Capítulo 21

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Shaoran empacaba sus cosas, ya había tomado su decisión, se iría a Japón y haría su vida, la empresa con Eriol y Tomoyo estaba yendo bien, se encargaría de que siguiera así, si su mamá creía que lo iba a lograr retener, estaba muy equivocada.

Antes de morir, su padre le había dicho que luchara por sus ideales, sin embargo, su manera de ser consigo mismo, había hecho que hiciera todo lo contrario, durante años, estudió lo que no quería y se involucró en las empresas de la familia, no le desagradaba, pero tampoco le gustaba, cuando decidió hacerse cargo de las empresas tenía muchas ideas de crecimiento, no solo en Hong Kong, sino que en todo el mundo.

Su madre estaba entorpeciendo todo y los años de estudio se habían ido al drenaje, al menos lo podría seguir ejerciendo en Japón, era lo único bueno de todo, si hubiese seguido el consejo de su papá, tal vez se dedicaría a su pasión que era la arqueología, cuando regresó a Japón recordó que le contó el día que el papá de Sakura había ido a darles una clase muestra sobre lo que él hacía y a partir de ese momento, Shaoran quedó fascinado y quería estudiar lo mismo, pero no pudo, o más bien, no quiso hacerlo.

-Shaoran -Era la primera vez que su mamá le llamada de esa manera, dejó de meter sus cosas en su maleta y les prestó atención, en su rostro, el castaño carecía de expresión, al menos con su mamá no estaba muy contento, pero no sabía cómo expresarse- No puedo dejar que te marches así, hijo... -Ieran se aproximó al castaño, rompiendo la distancia entre ambos- no sé qué es lo que te hace volver a Japón, pero quiero que entiendas que me preocupo por ti...

-Si se preocupara por mí dejaría de hacer todo lo posible por arruinar la empresa que a mi padre le costó levantar -rugió el castaño- no me venga con sentimentalismo cuando seguirá con lo mismo, mis razones de estar en Japón son más fuerte que mi apellido y si he de renunciar a él, lo haré, por nada del mundo dejaré que me convierta en uno más de sus trofeos, bastante ha hecho con mis hermanas -Por primera vez Ieran derramó lágrimas, no esperaba que su hijo le dijera esas barbaridades, sabía que su carácter era fuerte, pero no a ese punto-

-Me estás juzgando mal... -atinó a decir Ieran- ni siquiera me dejaste decir la condición, solo sacaste tus conclusiones.

-Por favor -dijo sarcástico el ambarino- se perfectamente la condición, siempre es la misma, ahora quiere cambiarla para que sienta lástima, pues no más, con su permiso... Señora...

Ieran no sabía qué le había dolido más, que su hijo no le creyera o que se haya dirigido a él como "señora" vio en cámara lenta cómo su lobito se iba, dejándola sola en la habitación en la que creció y de la que creyó que jamás se iría.

***

Ese mismo día, en Tomoeda Sakura comenzaba a empacar lo que llevaría en el campamento, no había recibido noticas de su lobito, lo cual le entristecía aunque no quería decirlo, Tomoyo le había hablado varias veces, no podía ir con ella ya que seguía arreglando lo de la empresa de juguetes, por su parte Eriol igual hablaba con ella, le pedía que tuviera paciencia, él sabía un poco de lo que pasaba, pero no era quién para divulgar la situación.

-¿Te irás de viaje? -Touya asomó la cabeza en la habitación de la ojiverde-

-Campamento -lo corrigió- será el próximo fin de semana -Sakura acomodaba sus cosas con extremo cuidado, estaba arreglando todo por hacer algo-

-¿Vemos películas?

-¿Tú quieres ver una película conmigo? -se burló la chica- vamos dime qué te sucede, no te voy a torturar con películas románticas.

A Touya no le gustó que su hermanita lo burlara, sin embargo, tenía que confesarse con ella, ya se sentía bastante mal por sus intenciones protectoras, por lo que, cuando le contó a Nakuru la otra noche lo que había hecho y ella se enojó, supuso que Sakura tendría la misma reacción, todavía así, estaba dispuesto a decirle lo que hizo y lo que quería lograr con eso.

Pase lo que pase... Todo estará bien.Where stories live. Discover now