Scott aparca frente a casa. Son las cuatro de la mañana de una noche calurosa. Pone el freno de mano, apaga el motor y se recuesta contra el asiento. Yo hago lo mismo, solo que mi vista se siente cansada, pero mi cuerpo está tan relajado que me rodea una buena vibra. Siento las manos de Scott que toman la mía y entonces ambos nos miramos. Me hace caricias hasta que la levanta y deja un beso allí en mi piel.-¿Cómo te sientes?-pregunta.
-Creo que bien.
-¿Crees?-ante mi silencio, dice:-Ven aquí-tira de mí para que mi cuerpo pase por encima de la caja de cambios. Sin reprochar, me siento sobre su regazo dejando que sus manos queden sobre la piel de mis muslos. Levanta un poco la cabeza para observarme-¿Por qué tan así?
Me acomodo el cabello detrás de la oreja. Todavía está húmedo, algo que me alegra y me brinda frescor. Ya pasamos por esto, los dos. Hace un año. Yo me entregué a él, confié en él y entonces me abandonó como si yo fuese un simple juguete. No me malinterpreten, estar con Scott se siente extraordinario, tiene esa sutileza para tocarme, delicadeza. Cada roce suyo es una nueva droga para mi cuerpo. Me encanta. Vamos, eso no es noticia. Lo que quiero decir es que esto lo quise yo, si estoy aquí es por algo, si dejé que me tocara nuevamente, también eso lo busqué. Sin embargo, el miedo a que vuelva a pasar algo como antes me embarga. Es la herida que aún no cicatriza, que me dice que tenga cuidado, que no entregue mi corazón así de simple.
Scott me aprieta las piernas tiernamente. Hace un puchero.
-Dime.
Nunca lo vi tan así. Quisiera saber si de verdad hace esto porque me quiere, que no está jugando con mis sentimientos.
-Nada. No es nada.
-¿No te gustó?
-No es eso. Es decir, sí...
-¿Pero...?
-Pero no creo que esto me demuestre lo que quieres.
Levanta una ceja.
-Explícate-Suspiro. ¿Por qué para él es tan difícil? Se acerca para dejar un beso en mi cuello. Eso me quema, prende fuego mi piel-Dale...
-No hagas eso. Me distrae.
Se aleja, levanta las manos para que vea que va en serio.
-Te escucho, mi cielo.
El corazón me da un vuelco.
-¿En serio?-yo me río-¿Mi cielo?
Asiente con un movimiento de cabeza, lleva las manos hacia mis cachetes y los aprieta. Deja un beso en mis labios y me suelta. Sus manos me rodean.
-¿Qué te ocurre?-pregunto, extrañada.
-Nada. ¿Por qué?
Me encogo de hombros.
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✔ Ghoulish/ Los hijos del Diablo 2
Genç KurguVolumen II-Los hijos del Diablo La oscuridad puede ser tu mejor aliada ¿Qué puede sentir un corazón herido? Blas está decidida en alejar la oscuridad de su vida dándose la oportunidad de conocer a alguien nuevo, solo que el amor que siente por Scot...