La voz de Luke hace que me gire y él no tarda en entrar a la habitación. Me mira asustado y confuso.

- ¿Qué ha pasado? ¿Estás bien?

Se acerca a mí y se agacha para ponerse a mi altura. Sus dedos pasan por mi cuello y me mira horrorizado.

- ¿Te ha puesto la mano encima? Mierda Lía, venga, relájate y háblame en un idioma que entienda.

- No sé que ha pasado - sorbo mi nariz-. Estaba sentado en el sofá con el arma cargada.

- ¿Qué?

- Tenía el arma cargada y me ha apuntado, Luke. La ha puesto en mi cabeza -señalo mi sien-. Después, no podía respirar -niego con la cabeza y pongo las manos en mi cuello.

- ¿Sabes dónde está? -Pregunta y niego con la cabeza.

- Llévame a casa, por favor, no quiero estar aquí.

- Claro, venga, vámonos.

Él se quita su chaqueta y cuando me levanto con piernas temblorosas la pone alrededor de mis hombros. No soy consciente de lo que hace Luke porque sigo aturdida. Lo miro y veo que está recogiendo mis cosas.

Salimos de casa de Nick y cuando el frío da en mis piernas, me doy cuenta que voy solo con una camiseta de Nick.

Parpadeo un par de veces y me obligo a reaccionar mientras voy al coche, pero lo único que puedo hacer es revivir el momento una y otra vez.

Su mirada no sale de mi cabeza y la voz de Luke alterado hablando por teléfono está en segundo plano.

- ¿Lía? -Lo miro-. ¿Quieres que te lleve al médico?

¿Al médico? Niego con la cabeza. ¿Por qué debería ir al médico?

- Llévame a casa, Luke -cierro los ojos y no los abro hasta que me avisa de que ya estamos allí.

Me acompaña a casa, preguntándome de nuevo qué ha pasado exactamente y si tengo alguna idea de dónde puede estar Nick. También me dice que él se ha llevado el coche, así que, saber dónde está a estas horas es un poco imposible.

James está ocupado en su habitación y Luke me acompaña a la mía y deja mi mochila en el suelo. Le devuelvo su chaqueta y me siento en el borde de la cama.

- ¿Tienes el botiquín por aquí?

- En el baño -respondo-, ¿Para qué lo que quieres?

Él se levanta y pongo mi mano en la cabeza porque me duele. También me duele el cuello, mucho.

Luke cierra la puerta de la habitación y deja el botiquín en el suelo. Lo abre y rebusca en él hasta que encuentra una pomada.

- Mañana vas a tener el cuello... Es mejor que no salgas de casa en un tiempo, o que lleves algún pañuelo.

Levanto mi cuello y pasa sus dedos impregnados en crema por él.

- No sé qué le ha pasado -hablo-. Estaba bien.

- La guerra es jodida, Lía.

- No ha querido contarme nada.

- Esas cosas son complicadas, él es... Reservado. No ha querido preocuparnos, eso es todo.

- ¿Te lo ha contado a ti?

- Algo...

- Cuéntamelo.

- Si él no te lo ha contado será por algo, cuando esté preparado lo hará.

Deja mi cuello y lo miro. Estoy tan cansada y confusa que lo único que puedo hacer es asentir.

Me acuesto, Luke se asegura de que lo haga y me dice que no me preocupe por Nick, que estará bien. Se va. Se va a buscarlo y lo que hago durante toda la noche es dar vueltas en la cama.

Me levanto y cojo el teléfono para llamarlo pero lo tiene apagado. No puedo hacer absolutamente nada y estoy completamente desesperada.

Me asomo al pequeño espejo que tengo en mi habitación y veo mi rostro pálido y mis ojos rojos. Alzo mi cuello y veo que está rojo, no tardará en ponerse morado.

Llevo las manos a mi sien intentando que no me entre ansiedad porque siento una presión en mi pecho que apenas me deja respirar.

**

A Nick se le ha ido un poco la olla.

Subo esto tan corto para que por lo menos tengáis algo que leer porque estoy tardando un poco en subir.

Intenso.

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Goodnight and go (Disponible en Dreame)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora