Capítulo 22

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Sakura se había encerrado en su habitación, luego de ver a Shaoran, más que sentirse feliz, se había sentido triste, sus ojos estaban completamente hinchados, rojos y ya no derramaban lágrimas, se había pasado todo el tiempo llorando, tapándose para que si llegase Touya no la escucharan.

-¡Es un tonto! -gritó Sakura al tiempo que tiraba el peluche que Shaoran le había dado en el parque de diversiones-

No se dio cuenta en qué momento le venció el sueño, lo único que sabía era que no quería ver a Shaoran, ya no era más su lobito, aunque le doliera, no quería verlo por ahora, no estaba dispuesta a que él se desquitara con ella.

***

Los días pasaron y Sakura no respondía las llamadas y los mensajes de Shaoran, incluso le había dicho a su hermano que si la iba a buscar dijera que no estaba, en algunas ocasiones era verdad que no estaba, en otras, simplemente se la negó, Touya únicamente seguía las instrucciones de su hermana ¿quién era él para desobedecerla? Además, estaba muy feliz por hacerlo.

Shaoran ya no buscaba qué más hacer, después de lo que pasó, cuando despertó lo único que quería era arreglar las cosas con su linda novia, pero no tuvo resultado, las llamadas y mensajes no los respondía y cada que iba a su casa se la negaban, fue con la única persona que sabía que le ayudaría, al menos eso era lo que pensaba.

-Tienes mala cara Shaoran -saludó Eriol al castaño- ¿qué te pasa?

El ambarino se dio cuenta que Tomoyo no estaba por ningún lado y solo así se permitió contarle todo a su amigo, no es que no confiara en Tomoyo, pero sabía que no lo iban a entender, Shaoran iba escupiendo cada cosa que pasó desde que se fue a Hong Kong hasta cuando regresó y tuvo la pelea con su novia, y ya no sabía si seguían siendo novios, pero esperaba que sí.

Eriol escuchó atentamente todo lo que le decía, no le gustaba ver a su mejor amigo tan abatido, aunque tampoco le agradó lo que le contó con respecto a Sakura, después de dejar que el castaño se desahogara, por fin habló.

-Si fuera Sakura también te ignoraría... ¿cómo se te ocurre pensar eso? Mira Kaito la ha pretendido desde que él llegó a Japón, pero Sakura jamás le ha dado entrada...

Al escuchar eso, Shaoran miró a su amigo, no muy contento...

-Lo conoces -lo acusó-

-Claro que lo conozco, he ido a eventos de Sakura desde que entró a trabajar en el colegio -Eriol no había entendido el tono de su amigo, cuando entró en razón, sonrió- Yo no tenía que contarte nada, te ayudé en lo que pude -sentenció-

-¡Sabías el nombre del sujeto y aun así cuando te lo pregunté fingiste demencia! -sin darse cuenta el ambarino había elevado su voz unos cuantos decibeles-

-Shaoran, si te hubiese dicho el nombre de Kaito, te hubiese tenido que dar el nombre de todos los pretendientes de Sakura, que déjame decirte, son demasiados, la única ventaja que tienes es que tu cuñado es un energúmeno que la sobre protege y los ha mantenido a raya -Eriol por más de las alteraciones de su amigo, siempre mantuvo la calma- Mira, tú lo que deberías de hacer es arreglarte con ella, y ahora buscarás una solución tú solo, conmigo no cuentas y déjame decirte que con Tomoyo menos.

Cuando Eriol terminó de hablar, dejó un par de billetes para pagar el café que estaba bebiendo y dejó a Shaoran solo, estaba dispuesto a ayudarlo, pero después de ver cómo se estaba comportando, no lo iba a hacer, eso y que Tomoyo le dijo que lo cortaría si ayudaba al... (y cito textual) "ogro mal encarado que le gritó a Sakurita" contra esa amenaza, él no iba a arriesgarse.

Pase lo que pase... Todo estará bien.Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt