Advertencias: Cambié la epoca y el contexto en el cual el planeta Vegita es destruido
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Una joven caminaba por los pasillos del inmenso palacio en donde habitaba la familia real, la joven buscaba y buscaba con la ilusión de encontrar a su mejor amigo y amor platónico de toda su infancia: Vegeta el heredero al trono, alguien muy orgulloso, egocéntrico, malhumorado, pero toda persona así tiene...sentimientos, ¿no?
Ella formaba parte del escuadrón élite que el príncipe Vegeta formo para misiones especiales como conquistar planetas de alto precio para Freezer; al ser la única mujer en ese escuadrón, el príncipe la cuidaba de mas, todo con la excusa de conservarla y mantenerla fuerte para más misiones de alto riesgo y así no desperdiciar su potencial.
Siguió buscando más y más, gritando su nombre, los inmensos pasillos del palacio se encargarían de transportar su voz; realmente no sabía para que había ido a ese lugar, estaba indecisa por decirle sus sentimientos hacia el príncipe, una parte dentro de ella la animaba a confesarlo, mientras la otra luchaba por contenerlos y olvidarlos.
-¿Vegeta, estas aquí?-pregunto en voz alta la chica-Parece que no...- murmuró desilusionada frunciendo levemente sus labios. Caminó unos pocos pasos y entonces la gruesa voz del peli-flama la detuvo
-Se supone que hoy era día libre, ¿Qué demonios haces aquí?-pregunto en un tono neutral el príncipe
-Y-yo..- balbuceó nerviosa-¿Que no puedo venir a visitar a mi mejor amigo?-excusó aplacando su pánico
- ¿Ahora que necesitas? debo de ir a entrenar- pregunto un poco brusco el príncipe mirándola impaciente
-Ah...ahora que lo pienso bien no es muy impotante...-dijo con avergonzada la chica, bajó la mirada mordiéndose el labio - lamento haber hecho que perdieras tu tiempo, yo...ya me voy
Desilusionada y frustrada consigo misma por no tener el valor suficiente de decirle lo que sentía, dio media vuelta y se dispuso a marcharse.
-Espera, inútil- el joven sujeto con su cola con fuerza la cola de la contraria con la intención de retenerla
-¡O-Oye...!- reclamó al sentir un escalofrío recorrer su espalda
-Yo...si tengo algo que decirte...- dijo sonrojado por el contacto de sus colas- ¡Mas te vale poner atención!
-¿Puedes decirme que es?- preguntó tratando se zafarse del agarre del varón- Creí que debías entrenar
El príncipe sonrió de lado, algo tramaba y le sacaría información a la chica a su modo, la atrajo más a él tomándola de las caderas y con ayuda de su cola, rodeándola de la cintura para que no pudiera escapar
