Capitulo XXIV

2.1K 217 90
                                    

—¡¿Jugar?!—exclamé sin entender

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

—¡¿Jugar?!—exclamé sin entender.

La reina sonrió con diversión antes de responder.

—Verán llevo muchos siglos sin divertirme y tengo aburrimiento acumulado, así que ustedes serán mis juguetes.

Ella disfrutaba ésto, así que no se la dejaría fácil. Si quería jugar, la vencería en su propio juego.

—Está bien —respondí con firmeza.

—Bueno ya que estamos todos de acuerdo, les diré que tienen que hacer—comentó la reina alejándose de nosotros y sentándose en su trono—uno de ustedes debe ser asesinado por ti.

La reina de las hadas me apuntaba con su dedo, de inmediato dos guardias se me acercaron entregándome una daga de color púrpura. Mi silencio y furia me superaban.

—La daga fue creada con Verbena, Seeliery está repleta de ella. Así evito que sanen rápido—comentó la reina sonriendo—. Te recomiendo apuntar al corazón.

Dirigí mis ojos a mis tres acompañantes, Neall permanecía con su ceño fruncido. Su familiar se encontraba sobre su hombro sin siquiera moverse al igual que Nicholás.

—Su alteza —pronunció Damaeth en un intento fallido de sonar amable, se encontraba enojado.

—Oh Damaeth, no hagas rabietas—dijo la reina sin quitar su sonrisa—. Sabían a lo que se enfrentaban al venir a verme.

No podía lastimar a mi hermano, mucho menos al rey de una raza que lo necesitaba y Nicholás, él nos había prestado su ayuda. Además jamás dañaría a quien no ha hecho algo malo. Pero no había opción, lo sabía. Podía verlo en los ojos de Derya, llenos de odio, venganza era lo que ella quería a cambio de su cooperación.

—Deben hacerla hablar, Neall debes reunir los tesoros y salvar nuestro mundo —pronuncié mirando a mi hermano antes de enterrar la daga en mi pecho.

Un punzante dolor me embargó de inmediato.

—Morgan—gritó Neall llegando con rapidez a mi lado.

Podía sentir como cada parte de mi cuerpo se paralizaba, mi hermano me observaba con unas cuantas lágrimas asomándose en sus ojos.

Quería decirle lo mucho que lo apreciaba pero simplemente no podía, mis ojos se cerraron. Pero casualmente, me sentía cansada, como si mi cuerpo estuviese dormido pero mi mente despierta.

Se sentía pesado, como una roca. Pero de repente sentí una llama encenderse en mi pecho, dolía. Ésta se propagó por todo mi cuerpo, era como si estuviese siendo incinerada. No podía moverme pero mi mente gritaba a causa del dolor.

Pasaron unos minutos y el dolor cesó. Algo me incitaba a moverme y comencé primero con mi brazo; una especie de cemento caía a medida que comenzaba a moverme.

Academia Pharisse  [Saga Reyes Vampiros] #PGP2019Where stories live. Discover now