Academia Pharisse [Saga Reyes Vampiros] #PGP2019

Capitulo X

Estaba fuera de control, sentía demasiada ira para pensar en que mi poder me estaba superando y se apoderaba de mí cuerpo.

La sola imagen de ver a mi hermano allí herido era suficiente para hacerme perder la paciencia y la capacidad de controlarme.

Podía sentir el poder envolviendome y como podía destruir cada cosa al paso que daba, solo tenía una frase en la cabeza y era destruir a quienes le habían hecho esto a mi hermano.

Sentí unas pisadas acercándose a mí y por instinto disparé una gran bola de fuego pero ésta fue detenida por una pared de hielo.

—Princesa, tu cuerpo está —dijo la voz de Noah pero no le di importancia y continúe lanzando llamaradas.

Él siguió acercándose a mí esquivando todos los ataques que le lanzaba, quería detenerme pero no podía, el poder era como un instinto actuando solo. Una llama alcanzó a golpear a Noah en su hombro haciéndolo caer, me acerqué a él lista para destruirlo pero no quería hacer eso e intenté controlarme.

«Por favor, tienes que detenerme »pensé.

—Princesa, escuchame tú no eres así, no te dejes dominar— pronunció el levantándose y acercándose a mí —eres más fuerte que esto.

«No quiero herirte a ti o a los demás » pensé.

—No lo harás —dijo él mientras se lanzaba envolviendome en sus brazos.

Como sí fuese un extinguidor, su frío apagó el fuego que me estaba quemando, caí de rodillas junto a él en el suelo. Mi cabeza se sentía pesada conforme mis ojos comenzaban a cerrarse y perdí la conciencia.

•Horas más tarde•

Desperté sobre una camilla en la enfermería, lo primero que vi fue la sonrisa de mi hermano quien se encontraba sentado a mi lado, me lancé en sus brazos con un fuerte apretón.

—Yo debería ser él que esté preocupado por ti —comentó mi hermano soltándose de mi agarre.

—Quién fue —exigí —. Dime quién fue.

—No lo sé, —respondió él suspirando—llevaban mascaras.

—Juro por Dracula que cuando los encuentre, los mataré —sentencié.

—Morgan, ¿que fue lo que hiciste allí?—pregunto Neall mirándome fijamente.

—No tengo idea, era como sí estuviese siendo consciente y a la vez no de lo que hacía, sino fuera por Noah no se que hubiese hecho. Por cierto ¿dónde está?.

—Sí lo que quieres saber es como está, no tienes de que preocuparte —comentó mi hermano riendo.

—¿Ya me puedo ir de aquí?—pregunté.

—Creo que eso no sera posible aun señorita Dankworth —seguimos la voz en dirección a la puerta y era la directora—tenemos preguntas para usted.