18» 𝔪𝔞𝔫𝔱𝔢𝔫𝔦𝔢𝔫𝔡𝔬 𝔞𝔩 𝔢𝔫𝔢𝔪𝔦𝔤𝔬 𝔠𝔢𝔯𝔠𝔞

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En el amor, todas las cumbres son borrascosas

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En el amor, todas las cumbres son borrascosas.

-Marqués de Sade.

—Scott...no hagas esto. 

—¿Por qué no? 

—Está mamá abajo. 

—¿Qué tiene? 

Hago caso omiso a mi cuerpo. Incluso si no quiere moverse, incluso si tiene ganas de tomarlo y besarlo a más no poder, mi mente me dice que no lo haga. Que es una mala decisión, que yo ya elegí ir por un camino. 

Intento levantarme, pero Scott me toma del cuello de una manera sexy, erótica. Me sonríe, se pasa la lengua por los labios y ladea la cabeza en señal de firmeza. Me estampa contra el colchón una vez más. En silencio me quedo viendo sus movimientos: sus manos calientes, grandes, suaves, se introducen por debajo de mi remera. Me toman de la cintura, suben hasta el sostén y bajan por mi estómago. Entonces me da cosquillas, no de risa. Sino de calentura. 

Un gemido se me escapa en cuanto vuelve a hacerlo. Mi cuerpo responde temblando. Scott aparta las manos y las mezcla entre mi cabello. 

—No hagas eso—susurro. 

—No hice nada. 

—Sí. Me estás provocando. 

Abre la boca y suspira entre risas. 

—Ah...está funcionando—afirma. 

—Para, por favor. Si mi madre nos escucha o algo…

Pero sus labios se internan en el hueco de mi cuello, suaves, mojados, dejando pequeños besos por el camino y mordiendo allí por donde dejan su rastro. Mis ojos se cierran, toda razón que tenía se evapora al sentir sus manos sobre mi piel, al notar cómo su cuerpo se amolda al mío. Mis piernas envuelven su cintura, mis manos sujetan el borde de su remera. Y me lleno de su perfume, a una fragancia varonil y dulce. 

—Scott…

—Solo...acepta esto—dice alejándose. Me mira a los ojos un momento, con dolor en el alma. El tono de su voz lo indica, como si le doliera el solo tocarme. Su dedo pulgar roza mis labios, tirando del inferior. Sus ojos recaen ellos—Acepta que me quieres, que me deseas...por favor. 

Me quedo callada. ¿Aceptarlo? ¿Cómo puedo aceptar que mi cuerpo se desestabiliza a su lado? ¿Cómo explicar que mi corazón lo sigue eligiendo a él por encima de todas las demás cosas, por sobre cualquier otro? ¿Aceptar que estoy total y perdidamente enamorada de él? 

—Sé que hice lo peor que pude haber hecho. Me alejé de tí, y lo siento. De verdad lo siento. No me creas, pero...Blas, por el demonio que si dejé…

Mis dedos lo toman de las mejillas y aprietan. Scott se calla. Sin saber lo que estoy haciendo, mi cuerpo le responde: plasmo mis labios en los suyos y me dejo llevar. Él no se sorprende, me aparta la mano y me besa. Me besa fuerte, duramente, como si su vida dependiera de ello. Empero, también lo hace con suavidad, mordiendo mi labio inferior. Mi espalda se arquea y una de sus manos pasa por debajo para pegarme a su pecho. Entonces mis brazos se enredan en su cuello, en su cabello. Me levanta y ambos subimos más en la cama para acomodarnos. Y ya cuando sus manos me toman de las piernas y me empujan hacia su pelvis, pierdo totalmente el control. 

✔ Ghoulish/ Los hijos del Diablo 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora