Capítulo 29

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El terrible lunes había llegado, Sakura se había despertado mucho antes de que sonaran las alarmas que había puesto la noche anterior, para Shaoran fue una novedad, siempre veía a la ojiverde privada en sus sueños, y le hubiese gustado que hoy siguiera con esa rutina, pero debía de ir al trabajo, no le agradaba la idea, pero tampoco la mantendría encerrada todo el día, aunque la idea le agradaba mucho.

-Me iré a caminar, ¿te veré en el almuerzo cerecito? -Shaoran abrazó por detrás a la ojiverde-

-Lo más probable es que te vea hasta la cena, pero haré todo lo posible para verte en el almuerzo. -comentó la castaña, depositando un dulce beso en la mejilla de él-

-Bien, está esperando tu mensaje.

Shaoran decidió apartarse, o estaba seguro que no la dejaría ir a ningún lado y Sakura no le perdonaría el llegar tarde a su primer día de trabajo en este nuevo ciclo escolar, por lo que decidió irse a caminar, así calmaría su ansiedad, no quería que Sakura estuviese cerca del tal Kaito, no le agradaba, aún recordaba la conversación que escuchó por descuido de la castaña.

"Al menos no lo recordó..." pensó el castaño, mientras empezaba a trotar por el parque pingüino

En más de una ocasión, comprobó la hora en su reloj, aún era temprano, así que decidió cortar su rutina y regresar a casa, quería acompañar a su novia a su trabajo, solo esperaba que al llegar ella siguiese en casa.

En el departamento, Sakura terminaba de desayunar, sabía que a Shaoran no le agradaba la idea de que ella volviese al trabajo, sin embargo, no estaba dispuesta en ceder en eso, tenía muchas ganas de trabajar, le encantaba convivir con los niños, era una manera gratificante de pasar el día, para ella no era trabajo, era diversión.

Le dejó el desayuno a su lobito con una nota, sabía que el muy testarudo no regresaría hasta que acabase su rutina, pero ya estaba acostumbrada a eso, la vida juntos les sentaba bien, al menos eso creía, porque aún faltaba que se acoplaran a su ritmo de trabajo, los eventos escolares, la preparación de eventos, y un sinfín de cosas que traía el trabajo de la castaña.

Sakura había visto que le quedaba tiempo justo para irse, igual nunca se había tomado la molestia de ver cuánto tiempo le tomaba ir de su nuevo hogar al trabajo, por lo que quiso salir con mucha anticipación.

-¿Cerecito aún sigues en casa?

La voz de Shaoran la sorprendió un poco, no lo esperaba, por lo que cuando decidió salir a recibirlo tropezó y se golpeó la cabeza con el marco de la puerta, al escuchar el ruido, Shaoran corrió a ver qué sucedía y se alarmó al ver a la castaña tirada en el piso, mientras iba hacia a ella le marcó a Tsukishiro para que la fuesen a atender.

-¿Sakura estás bien?

Al no recibir respuesta, Shaoran se preocupó mucho más, no había ningún rastro de sangre y estaba respirando, no entendía por qué no reaccionaba, luego de unos instantes, Sakura comenzó a moverse en los brazos de Shaoran, dio varias bocanadas de aire y luego abrió los ojos.

-Me duele la cabeza...

Al escuchar que la castaña comenzaba a reaccionar, Shaoran pudo soltar el aire que había estado conteniendo de tanta preocupación, escuchó el sonido del timbre y gritó que podían pasar, supuso que era el médico que había llegado.

-¿Qué fue lo que pasó? -efectivamente, era el médico quien llegó y se preocupó al ver a Sakura aún tendida en el suelo-

-No quise moverla, al parecer se golpeó la cabeza -explicó el lobito-

Pase lo que pase... Todo estará bien.Where stories live. Discover now