Cap. 1

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Villamil
Habían pasado seis meses desde la partida de Antonia, y debía admitir que la extrañaba completamente, admito que también me la he pasado revisando el Instagram del chico que tiene al amor de mi vida. Y nada me duele más que el saber que ella es feliz con otra persona.
Isaza: Papo, llevamos rato preguntándote qué quieres comer, ¿estás bien? -preguntó confundido-
Villamil: Si, si, lo estoy... lo que ustedes quieran esta bien en realidad -asentí mientras me acomodaba en el sofá-
Martín: ¿sabes que no te creemos ni un cinco por ciento de lo que acabas de decir, no? -me miro ladeando la cabeza-
Villamil: Solo estoy un poco cansado, es eso -me encogí de hombros. Obvio no iba a decirles que la chica de los preciosos ojos azules me tenía así-
Ellos no muy convencidos asintieron mientras pedían la comida.
Necesitaba una solución a mi enamoramiento.
A las 2:00 pm estaba de vuelta en casa, extrañaba mucho a Antonia y la única manera con la que había salido del hoyo, era escribiéndole.
Comencé a escribir lo primero que llegara a mi casa "lo peor son los primeros cinco días, hay esperanza pero luego se va, llega el sexto y te armas de valentía, y te prometes no volverla a buscar"
Sonreí ante el resultado, aún sentí la necesidad de continuar, así que tome el lápiz nuevamente.
"Pasan seis meses que parecen seis vidas y aunque hay mil flechas que quisieras usar, habría que ser experto en anatomía, para apuntarle a un corazón que no está"
Sonreí satisfecho ante lo que había escrito, si había algo que tenía que agradecerle a Antonia, era que me había ayudado a sacar una canción para el nuevo disco, o tal vez medio álbum.
Antonia
Había llegado al departamento de Nath donde se encontraba Gisselle con ella, toque la puerta esperando que me abrieran y una Nath con una sonrisa me abrió.
Antonia: Siempre sonríes pero hoy estás más sonriente, ¿por que? -pregunté confundida-
Gisselle: ¡Simon deja de hacerte idiota y aparécete! ¿Es que acaso no quieres ver lo linda que soy? -soltó una carcajada-
¿Estará Villamil con ellos?, me causaba conflicto siquiera pensarlo.
Nath: Los chicos acaban de hacernos la llamada de Skype -sonrió con emoción-
Antonia: Creo que debo ir al baño antes -sonreí nerviosa caminando al baño-
Enseguida me encerré en este. Me senté en el retrete con mi cabeza entre mis manos, necesitaba calmarme, probablemente solo vería al amor de mi vida que casualmente es mi ex novio, lave mi cara con agua y salí lista para mi suicidio interno. Juan Pablo Villamil era mi maldito veneno.
Nathalia
Simon: ¿mi hermana llegó? -preguntó confundido-
Nath: Si enseguida vuelve, o eso dijo -asentí con la cabeza-
Gisselle: Todos sabemos que está huyendo de un Colombiano quien es amigo de ustedes, que se llama Juan Pablo Villamil, que para suerte de Antonia Vargas no está presente hoy -se hizo la desentendida-
Nath: ¡No está huyendo Gi!, tal vez solo después de seis meses aún le cuesta mucho -me encogí de hombros-
Martín: ¿dicen que mi hermana no supera a Juan Pablo? -hizo una cara de sorpresa-
Isaza: ¿si les mandamos a Villa creen que ella lo quiera en su casa? -ladeó la cabeza-
Gisselle: ¡Cállense que ahí viene! -soltó de forma baja-
Antonia
Con una sonrisa me senté en medio de Nath y Gi, donde enseguida saludé a los chicos.
Martín: ¿como te trata la vida de universitaria? -preguntó mi hermano-
Antonia: Estoy viva, creo que eso es lo primordial -reí levemente-
Nath: Antonia vive ensayando líneas, literal la estamos viendo ahora por que no la vemos hace una semana -negó con la cabeza-
Gisselle: Juanpa es el único afortunado, la ve todos los días, nosotras debemos hacer cita para ver a Antonia Vargas -hizo un puchero-
Para mi suerte, Villamil no se encontraba con ellos, sentí mis músculos relajarse.
Simon: hablando de él... ¿como te trata?, ¿Estas bien con el?, ¿sabes que puedes irte con Nathalia si quieres? -preguntó preocupado-
Antonia: Cálmese Moncho, estoy bien, me trata bien... estamos bien y me siento feliz con el -sonreí ante la preocupación de mi hermano-
Pasamos un rato más hablando con ellos, hasta que tuvieron que irse.
Nath: Les ofrezco quinientos pesos a que Villamil se hubiera puesto celoso con tan solo escuchar como Tony hablaba de Juanpa -soltó una carcajada-
Gisselle: Güey, la pinche cara que hubiera puesto -rió junto a Nath-
Antonia: Que bueno que no estuvo presente, me ahorro los momentos incómodos que ustedes me hubieran hecho pasar -reí negando con la cabeza-
Nath: calla Gi, Tony está defendiendo a su futuro esposo -empujó un poco a Gisselle-
Antonia: Entre Juan Pablo y yo, no hay nada, y probablemente no lo habrá -rodé los ojos-
Gisselle: admite que lo extrañas en tu vida, que lo necesitas -se sentó en el sofá-
Antonia: Lo extraño si, como extraño a mis hermanos y a Isaza -tome un vaso de agua-
Ellas son amigas de Juanpa, no podía simplemente decirles "si, lo extraño, lo amo y necesito tenerlo a mi lado", necesitaba superarlo, necesito ser feliz, y con él gobernando mi corazón sería casi imposible.
Ni siquiera había contado lo que había pasado al rededor de este tiempo.
Había decidido estudiar actuación, sabía lo difícil que podría ser, pero quería retos, quería poder hacer algo fuera de las faldas de mis hermanos. Y que mejor que actuando, aún estaba comenzando, pronto probablemente tenga algún pequeño papel de extra para comenzar.
Vivo con Juanpa en su departamento, el cual está cerca de la escuela de actuación a la que acudo. Oí que está escuela está aliada con una televisora muy famosa acá en México, Televisa, y que muchas veces suelen sacar papeles pequeños para los que aún comienzan. Siento mucha emoción de saber que me depara el futuro.
Sobre el amor, pues no hay mucho que decir, Juanpa me gusta mucho y lo quiero demasiado, pero no estoy enamorada, Villamil podría literalmente llegar, tocar mi puerta y yo saltaría a sus brazos. Pero Juanpa no merece eso, es un amor, y me quiere, lo cual hace más difícil todo.

Para Que Nadie Se Entere. -Juan Pablo Villamil.- LDA #2Where stories live. Discover now