6. Escape ~

25.6K 1.6K 195
                                    

Mi respiración fallaba. Todo paso tan rápido que aun no entiendo como logré captarlo en cámara lenta. 

El suelo apenas se movió y brotaron tres raíces inmensas de color verde pasto, altas y gruesas, la manera en la que se retorcían imitaban al basilisco oculto en la cámara de los secretos, inmediatamente se dedicaron a golpear a los tres hombres de trajes negros hasta que soltaron sus armas, después de eso enredaderas entraron a toda velocidad por la puerta envolviendo los cuerpos de los desconocidos, impidiendo así que se movieran. Las raíces/basilisco imitaron el comportamiento de las enredaderas y arrastraron bajo tierra, con una velocidad increíble los cuerpos forrados de los invasores. 

Estaba anonadada, apenas sentí cuando Luke me arrebato el teléfono de las manos y me cargo en sus brazos de nuevo. 

No podía creer lo que acababa de pasar. 

¿Esto era algún sueño desagradable? 

Me acurruque en los brazos de Luke con la esperanza de despertar de esta pesadilla.

Al salir por la puerta trasera chocamos contra alguien, me aferre mas al rubio, pero oí la voz de Dylan a lo lejos. 

– ¿Qué paso? ¿Aria está bien? ¿Luke? 

– Tenemos que salir de aquí – apenas los oí discutir, estaba en un trance, me sentía inútil. 

Pestañee confundida tratando de reaccionar, cuando volví en mí me encontraba acostada en las piernas de Luke en la parte trasera de la camioneta de Dylan con él al volante. Me senté de prisa e hiperventilé de nuevo, esta vez Luke me abrazó y gracias a su tacto cálido logre relajarme un poco.

– Aria ¿estás bien? – preguntaron ambos al unísono, yo solo asentí aturdida.

– ¿Cómo entraste a mi casa? – dije apenas audible, que Luke estuviera en ese preciso instante era ninguna coincidencia.

– Me escabullí por la puerta trasera – se explicó en un susurro. – Nos estaban siguiendo.

Me estremecí.

– ¿Qué sucede? – pregunte con un hilo de voz. Luke se removió incómodo en el asiento, sumergió sus manos en su chaqueta y a juzgar por su expresión trataba de escoger las palabras adecuadas para explicarlo todo. 

– Venían por nosotros – su voz era apenas audible, su vista fija en la ventana

– ¿Por qué? – pero no me respondía, abrió su boca y la volvió a cerrar pensativo – Dime por favor – le suplique tomando su rostro en mis pequeñas manos, mis ojos se clavaron en los suyos, eran azules de nuevo, brillantes pero cautelosos.

– Por esto – ahí estaba el hazel dominando su mirada de nuevo, saco una de sus manos del bolsillo de su chaqueta, cerrada en un puño y al abrirlo de su palma nació una flor de loto. 

Que. 

Carajos. 

Me quedé sin aliento de la impresión, Luke cerró su puño de nuevo y la flor desapareció como por arte de magia.

Esto es una jodida locura.

¿O no?

No sé si es lo más hermoso o perturbador que he visto.

Porque al final de cuentas, yo podía hacer otro tipo de cosas

– No eres la única – susurro en mi oído para que Dylan no escuchara. – No estás sola – agregó. Mi corazón se disparó de emoción, «No eres la única. No estás sola» esas palabras retumbaban en mi mente. Había más personas como yo y Luke era uno de ellos.

El auto cruzo agitadamente colocando al rubio sobre mí, su nariz apenas toco la mía y nuestros alientos se entremezclaron, todo lo que veía eran sus ojos, estaba muy aturdida. 

– ¿Qué carajos? ¡Nos están disparando! – sentencia Dylan aumentando la velocidad – Es hora de que alguno de ustedes me explique qué mierda está pasando. 

Pero Luke y yo lo ignoramos, mientras nos girábamos para ver quién nos perseguía. 

Pudimos visualizar un Tahoe negro con vidrios oscuros, con esos hombres vestidos de negro disparan desde las ventanas del auto, un tercero nos apuntaba desde el techo, disparaban a diestra y siniestra, los dardos quebraron los espejos seguido de los vidrios, nos cubrimos evitando así cortarnos, pude oír a Dylan maldecir a todo pulmón. 

– Aria, escúchame – me animo el rubio – Detén los disparos yo tratare de detener el auto. 

– Yo... – exclame insegura, no sabía controlar mi poder, lo sucedido en la cocina fue algo así como un golpe de suerte. Él me tomo de los hombros al ver la duda en mi expresión.

– Tu puedes hacerlo Aria – me interrumpió y yo asentí aturdida. Escuche a Dylan quejándose y preguntando si nos habíamos vuelto locos. 

Me concentre lo máximo que pude, ok, ahora ¿cómo lo hago? 

Coloque mis manos frente a mí «que el auto se desvíe» pensé y las moví a un lado. Nada. Respire hondo esta vez, enredaderas y raíces brotaban del asfalto de la carretera pero uno de los sujetos del Tahoe cambio su cosa lanza dardos por un hermoso lanza llamas, genial.

La naturaleza invocada por Luke sucumbía ante el fuego, todo dependía de mi ahora, doblemente genial. 

Moví mis manos y brazos como si estuviera empujando algo pesado, a continuación los dardos se detenían en el aire sin impactar contra el auto, di un pequeño grito de alegría, me oí como una pequeña niña. Pero necesitaba más potencia, tenía que detener el auto y desviarlo. Aplique más fuerza a mi empuje y pude ver como disminuía la velocidad del auto enemigo. 

Luke me desconcentro susurrando en mi oído, sus labios fríos hicieron que un escalofrío recorriera mi piel. 

– Imagina que estas dibujando. – pero esas palabras me ayudaron a enfocarme, estaba a punto de pintar nuestro escape. Moví mi mano izquierda a un lado y todos los dardos cayeron al suelo, como si hubiera limpiado mi hoja de residuos de borrona. 

Coloque mi mano derecha tan firme, como cuando sostengo un lápiz y el vehículo se detuvo. Con mi dedo índice firme dibuje una línea guía hacia arriba, el auto obedeció y parecía parado sobre sus ruedas traseras. 

Lo logre.

Por Dios lo hice. 

Reí de la emoción.

Los estaba reteniendo y a medida que avanzábamos los perdíamos de vista. Luego trace una línea imaginaria hacia a la derecha y pude oír metal impactar contra el asfalto.

-

y comienza la maraton <3


Magnetic. | 5sosWhere stories live. Discover now