Cap. 20

932 47 13
                                    

Antonia
Llegamos al punto donde estaban Joaco y Simon, ellos hablaban de algo relacionado a la ciencia, ambos parece que se entendieron muy bien en realidad.

Antonia: Bien cerebritos, ¿podríamos por favor ir por Emilio? -pregunté llegando a su lado-
Simon: ¿acaso no te preocupa Martín? -preguntó sarcásticamente-
Antonia: No en realidad, Emilio tiene mucha vida e inteligencia por delante -conteste de la misma manera-

Comenzamos a caminar en busca de los chicos, Simon y Joaquín venían frente a nosotros con el mismo tema de ciencia, a veces no entendía como Joaco podía ser tan inteligente a sus cortos 15 años, yo a su edad aún veía Bob Esponja al volver de la secundaria.
Después de un rato llegamos a donde se supone, estaban ellos.
Podía ver la cara de estrés de Isaza mientras veía como Martin y Emilio jugaban sin parar alrededor de él.

Antonia: ¡Emilio!, ¿por que te vas así?, ¿sabes que puedes perderte?, ¿qué le diría a tus padres?, más bien, ¿qué le diría a Mamá Niu cuando la vea? ¿"Perdón mamá Niu perdí a Emilio"? -solté rápidamente mientras lo abrazaba-
Martín: Yo soy su hermano, y no la veo así de preocupada -dijo irónicamente-
Antonia: Tú ya estás viejo, Martín -solté a Emilio- Vamos, los llevaremos a casa, ustedes mañana tienen grabación

Caminamos todos hacia la salida, donde enseguida subimos al auto donde veníamos los chicos y yo, dejamos a Emilio y Joaquín en sus respectivos hogares.
Los chicos me llevaron a casa con Santi y Mau, donde decidieron quedarse un rato, pues mis amigos habían ordenado pizza, y bueno, ustedes saben como son mis pegostes, cuando hay comida, no hay poder humano que los aleje.

Antonia: No entiendo que hacen aquí, yo no los invite -mordí mi rebanada de pizza-
Martín: Uy que envidiosa, tus amigos nos invitaron -miro a Mau y Santi-

Dirigí una mirada hacia ellos quienes solo me sonrieron tiernamente.

Simon: ¿por que no nos quieres aquí eh?, sabemos que Martin se acaba toda una caja de pizza, pero debes amarlo así, Antonia -soltó en un tono gracioso-

No pude más y estallé en risas, Simon había sido lo más gracioso del momento, sin más, sin dejar de reír me levante de ahí y camine a la cocina en busca de un vaso de agua para parar la risa, los chicos solo me veían raro, pero a los segundos pude escucharlos platicar nuevamente.
La alacena donde guardábamos los vasos siempre había sido un reto para mi, Santi solía bajarme los vasos.

Antonia: ¡Santiago!, ¿me bajas un vaso? -grite mientras me estiraba lo más posible hacia la alacena, pero me era imposible bajar uno sin tirarlo-

Una mano en mi cintura me sobresalto, haciéndome girar enseguida, y en lo absoluto era Santiago.

Antonia: ¿sabes?, creí haber dicho "Santiago" -tome el vaso de sus manos colocándolo a un lado-
Villamil: Santiago necesita descansar de tener que bajarte los vasos, persona con falta de estatura
Antonia: ¿me estás diciendo enana?
Villamil: Algo así
Antonia: Eres un idiota, pero, te quiero así -sonrío mientras uno nuestros labios en un lento beso-

Estaba todo tan bien, hasta que el ruido del vaso cayendo nos hizo separarnos enseguida, nos separamos para limpiar y los chicos entraron enseguida.

Villamil: Fue Antonia -se hizo a un lado-
Antonia: Ah? Que pocos huevos los tuyos -la famosa frase de Gisselle Kuri había salido de mi boca un tanto indignada-
Santiago: A veces se me olvida que Antonia es Colombiana, es que también es tan Mexicana.
Mauricio: No se preocupen, es el tercer vaso que rompe en la semana, es un chaneque y no llega hasta allá arriba -se encogió de hombros-
Martín: Además tiene manos de mantequilla, no es novedad
Antonia: Ay, salgan de aquí bola de inútiles, voy a limpiar y no quiero ver sus hermosos rostros aquí en tres segundos.

Ellos rápidamente salieron de la cocina dejándome sola, me alegraba en este momento ser la única mujer entre tantos hombres, aunque debo admitir extrañaba muchísimo a Nath y Gi.
—————————
Se que he sido la peor por dejarlos sin actualizar tanto tiempo, pero no había tenido inspiración y la escuela me tenía malditamente mal, ahora tengo un poco más de inspiración y tres semanas más de vacaciones, así que me tendrán seguido.
También he estado leyendo comentarios bonitos en esta historia tanto como en la anterior, y solo debo decir gracias, gracias por motivarme a seguir. 💕

Para Que Nadie Se Entere. -Juan Pablo Villamil.- LDA #2Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt