La beso con desesperación cuando llegamos a su pequeña habitación y saboreo sus labios. Pongo mis manos en su trasero y la alzo, haciendo que ella rodee mis caderas con sus piernas.
Sus manos pasan por mi pelo y nuestros labios se separan, entreabiertos. Nos miramos y la beso de nuevo, un beso pequeño.
Lía se agarra a mi cuello cuando miro hacia atrás y veo su cama. Me dirijo hacia ella y me siento, acomodándola encima de mí. Ella se levanta un poco y me mira.
— Me pones así —susurro.
Vuelve a ponerse sobre mí, sintiendo de nuevo mi erección debajo de ella. Me quito la camiseta y le quito la suya a ella. Sus pechos están juntos gracias al sujetador y sobresalen, como si me estuvieran esperando.
No tardo en acercar mi rostro a ellos y besarlos por encima. Nada es lento, no estamos yendo despacio. Ella se mueve encima de mí llevándome a la locura.
No tardo en quitarle el sujetador y lo tiro a un lado de la habitación. Los toco con una mano y ella se baja de encima de mí.
Se empieza a quitar sus zapatos y pantalones y yo me levanto de la cama para hacer lo mismo. La puerta se abre y Lía se abraza a mí dando un grito de sorpresa.
— ¡James!
Miro hacia atrás y veo al moreno en la puerta.
— Lo siento, yo... tengo que hablar contigo, Lía.
Cierra la puerta y miro a la chica que está frente a mí con los pantalones en su mano. Ella sigue mirando a la puerta hasta que sus ojos marrones se encuentran con los míos.
— Tengo que hablar con él —dice.
— Lía... —jadeo.
— Parece importante. Tengo que...
Se pone de nuevo los pantalones y me siento en el borde de su cama a mirarla semi desnudo. — ¿Se supone que debo esperarte? —Pregunto.
— No lo sé, ¿Aguantarás?
— ¿Sin tocarme o por si se me baja?
Ella sonríe tímida y niega con la cabeza. La cojo de la mano y la acerco a mí. Sus labios se juntan con los míos y pongo mi mano en su pierna.
Se separa de mí y suspiro pasando una mano por mi pelo. Me giro para ver a Lía salir de la habitación y cierra la puerta. Tenía un gran problema entre mis piernas ahora. Decido esperar y miro a mi alrededor.
Tiene ropa amontonada encima de una gran maleta, en su mesita de noche hay un libro, el cargador del móvil y una pequeña lámpara. Tiene una única estantería. Hay un perfume, un pequeño cactus y algún que otro libro.
Tiene un marco y observo la foto. Es una foto con sus dos hermanos. No hay nada más. Me toco por encima del bóxer y me vuelvo a sentar en la cama, esperándola.
Decido vestirme cuando han pasado cinco minutos y salgo de la habitación. Una puerta se cierra y voy hacia el salón. Miro hacia la pequeña cocina y veo a Lía apoyada en la encimera y ella me mira.
— Lo siento —dice y se acerca a mí.
— No te preocupes, ¿todo bien? —Ella asiente—. De acuerdo, nos vemos mañana —me acerco a ella y beso su frente—. Buenas noches, ángel.
— Buenas noches —escucho antes de salir.
La próxima vez iríamos a mi casa. Le envío un mensaje a Kyle para asegurarme de que todo va bien porque sé que Lía me cortará las pelotas si le pasa algo a su amiga. Me tiendo en el sofá de casa cuando llego y miro mi teléfono, tengo un Snapchat de ella.
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Goodnight and go (Disponible en Dreame)
Teen FictionNunca lo entendí. No llegué a saber qué quería, cómo se sentía. Era un misterio. Ese chico alto y moreno de ojos azules y verdes, era un enigma. Su corazón lo era.