Capitulo XXXI

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Mis ojos se abrieron observando un espacio completamente oscuro, pero de pronto una gran luz apareció frente a mí

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Mis ojos se abrieron observando un espacio completamente oscuro, pero de pronto una gran luz apareció frente a mí.

Intenté observar de que se trataba, y al ver sus plumas dorada llenas de fuego inmediatamente supe quien era.

El ave fénix.

Con su aparición los recuerdos me embargaron de inmediato: la estaca. Estaba segura de que eso me había matado pero ¿qué hacía aqui?

«Sólo vengo a recordarte cual es tu deber como una descendiente del sol» pronunció aquél ser con total majestuosidad.

—Pero ya no puedo ayudar, estoy muerta—respondí con mucha frustración.

«No es la primera vez que le pasa a una de tu tipo, tienes que cumplir con tu deber» insistió.

Mi deber, por primera vez en mucho tiempo al escuchar éstas palabras sentí el peso sobre mis hombros. El miedo que me generaba no poder ayudar se apoderó de mí .

«Debes encontrar la daga celestial y destruir a sus aliados, tienes que detener a Lilith»

—¿Pero si no lo logro y ella es capaz de salir del inframundo? —pregunté con gran duda.

«Entonces ella debe ser enlazada a un sacrificio, será mejor que vayas despertando; recuerda yo siempre estaré dentro de ti y te prestare mi poder »

—Espera—grité.

Pero el ave fénix ya no estaba, había desaparecido entre la rotunda oscuridad. De pronto mis manos comenzaron a encenderse, no sentía ningún tipo de dolor al ver como el fuego consumía mi cuerpo pero la oscuridad comenzó a moverse y estaba helada.

Parpadeé varias veces, segundos después me di cuenta de que me encontraba bajo el agua y me estaba ahogando, ésto no me mataría pero si era doloroso.

Con la poca fuerza que tenía intenté salir a flote.

Mis dientes comenzaron a castañear tan pronto el aire frio golpeó mi rostro. Gotas de lluvia caían sobre mí, miré a mi alrededor y estaba en un lago no muy hondo pero mis piernas se negaban a avanzar.

Con un poco de esfuerzo alcé mi mano y comencé a mover una de las largas ramas de los árboles cercanos. Los impulse en mi dirección y con ayuda de éstos logré salir de aquél lago.

Caí al suelo y éste era húmedo. Rápidamente me hice debajo de un gran árbol para evitar que la lluvia siguiera empapandome.

Estaba sedienta así que tan pronto recuperé fuerzas, salí corriendo en busca de sangre.

No había ningún animal a la vista. La ansiedad se devoraba todos mis pensamientos pero depronto un peculiar olor me atrajo hasta una lejana cueva.

Era lo único que podía olfatear aún a través de la lluvia.

Me acerqué a la entrada de ésta y me sorprendió lo que vi, un jabalí gigante se estaba desangrando.

Academia Pharisse  [Saga Reyes Vampiros] #PGP2019Donde viven las historias. Descúbrelo ahora