5. Ayuda

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Mierda. 

¿Qué demonios?

¿Qué estaba pasando?

¿Quién está disparando?

Y lo más importante.

¿Por qué lo hacían?

Mi mente iba tan rápido que no podía procesar todo lo que ocurría.

Nos encontrábamos sentados justo debajo de la mesa de la cocina, Luke me cubría con su cuerpo mientras yo como toda chica valiente hiperventilaba.

– Aria tienes que detenerlo – me susurro manteniendo la calma, lo pude oír a pesar del ruido del metal moviéndose y los disparos ¿Estaba él consciente de que esto era mi culpa? 

– No sé cómo hacerlo – dije agitada, estaba confundida y asustada. Luke me tomo firmemente de los hombros, retiro el cabello de mi rostro

– Respira y concéntrate – Pero ¿Qué hacía él aquí? ¿Cómo entró? – Ni se te ocurra moverte – me ordenó mirándome a los ojos – Tratare de alejarlos y vendré por ti – agrego casi para sí mismo – Luego te llevaré a un lugar seguro

– Luke ¿de qué hablas? – gemí – No me dejes sola. – sujete su camisa con un tembloroso puño.

– Escúchame Aria – esta vez me tomo del rostro, su expresión era preocupada pero mantenía la calma – No son balas, son una especie de dardos tranquilizantes, no te mataran, pero te mandaran a dormir en un abrir y cerrar de ojos. – me sacudió con delicadeza – Me encargaré de ellos. No. Te. Muevas. ¿Entendiste? 

– ¿Cómo sabes eso Luke? – el pánico me domino y comencé a temblar. Él suspiro frustrado y logró acostarme en el suelo, los disparos aumentaban y el ruido no cesaba, era difícil concentrarse

– Ya vuelvo– repitió, y comenzó a arrastrarse por el piso.

¿Qué?

¿Estaba de joda?

Me iba a dejar sola en la oscuridad en el medio de una especie tiroteo, mientras me salía de control. 

– ¡LUKE! – grite de nuevo con todas mis fuerzas, como si mi vida dependiera de ello, esta vez todos los utensilios cayeron al piso y los dardos que disparaban se detenían en el aire cuando entraban a la cocina. 

Luego del estruendo el ambiente estaba acompañado de un silencio mortal, el rubio se paralizó de la sorpresa y volteó a verme.  Yo estaba conteniendo la respiración en estado de shock, no podía creer lo que hacía, prácticamente retenía las balas o dardos o lo que sea.

Entonces mi teléfono en el suelo, cortó el silencio.

Por la canción Drops of Jupiter supe que era Dylan. 

Seguro estaba afuera. Y aunque nuestros atacantes se detuvieron después de mi grito, no podía dejar a mi mejor amigo corriendo peligro. 

– No – gemí y respire, los dardos impactaron contra el suelo. 

Me arrastre con dificultad hasta mi teléfono.

– Joder – dijo Luke levantándose y dirigiéndose hacia mí, me cargo entre sus brazos y me ayudo a ponerme de pie en la oscuridad, ya había alcanzado el celular cuando me arrastro a la sala dejando atrás el desastre en la cocina.

– Dylan – contesté en un susurro tembloroso, quería advertirle que se largara, pero las palabras no salían de mi boca. Con mi otra mano me aferre a el cuello de Luke y le clave mis uñas inconscientemente, no quería soltarlo estaba asustada, su corazón latía fuerte en mi pecho, pero el mío estaba aun más acelerado. Él no se movió tratando de tranquilizarme, pero yo solo pensaba en Dylan.

– Ari ¿estás bien? ¿Por qué tu casa está a oscuras? – sus preguntas me mareaban – Hay una camioneta negra frente a tu jardín ¿tienes visita o llamo a la policía?

– ¡No! – se apresuró a decir Luke, mientras me abrazaba – Eso empeorara las cosas. 

– ¿Estas con Hemmings? – hizo una pausa– ¿Interrumpo algo? – agrego con un tono travieso. 

Me hubiera sonrojado de no haber sido por la situación en la que nos encontrábamos. 

– ¡No! – fue lo único que logre decir, como si eso explicara algo, cuando ni yo sabía que hacia Luke ahí, pero en el fondo lo agradecía. 

La puerta principal cayo dando un golpe seco en el suelo, apriete mi teléfono asustada, oí a Dylan hablar a través de él, pero no entendía nada de lo que espetaba, tampoco podía responder, estaba fría del miedo, porque tres hombres armados estaban entrando a mi casa, visualizando todo con cautela. 

Me aferré aun más a Luke, él me sujetó por la espalda, ninguno de los dos se movió, pero cuando levanté mi cabeza para verlo, sus hermosos ojos azules se habían vuelto hazel.


Magnetic. | 5sosWhere stories live. Discover now