Forzada a Comprar un Esclavo Vampiro

Capítulo 25

— No lo sé — alegó.

— Bueno...

Saqué el recogedor del armario.

— Yo lo haré — dijo Corey quitándome el recogedor.

— Bueno ... debería irme, nos vemos luego, Bells — dijo Trey, asentí y él salió de la habitación.

Miré a Corey.

— ¿Rompiste el jarrón?

— Te dije que se cayó — respondió.

— Pero no parece que se hubiese caído.

— ¿Por qué hiciste eso? — preguntó.

— ¿Hacer qué?

— Dijiste que serías su San Valentín, ¿y yo?

— No me preguntaste

— ¿Y si yo lo fuera a hacer luego? — agregó y rodé los ojos.

—Es una celebración estúpida, no significa nada.

— Para él si tiene significado.

— ¿De qué estás hablando? — inquirí y él suspiró.

— Es tan jodidamente obvio que le gustas.

— ¿A Trey?

— Sí.

— Somos amigos.

— Sí, lo sé, pero ¿por qué crees que son amigos?

— Porque a él le gusto como amiga — respondí.

— No, no, le gustas mucho más que como amiga — dijo.

— ¿Y cómo lo sabes?

— Simplemente lo sé.

— Creo que solo eres paranoico.

— No soy paranoico, le gustas, pregúntale y probablemente te lo diga — agregó y negué con la cabeza.

— ¿Por qué crees que dijo eso? El día de San Valentín no es su festividad favorita — dijo y me reí.

— Claro — repliqué con sarcasmo.

— No me crees, es cierto.

— Me voy a bañar — dije, alejándome.

— Es cierto, sé que lo es — agregó Corey.

— Estás delirando Corey.

Subí las escaleras y me metí en la ducha, luego me vestí con un par de jeans negros y una blusa de Star Trek.

— ¿Crees que el Día de San Valentín es estúpido? — preguntó Corey cuando salí del armario.

— Sí, ¿y tú? — respondí.

— Lo odio completamente, creo que es la festividad más estúpida inventada.

— Entonces, ¿por qué estás dándole mucha importancia a que sea el San Valentín de Trey?

— Simplemente digo que significa más para él que para ti.

— Y yo simplemente digo que no.

— Como sea — dijo y se cruzó de brazos.

— Hoy estás de mal humor, ¿sucede algo?

— Sí, el Día de San Valentín me pone en un mal humor.

— Bueno, podemos fingir que no es el Día de San Valentín.

— Bien — dijo, envolvió sus brazos alrededor de mí y me besó — Te amo.