Nancy Bobofit

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Percy

Percy se alegró cuando vio a Magnus y a Alex llegar a los casilleros, pero supo que había algo raro cuando vio la cara de vómito de Alex y y la cara de incomodidad de Magnus.

Dejó de molestar a Apolo con Contracorriente en pluma y se dirigió hacia los einherjar,

- ¿Cómo les fue? -  Preguntó sacando unas papas fritas de su bolsillo.

-  Alex casi se convierte en gallina por los nervios.

- Magnus se convirtió en un galán.

Debió decir que se esperaba algo más extraño viniendo de unos  guerreros de Odín, 

- Ah  - Comió una papa - ¿Quién se te declaró? 

Cuando soltó en nombre, casi suelta igual sus papas.

- Creo que era una chica llamada Nancy Bobo algo - Magnus se encogió de hombros - Me dio un mal presentimiento.

- Nancy Bobofit - Le corrigió Percy, recargándose en el casillero de al lado y dejando perder su mirada - ¿En serio está en esta escuela?

- ¿La conoces? - Preguntó Magnus, mientras sacaba algunos libros.

- Cuando fui a mi sexta escuela...

- ¿Sexta escuela? - Interrumpió, asombrado.

- Larga historia - Saco una papa y la observó. Esperaba estar más nervioso al hablar de la chica que le hacía bullying de niño. Pero estaba calmado. Supuso que ahora era cosa del pasado - Me molestaba y hacía que me castigaran todo el rato. Ahora que lo pienso, se parece a Hera: todo el tiempo me mete en problemas. Pero mi suerte debe ser tan mala...

- Vaya. Me alegro de tirarle el avión.

- Muy bien, galán - Dijo Alex desde atrás, ganándose una mirada irritada de Magnus.

- ¿Sigues con eso? 

- Bueno, es el tema, ¿No?

- No deberían hablar con ella, es mala influencia - Aconsejó Percy, comiéndose su papa - Es más, si pueden, ni le miren a los ojos - Lo último lo dijo en broma, pero sintió un escalofrío que le hizo darse la vuelta. 

- ¿Hablando mal de mi, Jackson?

Escuchó a Alex contener una carcajada y a Magnus suspirar.  

- Emm... Nancy.

- Jackson.

- Qué incómodo.

Nancy se cruzó de brazos, acomodando su largo cabello ahora teñido de rubio.

- Creo que no aprendiste la lección hace unos años.

Percy se enderezó completamente, intentando parecer intimidante, pero supuso que no serviría de nada cuando masticó otra papa.

- He lidiado con gente peor que tú .

No mentía; había lidiado con Ares y su hija, Clarisse La Rue, el dios de la guerra. Con Zeus, Hera, Afrodita, Atenea, Apolo, Artemisa, el Señor D., La noche misma, Kronos e incluso con el mismo Tártaro en persona. Nancy Bobofit ya no era un problema.

- No lo creo -Respondió orgullosa.

- Deberías.

Annabeth se encontraba detrás de Nancy, con los brazos cruzados y la mirada en alto. Percy no pudo evitar soltar una sonrisa. Pasó de Nancy y se colocó a un lado de Annabeth y la rodeó con sus brazos. La soltó cuando Annabeth se acercó a Nancy.

- Deja en paz a mi novio y a mi primo, rubia teñida - Annabeth observó su cabello detenidamente - Mejor estudia para poder pagarte un buen tinte de cabello, ¿No crees?

- ¡Eso, Annabeth! - Gritaron Piper y Leo detrás, antes de que Jason y Calipso les callaran.

Nancy, con la cara roja y unas venas saltando en su frente, observó de reojo a Magnus y después volvió su mirada a Percy.

- Esto no acaba aquí, idiota. Es mejor que no te escondas detrás de una mujer, cobarde.

Percy avanzó hasta quedar a un lado de Annabeth. 

- No lo hago. Simplemente ella puede patearte el trasero si quiere.

Nancy se acercó a Percy, después le amenazó:

- Esta es mi escuela, Jackson. Tú eres el  nuevo aquí, así que compórtate. 

Percy rió.

- Lo siento, no vi tu nombre en la entrada.

 Percy se vio que al rededor, un círculo se había formado, cayendo en cuenta de que la situación se comenzaba a poner incómoda.

Se escucharon algunas exclamaciones y burlas por parte de los estudiantes. 

Nancy se volvió a acomodar el cabello (debía ser un tic nervioso o algo) y se dio la vuelta.

- Saldaremos cuentas pronto, Jackson.

- No, gracias. 

Con eso y con el timbre para la entrada de clases, Nancy y sus amigas se fueron a donde tenían que ir, y dejando a Percy debiéndole una explicación a Annabeth.

Meg 

Estaba aburrida. ¿Qué más podía decir?

Las clases no eran para ella, así que pensó que llevando a Apolo con ella iba a hacer de su experiencia menos aburrida, así que le ordenó ir a la escuela. Pero nadie le dijo que no podían estar en el mismo salón por las edades. 

¿En dónde estaba Apolo, entonces? ¿En algún lugar con los eruditos?

Agarró una semilla que tenía escondida en sus botas y la hizo crecer en sus manos. No tan grande, simplemente necesitaba una planta con ella.

- ¡Qué cool! 

Cuando volteó, se dio cuenta de que un niño había estado viéndola todo el rato. Ella, alarmada, le indicó que hiciera silencio.

Él acercó su silla a la de ella y comenzó a susurrarle:

- ¿Acaso acabas de hacer crecer esa planta en tu mano? ¡Es genial!

- Ajá.

Diablos. ¿Acaso la niebla no funcionaba en todos los mortales? ¿Acaso era...?

- ¿Quién eres? - Preguntó Meg, lista para sacar sus cimitarras.

- Soy Alexis, me siento a tu lado. 

- Ah. 

- ¿Cómo te llamas? 

Meg le miró con los ojos entrecerrados, buscando algún signo sospechoso.

- Meg...

- ¿Como Megan?

- No me llames así - Sin querer había alzado un poco la voz, y cuando se dio cuenta, habían algunos compañeros mirándoles extraño.

- Lo siento.

- Está bien.

Y así, Meg hizo otro compañero molesto a parte de Apolo.





Percy Jackson: Y los héroes de la escuelaDove le storie prendono vita. Scoprilo ora