-Sugiero que no opines cuando no se te pregunta-comentó al voltearse, mirando con despreció al príncipe de los saiyajines
Vegeta no rechistó. Simplemente se limitó a tragarse su orgullo y quedarse callado.
Freezer dirigió su mirada carmesí a la fémina. Y notando algo inusual en ella, se acercó rápidamente a su persona, sin importarle lo que "espacio personal" significaba.
