32. Aislador

14.4K 1.1K 179
                                    

Abrí mis ojos lentamente, una luz excesivamente blanca me hizo cerrarlos de nuevo. 

¿Dónde estaba?

Me sentía como si hubiera aumentado de peso, el dolor en mi cabeza era punzante.

Recordé lo ocurrido las ultimas horas y me levante de un golpe, estaba sobre una cama de sabanas impecables, me encontraba en una habitación con dos paredes de vidrio blanco, una de mármol negro y otra totalmente transparente que permitía la vista a una enorme puerta deslizante gris, cuando moví mis piernas para levantarme, tenía algo alrededor de mi tobillo izquierdo, era una especie de cinta blanca, pero así que la detalle y me di cuenta de que se trataba de un dispositivo, era algo grueso, y por alguna extraña razón, por debajo de él se derramaba una línea de sangre hasta mi pie. Estaba sucia, mi cabello tenía hojas y pequeñas ramas enredadas en él, tenia raspones en mis brazos y piernas, la única zona limpia de mi cuerpo era de mis rodillas para abajo.

Calum.

Ese imbécil, tan solo pensar en su nombre me hizo apretar los puños y rechinar los dientes, asumí que no era él único, seguro habían mas traidores en la isla conviviendo con nosotros, haciéndonos creer que eran nuestros amigos, haciéndonos confiar en ellos para luego apuñalarnos por la espalda y ayudar a M.A.C.E a invadirnos.

Volví a ver mi tobillo y trate de quitarme lo que sea que lo rodeara, pero sentí como este clavo algo parecido a pequeñas agujas, solté un chillido por lo bajo, el dolor era inconcebible y más sangre goteo sobre las sabanas blancas.
Detalle la estructura metal, así que intente usar mis habilidades.

Nada.

– No te molestes en gastar tu energía Aria Mason, es un aislador de poderes. –una extraña voz con acento sueco me hizo sobresaltar, cuando levante mi cabeza se encontraba un joven de unos treinta años con una bata blanca, su voz se oía muy clara para estar detrás de la enorme pared transparente, a su lado había una pelirroja de mi edad sonriendo con soberbia, la reconocí inmediatamente Nikolina.

– Perra – espete entre dientes, no me sorprendía verla formar parte del lado equivocado, me levante de la cama y camine hasta donde estaba la pared que nos separaba. – Tú y Calum me las pagaran – comencé a golpear el vidrio con mis puños cerrados, hasta que la cosa en mi tobillo emitió descargas eléctricas, apreté mis dientes y cerré mis ojos con fuerza, doblando mi cuerpo por el dolor.

Oí a Nikolina reír y la cosa en mi tobillo se detuvo.

– Esa no es manera de recibir a tus creadores señorita – agrego el tipo en un tono excesivamente casual para la situación.

– ¿Mi creador? ¿Acaso eres imbécil? Tú no eres Dios – respondí tratando de mantener la calma. Esta vez fue él quien rio.

– Oh ya veo una creyente – exclamo asintiendo – Pues déjame decirte niñita tu Dios no te hizo lo que eres, él no te dio esos increíbles poderes, porque no puede aceptar que haya algo tan perfecto como él, te tiene envidia así que definitivamente no va a ayudarte.

– ¿Quieres apostar?

– ¿Para qué? Tenemos todas las de ganar. Estas confinada en una habitación de vidrio, plástico y marmol con un aislador que te impide manifestar tus poderes.

Levante mi rostro para mirarlo a los ojos, usaba unos estúpidos frenillos que me hubiera gustado remover para torturar su boca.

– Soy el Doctor Albert Krossenbergh y seré tu científico anfitrión – exclamo en un tono tan neutral que me dio a entender que no lo sentía, se encontraba haciendo anotaciones en una tablet

– Oh ya veo Doc ¿me mostraras el lugar y toda esa mierda? – exclame con un sarcasmo bien marcado, sentándome en el suelo frio de cerámica gris, la sangre seguía goteando haciendo formando pequeños círculos en el suelo, nunca fui de esas personas que no soportara su presencia.

– Me alegra que conserves ciertos ánimos Aria Mason. – agrego él. Yo comencé a pasar mis dedos recogiendo los hilos que se escabullían por debajo del dispositivo  y  me detuve a escribir en el vidrio con mi propia sangre, Albert parecía querer decir algo más, pero se vio interrumpido y asqueado con mi comportamiento. Cuando termine, acomodo su tablet y tomo una foto de mi dibujo, luego prosiguió. – Pero yo me encargaré de explicarte todo, por lo que me alegra que estés aquí – no, no le alegraba, pero supongo que tenía que decirlo – Lamento que sea bajo estas condiciones pero tú no te fías de nosotros y el sentimiento es mutuo – tampoco lo lamentaba – Es por ello que te tenemos en esta habitación, con ese Aislador, veras, es una especie de dispositivo con diversas cargas, como somníferos, circuitos eléctricos, entre otras cosas, lo principal es el suero que bloquea los aspectos mutantes de tu gen, es una especie de antídoto que se inyecta constantemente en tu cuerpo, no, no te quedaras sin poderes, solo los bloquea momentáneamente, tiene una diversa cantidad de agujas y por ello sangras mientras cicatrizas, claro esto se cambiara periódicamente y se te hará una limpieza. Créeme que si piensas que lo que hacemos está mal, solo quiero que sepas y te recuerdes constantemente que es necesario para el avance y la mejora de la raza humana

– Pura mierda. – exclame bajando mi cara para detallar el aislador.

– Ahora mismo creerás eso, justo como lo hicieron muchos, pero cuando veas a lo que de verdad nos dedicamos cambiaras de opinión, nuestra organización no quiere saber qué pasa con ustedes, de hecho, nosotros lo sabemos ya que los creamos a ustedes, siempre hemos tratado de mantenerlo bajo llave, y aun después de todos estos años íbamos tan bien que ni ustedes tenían la mas mínima idea, claro, hasta que aquel chico Ashton Irwin, muy inteligente por cierto, comenzó a darse cuenta de aquello.

– Entonces ¿Por qué estoy aquí? – pregunte, si no querían saber cómo se producían nuestros poderes ¿Por qué experimentaban con nosotros?

– Es una buena pregunta, pero no es el momento para responderla, por ahora solo puedo decirte que detrás de esa pared blanca hay una puerta corrediza con acceso a un baño y un closet, necesitas asearte y descansar un poco será un día pesado.

– Muy pesado – exclamo Nikolina sin borrar esa sonrisa, estuve a punto de golpear el vidrio de nuevo, pero no lo hice, no por el hecho de repetir la experiencia eléctrica, sino porque no iba a dejar que ella me provocara. Ambos se giraron para marcharse.

– ¡Espere! – grite y Albert se volvió para verme – ¿Dónde están mis amigos?

– En otras habitaciones como la tuya – respondió y luego sonrió maliciosamente – Tranquila, los trataremos igual de bien. – concluyo para desaparecer detrás de las puertas de metal.

Paso el rato y lo único que hice fue sentarme frente a ese vidrio a esperar porque alguien más viniera y me diera más respuestas, necesitaba desesperadamente una ducha, pero mi orgullo no me permitía tomar nada que fuera de M.A.C.E.

Comencé a angustiarme aun mas por mis amigos ¿Dylan estaría bien? El es solo un humano. No debería estar aquí, oh Dios esto es mi culpa ¿Por qué lo querrían aquí? Mi tobillo había dejado de sangrar, quería deshacerme de esta cosa, aislador, así lo llamo él ¿Cómo esta cosita podía impedir el uso de mis poderes? De repente sentí algo punzar mi tobillo de nuevo y mi visión se volvió negra mandándome a dormir.

_

Volvi antes bc me emocioné escribiento y me dieron feels y quiero que compartan esos feels conmigo t-t 

las amu<3

Magnetic. | 5sosWhere stories live. Discover now