Volumen II-Los hijos del Diablo
La oscuridad puede ser tu mejor aliada
¿Qué puede sentir un corazón herido? Blas está decidida en alejar la oscuridad de su vida dándose la oportunidad de conocer a alguien nuevo, solo que el amor que siente por Scot...
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-Acuéstalo ahí. Con cuidado....Scott, dije con cuidado.
-Lo estoy haciendo con cuidado....
-¡No, no lo haces!
Lo aparto de una sacudida y paso la mano por debajo de la nuca de Aaron. Tiene los ojos cerrados, la nariz llena de sangre seca. Sigue desmayado. Tuve suerte de encontrar a Scott en cuanto lo subí al auto.
Scott levanta las manos para demostrar su inocencia. Pero ya lo conozco, no soporta a Aaron. Es capaz de todo. Así que me dedico a sacarle las zapatillas con cuidado, a abrir la cama y taparlo con las sábanas. Tomo su mano. Está congelado.
-¿Por qué te preocupas tanto por él?-pregunta Scott de mala gana. Me sigue en cuanto salgo del cuarto. Ambos caminamos por el pasillo de la casa de Logan hasta la cocina-Es el enemigo, él no...
Me detengo en seco. Lo miro a los ojos, a esos ojos verdes que no dicen nada ahora mismo. Sé que no es su culpa ser así, que un demonio se maneja por sus instintos. Pero también comprendo que él puede ser mejor que eso. Puede aprender. Sin embargo, no tiene voluntad alguna.
-Es mi amigo-pronuncio yo-Es importante para mí.
-¿Socios?
-Amigos, Scott.
Se cruza de brazos. Paso a su lado, mas no hace más que tomarme del hombro.
-¿Esa clase de amigos que se besan y se dicen que se quieren a cada segundo?
-¡No!-alzo la voz y él se sorprende. Me suelta y yo prosigo:-¿Por qué todo tiene que ser así contigo?
-¿Así, cómo? ¿Está mal que me preocupe por tí? ¿Que esté...que esté celoso de que un humano te ponga las manos encima? ¿Está mal que te cuide?
-No hablo de eso. Tú sabes que...
-Sí, lo sé. Sé que el humano está loco por tí. Que deberías estar con él y no conmigo. Porque yo soy un demonio y él uno como tú-me quedo callada, algo que aprovecha. Se acerca a mí y enojado, con las cejas fruncidas, añade:-Pero yo te necesito.
-Estás siendo egoísta.
-¿Y qué?
-¿Y qué...?-alzo la voz yo, enojada. Scott no hace más que poner los ojos en blanco. Entonces lo empujo con toda la fuerza que tengo. Él no se mueve, se ríe. Le gusta esto, le divierte que yo me rebele contra él-¡Sigues siendo el mismo de siempre!
-¡¿Y cómo quieres que sea entonces?!
-¡Cállate, solo...cállate!
Un golpe más. Otro más. Hasta que Luhan aparece tomándome de los brazos y me aleja.
-¡Suéltame...! ¡Lo odio! ¡Lo odio!
Scott sale caminando por el pasillo hasta desaparecer de nuestra vista. Luhan me lleva nuevamente a la habitación en donde está Aaron. Espera a que entre y cierra la puerta. Hace algo con las manos y la pared se llena de una luz oscura. Se voltea y lo veo: sus ojos azules parecen perdidos. Tiene la mirada de un psicópata que acaba de asesinar a alguien.
