-Suena estúpido, lo sé, pero no sé cruzar, romper o saltar las olas. Siempre terminando hundiéndome o arrastrándome contra la arena.

-¿Nadie te ha enseñado?

-Mi papá, hace muchos años.

Escuchamos los gritos de diversión de la pelirroja con Hiccup, miramos y ahora se unieron Flynn y Rapunzel.

-¿No quieren nadar chicos? -Pregunta Hans, quien llegó con Eret.

Ambos ya tenían puestos sus trajes de baños, el short de Hans era completamente negro con líneas naranjas a los costados de arriba abajo.

-Podemos ir al billar si no quieren nadar -Sugiere Eret.

Ambos llevaban puestos tenis, pues se les veía que no querían nadar ahora.

-En un rato entramos -Digo removiendo mi cabello -Gracias aun así.

Se retiran ambos llevando dos botellas de cerveza.

-Gracias, tampoco me va el billar.

-En serio vamos a entrar -Digo – Sólo espero a que termines tu refresco.

-Que bueno que me dices para no terminármelo -Murmura.

-Anda, yo te enseño.

Elsa niega repetidas veces mientras bebía de su refresco.

Pasaron minutos y Elsa aun no terminaba su bebida, resoplé poniéndome en pie para apartarme la playera de tela delgada que me cubría del Sol.

-Anda, ayúdame con el bloqueador.

-Perfecto, yo desde aquí los veré.

-Vendrás conmigo.

-¡Osh!

Elsa tardaba apropósito par aponerme bloqueador en la espalda, y cuando llegó mi turno ella no me dejó ayudarla con su espalda con el fin de seguir haciéndolo con lentitud.

-Te quemarás si no me dejas ponerte bien.

-Yo puedo sola.

No me deja y sólo me queda mirar como estira sus brazos a su espalda, pero justo había una zona que no alcanzaba que podía visualizar con sus movimientos de mano.

No digo nada, más que tomar un poco de bloqueador en una mano y con otra acercarla a mí, rodeando su cintura con mi brazo.

-Hey.

-Será rápido.

Y con cuidado acaricié su espalda con el bloqueador para ayudarla.

-Listo, vamos.

Fue difícil traerla, pues caminaba muy lento y miraba con miedo al agua.

Comencé a entrar disfrutando la temperatura del agua, ella se sobresaltó un poco porque estaba fría, pero hacía el intento de estar en pie.

-¡Vengan! -Gritó más alejada Rapunzel.

-Toma mi mano, no te pienso soltar.

-Podría tirarnos una ola a ambos.

-¿Sabes? No hay que temerle al mar si sabes nadar. Es tener confianza en ti.

Elsa mira hacia donde están los demás, duda por unos segundos en los que estuve por decirle que volviéramos si tanto le temía, pero terminó aceptando mi mano.

-No me disculpo si tragas agua del mar por mi culpa.

Seguimos avanzando, sintiendo el agua subir de altura en nuestros cuerpos. Su mano comenzaba a aferrarse a mí con más fuerza cada vez.

Me enamore de un Stripper.Where stories live. Discover now