20. Pintura

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Mi segundo día de entrenamiento y era un total desastre, esta vez tenía que mover otro tipo de objetos, comencé con pequeños clips y en realidad me fue excelente, jugué con ellos y hasta moldee formas, ni siquiera tuve problemas cuando maneje cuchillos sin afilar, todo iba genial hasta que llegue a los objetos más pesados, Michael pretendía que moviera el motor de un auto sin mover el resto ¿Enserio? Todo el auto de mierda estaba hecho de metal, necesite de un gran esfuerzo pero al final lo logré, a pesar de 2 horas de gritos, regaños y quejidos de Calum creyendo que lo aplastaría o apuñalaría en cualquier momento, terminar mi entrenamiento completamente sudada y con dolores de cabeza (los Ashton me informo que eran normales), Mike se veía complacido, no tenía idea de cuantas personas había logrado entrenar pero parecía estar más que conforme conmigo, aunque yo sentía que apestaba y no solo a acero.

Después de otra hermosa mañana en el Coliseo (destáquese mi sarcasmo) repetí mi rutina de asearme, almorzar con Dylan y Birdy y luego asistir al instituto, aunque solo logré que mi profesor de educación física me amonestara porque estaba tan cansada que me rehusé a jugar Basketball, así que después de mis 100 lagartijas puedo decirles que estaba totalmente agotada, la vida aquí era más agitada y dura que en casa, pero solo a mi parecía afectarme, supongo que era mientras me adaptaba.

Veía a todos mis nuevos amigos durante el día, todavía no podía creer que tenía más amigos, en fin, a todos menos a Luke, una parte de mi lo odiaba por desaparecer de esta manera, otra parte de mi lo extrañaba y una 3era parte me odiaba a mi misma por ser tan idiota como para extrañarlo, y como si fuera poco una cuarta parte (Carajo tengo muchas partes de mí) tenía una leve sensación de esperanza sobre el estúpido rubio.

Pero el día había acabado y lo único que me importaba en este momento era: Pintar y dormir.

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– Ariaaaa – canturreo Birdy despertándome con su dulce voz sentándose en mi cama, esta chica necesitaba mejores horas para entrar en mi habitación, la golpearía si no fuera tan tierna y agradable, aunque todavía no entendía cómo es que tenía una copia de la llave de mi habitación y escasa consideración hacia mis horas de sueño.

– Déjame – gemí entre las almohadas. – ¿No tienes nada que hacer a parte de fastidiarme? – reí. Pero ella no respondió, solo sentí como de mi colchón desaparecía la presión de su cuerpo, así que salí del burrito que había formado con mis sabanas para comprobar si se había ido, pero la encontré sentada frente a mi caballete, admirando mi obra en acuarela, la había pintado cuando llegué de mis clases, decidí matar el tiempo en algo que disfrutaba. 

– Aria es hermoso – comento asombrada – Lukey tiene que verlo. 

– "Lukey" no va a ver nada – la corte, e inmediatamente me sentí mal por ser tajante con Birdy, ella solo estaba siendo amable, mi obra era sencilla, pero obvia, solamente era un par de ojos azules, dibujados como si el dueño de aquellas perlas estuviera riendo. Recordé la tarea que me fue asignada en clases cuando estaba en casa, sobre pintar alguno de mis miedos, y durante todo este intenso período, me di cuenta de que temía por demasiado, mi familia, Dylan, y que esos ojos nunca se volvieran a fijar en mí.

Lo sé soy una tonta y cursi. Ugh.

– Lamento que hayan discutido – repuso apenada. 

– No tienes nada de que disculparte Birdy.

– Luke es un chico complicado, leer su aura es lo que me ayuda a entenderlo – agregó frunciendo el ceño – Tú en cambio, deberías ver sus pinturas ya que supongo que interpretas mejor que yo – finalizó con una sonrisita que daba a entender que escondía algo.

– Espera ¿qué él qué? 

Ella sonrió.

– Arte urbano. Hay muchas cosas que no sabes sobre Lukey – dijo ella y recordé las palabras del rubio cuando peleamos. – Me siento ofendida Aria – repuso tratando de parecer molesta –¿Cómo es posible que no me contaras lo de tu loca idea de ser Protectora y tu discusión con Lukey?

– Yo, ehm, yo… – eso me tomó desprevenida – ¿No lo sé?

– Tu aura es un caos, deberías dejar de pensar tanto y sentir más.

– ¿Eso no debería decírmelo Michael? Ya que él lee mentes y eso.

– Aria, tus pensamientos profundos producen emociones fuertes, mientras más sobre pienses algo, mas emociones abrumaran tu aura – de repente sus ojos se iluminaron con una idea impulsiva – ¡Ya sé! – y se levantó entusiasmada – Vamos al museo. – dio pequeños saltitos como una niñita emocionada, parecía que hubiera dicho: Vamos a Disneylandia.

– Birdy son las 10 de la noche, estoy cansada – dije, pero ella pestañeo inocente como si aquello no fuera relevante. – Y mañana tengo que entrenar y después ir al instituto – agregue, pero ella colocó una cara de perrito suplicante a la cual era difícil decirle que no – Que mas da la noche es joven – dije rendida entre dientes mientras ella saltaba de emoción. Mi armario solo estaba lleno de las ropas que ofrecía el instituto, así que me quede con mi franelilla y short de pijama, solo me coloque un sweater de lana que me llegaba hasta las rodillas.

Birdy me arrastro hasta el museo de artes, apenas lo había logrado recorrer cuando Luke me mostro la isla, se supone que el sábado después de mi entrenamiento vería mi primera clase en el sótano. Birdy era muy amiga del cuidador por lo que nos dejo pasar sin problemas, me llevo por los largos y anchos pasillos, con pisos y paredes de mármol, decoradas con distintas obras y esculturas de diversos estilos artísticos. 

Una puerta negra que indicaba con un letrero "Arte Urbano" nos llevo a un salón lleno de muros, altos y estrechos o anchos pero bajos.

Un montón de graffitis coloridos adornaban los muros.

Birdy me tomo del brazo y me llevo al final del pasillo, se detuvo frente a uno de un enorme árbol frondoso, el olor a pintura me indicaba que había sido terminado hoy. El fondo era un crepúsculo, parecidos a lo de Escocia, mis ojos se pusieron llorosos, mi país era hermoso y lo extrañaba, estaba muy bien degradado, pero no sabría decir si anochecía o amanecía. Me acerque a tocarlo, la textura del muro era lisa, todo estaba perfectamente dibujado, cada detalle, línea, wow, justo en el tronco había una niña, como si estuviera escondida detrás del árbol, su mano visible sujetaba un par de girasoles, iba vestida como una chica que viene del Coachella fest, ella se me resultaba algo familiar. 

Esperen. Un. Momento.

Mi corazón dio un vuelco cuando la reconocí, sus mejillas pecosas, trato de disimular su cabello pintándolo de un rosa pálido, pero se podía detallar la raíz de un color castaño. 

– Soy yo – murmure apenas audible. Birdy tomo mi mano y la apretó mientras asentía complacida, estaba firmado con unas letras plateadas que formaban la palabra «Hemmo» Hemmo.

Hemmings.

Luke. 

– Lukey terminó con Nikol ayer – dijo con alegría, una presión se escabullo por mi pecho ¿era enserio? Luego señalo la obra – Se llama Edimburgo Sunset, pero nosotras no tuvimos esta conversación ¿entendido? – agrego con complicidad, yo asentí y una inmensa sonrisa se estampó en mi rostro.

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las amo, gracias por todo<3

Magnetic. | 5sosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora