23. Dominó

19.1K 1.3K 125
                                    

Los nervios me consumían como nunca antes en mi vida, mis manos sudaban, mis pies no paraban de pisarse entre sí, me encontraba de vuelta en la oficina del director Kurt, sentada en el horrendo sofá verde oliva, ese que habíamos compartido Luke y yo hace apenas varios días atrás, ya ese recuerdo se sentía distante.

Kurt se excusó un momento ya que estaba llenando unas hojas de papel, mi corazón latía fuerte en mi pecho, la espera no me ayudaba a calmarme. Este era el momento, donde sabría qué pasaría con mis padres, mi mejor amigo y mi tarea en este lugar, sin embargo, el director lucía cansado y agotado, recordé una pequeña platica que tuve con Mike donde me dijo que las personas que poseen telepatía y telequinesis se desgastan más que la mayoría de los de nuestra condición, ya que se hace un uso excesivo de la mente y su cerebro, el prof Kurt ahora parecía muy afectado por sus habilidades. Si era sincera se veía mayor de lo que era.

Finalmente el director soltó su caro bolígrafo, junto sus manos y coloco sus codos sobre su escritorio, mirándome fijamente, me dedico una sonrisa simpática pero seria.

«¿Sabes lo que es el efecto dómino Elizabeth?» exclamo dentro de mi mente sin mover sus labios, su voz era estruendosa en mi cabeza, tragué nerviosa y asentí, esta vez quise lucir más “tranquila” y menos “obstinada”, según Luke, aunque Kurt no se inmutó la última vez que lo vi no iba a soportar otro ataque de ira de mi parte, así que como su decisión me convenía trate de resultar lo mas “respetable y tranquiña” que pude.

– Una acción trae una consecuencia que afecta a algo sucesivamente – dije – Una acción lleva a otra.

Kurt sonrío complacido.

– Creo que estas algo ansiosa y tienes mucho trabajo por hacer – repuso sin hacer uso de su poder – Así que trataré de ser breve.

Yo asentí lentamente esta vez jugando nerviosamente con el piercing entre mis labios.

– Tu familia están bien, se te concederá una videollamada mañana a las 7a.m, para que puedas hablar con ellos – al oír aquello mis ojos picaron, no me había dado cuenta de lo mucho que los extrañaba hasta que supe que tendría contacto con ellos – Aceptaron tu condición muy bien, tu hermano siempre supo que eras diferente y especial, creo que en el fondo siempre supieron quien eras en verdad –  y soltó una sonrisa protectora –  Pero supongo que es mejor que oigas sus opiniones de ellos mismos mañana en la mañana – yo asentí, conteniendo las lagrimas – Tu equipaje está en tu habitación, lo hizo tu madre, creo que añadió algo más que solo ropa. Con respecto a tu oferta y a tu amigo Dylan – mi corazón casi salía de mi pecho – La he considerado muy bien y he decidido aceptarla. Incluso hablé con la familia de tu amigo explicándoles no del todo honestamente la situación delicada en la que se encontraba y a pesar de todas las resignaciones que tuvieron al principio han aceptado mantenerlo seguro aquí.

–¿Qué? – dije sin creer lo que oía, una emoción inexplicable recorrió mi cuerpo, un alivio subió por mi espalda pero una voz en mi cerebro insinuaba que me iba a arrepentir de aquello, así que la ignoré.

– Elizabeth Mason, bienvenida a los protectores. – y me tendió la mano, se la estreché por cortesía, bien ya estaba todo decidido. – Tu entrenamiento especial comenzará este lunes, partiremos mañana en la noche – asentí, a diferencia de nuestro último encuentro, yo apenas podía hablar – Puedes retirarte, creo que tienes labor social que hacer. – agregó y me levanté de mi asiento, pero antes de atravesar las grandes puertas de madera me detuve y me giré para verlo

– ¿A qué se debió el comentario del efecto dómino? – pregunte verdaderamente curiosa.

– A que no eres la única que es fiel a sus amigos – exclamo volviendo a escribir sobre aquellas hojas blancas. – Una pieza actúa sobre otra.

Magnetic. | 5sosWhere stories live. Discover now