Academia Pharisse [Saga Reyes Vampiros] #PGP2019

Capitulo XV

Atrapé a la chica con una gran cuerda separando sus manos, la piel de ella comenzaba a sanar rápidamente. Sus oscuros ojos miraban con rabia a todos los que estábamos en la habitación secreta.

—¿Creen que les diré algo?—preguntó la chica riendo.

—Oh claro que lo harás—pronuncié haciendo aparecer el grimorio de mi madre en mis manos.

Comencé a pasar las paginas hasta llegar al hechizo correcto, sonreí al mirar nuevamente a la chica. Podía ser condescendiente pero cuando quiero ser serio, soy de temer.

Sin pensarlo más recité el hechizo «O triste supplicium capitis odio utinam vivus solebat hostis circumuenit»

Los ojos de la chica se tornaron blancos y su cuerpo comenzó a tener espasmos conforme su piel era atravesada por sus propias uñas.

—No podrás soportarlo más tiempo, a éste paso morirás sino me dices lo que sabes —advertí sin delicadeza.

Ella ignoró mis palabras mientras intentaba soportar el hechizo, éste provocaba que tus peores miedos se volviesen reales en tu mente y te atacasen hasta la muerte. Podía sonar simple pero era una clase de tortura, en especial para nuestra raza que no le temía al dolor físico.

Los gritos de ella comenzaban a aumentar conforme los minutos pasaban, sus labios intentaron moverse en un intento por decir "para, te lo diré todo" en un pequeño susurro.

—iungendorum —pronuncié tocando su frente con una mano, ella volvió a respirar con algo de dificultad — Te daré un tiempo para que descanses antes de hablar.

Me alejé de ella y me acerqué a Morgan, estaba perdida en sus pensamientos. Ni se inmutaba aún estando rodeada por los brazos de Noah. Él había intentado tanta veces sacarla de su trance pero sabíamos que su cabeza solo rememoraba una y otra vez sus anteriores acciones.

Jamás había visto a mi hermana de ese modo, débil e indefensa, ella era todo lo contrario a esas palabras. En un intento por regresarla a la realidad apreté su mano con la mía mostrándole algunos de los recuerdos que compartíamos.

Ésto era un efecto secundario de mi don pero solo podía usarlo una vez al día.

Su mirada se dirigió a la mía, recuperando su cordura me abrazó, ella se separó de ambos y se puso de pie.

—Creo que me he perdido la fiesta —comentó ella mirando a la chica—. Siento mucho haberlos atacado.

Todos asentimos a su disculpa y segundos después la principal atacante comenzó a reír.

—No se que esperan que les diga cuando lo que buscamos es parte de un contrato—comentó ella con burla.

—Tu nombre es Katania ¿verdad?—preguntó Morgan acercándose a ella.

La chica solo hizo una mueca con su boca y fulminó a mi hermana con la mirada.

—Se que tu padre es un noble recién establecido, su negocio se basa en transporte de mercancía. ¿Tu padre te obligo?—preguntó Morgan mirándola fijamente.