Capítulo 3

886 64 13
                                    

Después de aquel patético intento de hablar con Sakura y de haberse enterado que ya no tenía la misma dirección, Shaoran decidió dejar el tema por la paz, tal vez esto era una señal para decirle que lo suyo no tiene ni siquiera una pequeña esperanza, tal vez si lo iban a rechazar y por eso siempre se postergaban sus intentos de viajar a Japón, hasta ahora, y justo cuando se arma de valor, se entera que la chica de ojos verdes, de la cual sigue enamorado, ya no vive en la misma casa amarilla.

Además de eso, estaba el día que la vio con aquel sujeto, estaba muy contenta en su compañía, a lo mejor es su pareja, de tan solo pensarlo, Shaoran hervía de enojo, "¿cómo aquel chico pudo enamorarla?" Pensaba, estaba absorto en sus pensamientos que no se había dado cuenta que su amiga Tomoyo estaba frente a él.

-¿Te encuentras bien, Li? -sonrió la chica de cabello largo-

-Sí, disculpa, ¿se te ofrece algo Daidouji? -Shaoran trató de alejar esos pensamientos para evitar ser delatado-

-Ya veo que no me has prestado atención -sonrió la chica- en fin, te decía que las oficinas ya están listas, mañana se hará la inauguración, Eriol y yo organizamos un baile con gente importante.

-¿Un baile? -la interrumpió- no podía ser algo más tranquilo y menos tardado -comenzó a pasar sus dedos por su cabello-

-Lo siento, pero no, anímate, el baile será de antifaces, no te acosará nadie que tú no quieras -le guiñó un ojo-

Shaoran no tuvo más remedio que aceptar, después de todo eran dos contra uno, además no es tan mala idea, con el baile, él podría tratar de olvidar a la chica que lo trae loco.

"a quién quieres engañar, si en 15 años no la olvidaste, en un baile menos", pensó el chico.

-Li, ¿sigues aquí? -decía Tomoyo al tiempo que pasaba su mano enfrente del chico-

-Si, ¿me decías algo? -trató de centrarse nuevamente-

-Andas muy distraído, ¿te sucede algo? -se interesó Tomoyo-

-Lo siento, ando pensando en algo que vi -suspiró, miró a la chica, ella es la única que podía ayudarlo, pero a la vez, también podría solo atormentarlo, pero no tenía más que perder- Daidouji, necesito saber algo, pero necesito que seas sincera -desvió la mirada hacia la ventana-

-Sabes que siempre he sido sincera, dime ¿En qué puedo ayudarte? -lo animó la chica-

Shaoran la miró inseguro, no sabía si debía abrirse con ella, a pesar de haber aceptado ser socios, no había tenido interés alguno en ser amigo de la chica de cabello largo, seguía marcando una distancia, motivo por el cual la chica lo seguía llamando Li y él a ella le llamaba Daidouji.

-Quiero saber sobre Sakura, ¿ella tiene pareja? ¿Desde cuando se cambió de casa? Por favor, cuéntame de ella

En su mirada reflejaba ansiedad y súplica, necesitaba saber sobre la chica de ojos verdes, pero no sabía cómo, Eriol no le era de mucha ayuda, según él, porque las chicas hablaban de otras cosas cuando él estaba presente.

-Li, con todo respeto, si quieres saber algo de Sakura, tendrás que preguntarle a ella, yo no tengo nada que contarte -se levantó de donde había estado sentada- aunque, así como la trataste aquella vez en la cafetería, no creo que quiera saber nada de ti.

Y con esas palabras, salió de la pequeña cafetería en donde se encontraban platicando, Shaoran se quedó helado ante tal respuesta de la chica, por supuesto que la consideraba honesta, pero aquello no se lo esperaba.

Por su parte, la chica de cabello largo, estaba contenta por el interés que estaba mostrando el castaño hacia su amiga, sin embargo, tras el incidente en la cafetería, no se lo iba a poner fácil, necesitaba hablar con Eriol, de alguna u otra forma, tendría que lograr que Sakura y Shaoran hablen.

Camino a su auto, Tomoyo sacó su móvil para llamar Eriol, necesitaba ponerlo al tanto, pero justo cuando estaba pulsando el botón de "llamar" lo vio aparecerse, el chico sonrió al verla, lo cual hizo que la chica se ruborizara un poco.

-Creo que estamos conectados -comentó el chico de cabello azul- quería hablar contigo.

-¿En serio? -Tomoyo estaba algo sorprendida- ¿de qué quieres que hablemos?

-Ven, entremos a la cafetería y te cuento -Eriol tomó de la mano a Tomoyo-

-Me acabo de quitar de ahí -comentó la chica- mejor vamos a otro lugar

-¿Te parece si vamos al zoológico? Hace un día muy lindo -sonrió Eriol-

-De acuerdo, vamos al zoológico, te sigo -dijo Tomoyo al tiempo que subía a su auto y esperaba a que Eriol hiciera lo mismo-

Mientras tanto, en casa de los Kinomoto, Sakura estaba concentrada calificando algunos exámenes y preparando sus clases, faltaban a penas tres semanas para que acabe el curso y pueda tomar unas merecidas vacaciones. Sin embargo, más que pensar en las vacaciones, su cabeza no dejaba de recordarle que el chico al que no le dio respuesta alguna, estaba en Tomoeda.

Aunque quisiera aparentar indiferencia, cada vez que Tomoyo hablaba sobre Shaoran, el corazón de Sakura comenzaba a latir más rápido de lo normal, pero siempre hacía acallar cualquier pensamiento sobre el chico chino, de todos modos, es obvio que no piensa más en ella, cosa que le entristecía, ella estuvo esperándolo.

A decir verdad, tuvo uno que otro romance, sin embargo, nunca funcionaban, siempre terminaba pensando en un chico de cabello y ojos castaños, de una seriedad impresionante, que se le declaró luego de salir de clases de una manera muy terrorífica, ya que técnicamente, Shaoran le terminó gritando sus sentimientos a Sakura, fue una declaración poco inusual y bochornosa.

-¿En qué piensas? -preguntó Touya al pasar cerca de Sakura y ver que ella estaba perdida en sus pensamientos-

-Cosas de la escuela -sonrió- el próximo fin de semana, iré a visitar a papá y Sonomi -le dijo sakura a su hermano-

-Me encantaría acompañarte, pero estoy lleno de trabajo esta semana -resopló el chico, sorprendentemente, hace tiempo que había dejado de molestar a su pequeña hermana, ahora suelen tener pláticas amenas, sin apodos y sin pelear-

-Deberías tomarte unos días, no es bueno que trabajes mucho hermano -dijo la chica mientras anotaba unas cosas en la computadora-

-Yukito y Nakuru vendrán en un rato, los invité a comer -soltó Touya-

-¡Por que no me dijiste antes! ¡Es tarde y no he cocinado! -gritaba por toda la casa Sakura-

A Touya le gustaba ver en aprietos a su pequeña hermana, a pesar de que ha madurado, han cosas en ella que no cambiaron para nada, como por ejemplo, sigue siendo muy despistada, le cuesta levantarse, lo cual supone un enorme problema ya que debe llegar antes que los alumnos, motivo por el cual tiene cinco alarmas en diferentes horarios para no quedarse dormida.

-Eres muy malo, hermano -se quejó Sakura-

-Te voy a ayudar, no pensaba dejarte todo a ti sola -comenzó a reír Touya-

-¿Ya te le declararás a Nakuru? -cambió de tema la chica mientras recogía todas sus cosas-

-Ya lo hice -suspiró el chico- me pidió algo de tiempo -su mirada se había perdido en la ventana que daba al patio-

-Verás que terminará aceptándote, eres un buen hombre para cualquiera -sonrió Sakura-

-No quiero hablar de esas cosas contigo, estás muy chica aún -dijo Touya al tiempo que iba hacia el refrigerador-

-Ya tengo 26 años hermano, no estoy chica.

Aunque a Touya le costase admitirlo, Sakura ya no era la misma niña de antes, había crecido, y no solo Sakura creció, también el nivel de protección que Touya tenía para con su hermanita, los únicos dos novios que tuvo la chica de ojos verdes, fueron alejados por él, y siempre haría lo necesario para que hermanita estuviese bien, no dejaría que cualquiera tuviera el privilegio de estar con ella. 

Pase lo que pase... Todo estará bien.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora