7. Buscador ~

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Sople mi dedo índice victoriosa como si fuera la punta de una pistola y acabara de hacer el mejor disparo del mundo.

Toda mi vida tratando de esconderlo y hoy nos salvo la vida.

Miré mis manos anonadada.

– ¿QUÉ DEMONIOS FUE ESO ARIA MASON? – Dylan estaba histérico. 

Pero yo solo me hacia la misma pregunta, nunca creí que podía llegar a aquello. 

– Vamos a mi casa – exclamo Luke haciendo caso omiso de Dylan, pero mi amigo frenó abruptamente y aseste mi frente contra el asiento ¡Auch! Cuando me recupere del golpe, pude notar que nos encontrábamos en una calle oscura y mi cabeza dolía como el infierno.

– No me moveré hasta que alguien me explique cómo carajos volcaste un auto – se giró en su asiento, su expresión era frenética, lucía casi irreconocible. 

– ¡No lo sé Dylan! – grite frustrada. Miré a Luke pensando que quizás el pudiera explicarnos a ambos, pero el rubio apretó sus dientes, su gesto se endureció, haciendo que se viera frío e intimidante.

– ¡Que carajos! Ya Dylan es un daño colateral – dijo golpeando el asiento, luego paso sus manos por su cabello para relajarse. – Aria puede controlar el metal – sentenció. 

En ese momento me di cuenta de que Luke lo sabía desde un prncipio.

– ¿Qué puedes qué? ¿Estas jodiendome? – pero yo solo asentí y él no dijo más, su rostro se volvió pálido, pero así era, podía manejar el metal a mi antojo, bueno, no siempre me obedecía. ¿Cómo lo supo Luke? No lo sé, solo sabia que estaba al tanto de mi condición. Así que decidí contarle todo a Dylan desde el principio, como comenzó todo cuando apenas tenía unos cinco años, fue la primera vez que sucedió, la mesa de la cocina era muy alta para mi, en vez de subirme a una silla para recoger mi mantita decidí jalar el trozo de tela que sobresalía, venía acompañado con un cuchillo, me asuste, pero no cayó sobre mí, solo se detuvo en el aire hasta que me aparte. A los siete entré molesta al garaje de mi padre porque mi hermano Nate me escondió mis muñecas, y todas sus herramientas se vinieron abajo de un golpe, cuando me encontró recogiendo todo, se molesto y me castigo. 

A los ochi los carritos de supermercados me seguían por los pasillos, y  a veces cuando volteaba encontraba cualquier cosa hecha de metal siguiéndome, mis padres creían que era un total desastre y desordenaba todo a mi paso, mis poderes aumentaban con el pasar de los años, por lo que me era más difícil controlarlos, pero siempre hallaba como suprimirlos, nunca tuve el coraje de decirle a alguien, siempre trataba de ocultarlo, y excusar mis accidentes, me volví una buena mentirosa. La verdad ni siquiera yo podía aceptar lo que me pasaba, ¿cómo me iban a aceptar los demás? Y menos siendo la típica chica rara, si se enteraban de esto harían un circo de mi o incluso cosas peores, cuando se trata de crueldad los humanos somos muy creativos.

Ambos escucharon con atención, Luke se mostraba verdaderamente curioso e intrigado, supongo que no lo sabía todo, pero su pie impaciente no dejaba de golpear el auto. Sin embargo Dylan no podía cerrar su boca de la sorpresa.

– ¿Cómo es que él lo sabe y yo no? – al fin estaba receloso y ofendido. Luego sacudió la cabeza y sus ojos se iluminaron de comprensión – Soy un idiota, ¿cómo no me fije antes? ahora todo tiene sentido – yo fruncí mi ceño confundida – Por eso dejaste de jugar videojuegos conmigo, eso explica porque siempre pretendes ser ignorante para usar electrodomésticos y porque cada vez que trato de poner una estación de radio contigo cerca se corta la transmisión, y....

– Joder ¡no tenemos mucho tiempo! – lo interrumpió Luke hecho una furia, se bajó del auto para abrir la puerta del conductor, jalo a Dylan por la franela y lo sacó  del vehículo, luego lo empujo a mi lado y cerro ambas puertas.

Magnetic. | 5sosWhere stories live. Discover now