Academia Pharisse [Saga Reyes Vampiros] #PGP2019

Capitulo XXXVIII

—Su alteza— gritó uno de los guardias de mi padre tras entrar corriendo a la habitación.

Todos presentíamos una emergencia y en el peor de los casos un ataque por parte del enemigo.

No esperé a que él terminará de hablar, pues ya me temía que algo horrible podía pasar. Con rapidez me dirigí al lugar de  donde provenía el ruido, pero una gran sorpresa me llevé al llegar allí.

No era Lilith o los demonios quien nos atacaban. Al contrario, con majestuasidad un inmenso dragón se asomó y al verme guardó sus alas.

—Estamos buscando al príncipe Neall—habló la gran bestia con firmeza.

El silencio invadió de inmedito el ambiente, pues no tenía idea de que responder. Suponía que mi hermano les había pedido prestada la armadura sagrada a ellos y ahora venían en su búsqueda.

Pero Neall ya no estaba de nuestro lado y la armadura aún era necesitada.

—Él no está aquí —respondí en voz baja.

—Nosotros le hemos prestado una propiedad muy importante para nosotros—comentó el dragón mirando a sus acompañantes.

—Me temo que no podré entregartela aún —respondí con seriedad—. Es necesaria para encerrar a Lilith nuevamente.

—¡¿Lilith?! —exclamó alzando la voz.

Asentí pero segundos después varias lanzas salieron disparadas hacia el majestuoso ser, él al verlas comenzó a exhalar fuego por la boca para defenderse.

Con rapidez cerré la gran puerta de la academia y encendí mis manos en una gran llama intentando detener el fuego.

—No ataquen— grité advirtiendo a los guardias que se asomaban desde las ventanas.

El fuego era demasiado fuerte en comparación al mío, y cada vez se encontraba más cerca de hacerme cenizas. Aunque no temía por mi vida, pues yo podía renacer pero los guardias no tendrían la misma suerte.

De repente sentí un aire helado y un escudo de hielo se posicionó frente a mí evitando que las llamas me volvieran parte de ellas.

—Ya ves porqué no soy comestible— habló Noah a mis espaldas.

Sonreí un poco ante su comentario, aunque la culpa por atacarlo seguía latente en mi cabeza.

—Gracias —dije al mirarlo y después pose mis ojos sobre el dragón —. No somos tus enemigos, disculpa que te hayan atacado pero estamos en una situación grave.

Él se quedó mirándome fijamente, sus ojos dorados buscaban si mis palabras eran una mentira pero, después de varios minutos el dragón habló nuevamente.

—Sí Lilith ha vuelto al mundo terrenal, nadie está a salvo—pronunció él mirando al dragón más cercano—. Avisale a todos que se resguarden.