39. Peligro

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Sorry, sorry, sorry, siento no haber podido actualizar antes. 
Lo cierto es que estaba un poco atascada y cuando aclaré las ideas me salió un capítulo que tiene más de 15000 palabras y sin acabar, así que lo he tenido que cortar para traeros este nuevo capítulo.

A ver que os parece
Gracias por vuestra espera y los mensajes de ánimo.


Desde que llegó de ese viaje en Miami, su mente solo podía pensar en una cosa, Lexa.
Le había costado muchísimo despedirse de Lexa en el aeropuerto, pero no tenían más remedio,  Finn había decidió ir a recogerla y no podían salir juntas de la terminal. Tenía que hablar con él y convencerlo de que necesitaba tiempo  para pensar en su matrimonio sin levantar sospechas sobre su relación con Lexa. Seguir viviendo con Finn le daba una buena coartada para que Wallance pensara que seguían juntos y de esa manera, ganar tiempo para atraparlo y librarse de él y de sus amenazas.

Lo saludó con un beso en la mejilla y se extrañó un poco cuando Finn, no mostró molestia alguna, ni siquiera cuando le dijo que no iban a dormir juntos, que necesitaba tiempo. Se sentía fatal. Es cierto que hubo momentos que no actuó bien, pero fue ella la que le engañó con Lexa y , aunque al principio se lo reprochó, después se mostró conciliador y comprensivo, seguía cariñoso y había aceptado su decisión de tener su espacio para aclarar sus ideas. 

Seguía pensando que Lexa estaba equivocada, conocía a Finn, y de ninguna manera podía estar implicado con Wallance, tenía su genio y sabía de los problemas que había entre la detective y su marido, pero eso no justificaba sus sospechas sobre él.

En cuanto llegó a la ciudad, Raven le acribilló a preguntas intentando sonsacarle todo lo que había pasado, pero la rubia no despegaba una palabra. Lo que no pudo evitar era sus reacciones cuando se encontraba con la detective en la comisaria o en el laboratorio, lo que no pasó desapercibido para Octavia ni para Raven.

FLASHBACK

Varios días después de que Octavia se recuperara de su pequeño resfriado y Clarke regresara de su viaje,  la rutina del laboratorio volvía a ser la misma.   Clarke y Octavia se tomaban un descanso a mitad de mañana y Raven, siempre aprovechaba para quedar con sus amigas.
Tanto Raven como Octavia, habían comprobado que Clarke, estaba algo cambiada desde su vuelta de ese viaje a Miami. Las ojeras, el mal humor y las horas interminables en el laboratorio, se habían convertido en sonrisas y escapadas a, no se sabe donde, durante su jornada de trabajo, regresando con muy buen humor. El interrogatorio que le hicieron a su vuelta, no obtuvo los frutos deseados y les dejó con muchas dudas y más, después de compartir varios días de trabajo, donde Octavia se había dado cuenta que Clarke les ocultaba algo y la latina y ella estaban casi seguras de lo que pasaba, pero querían escucharlo de boca de la rubia y que les explicara por qué lo llevaban tan a escondidas.

-Aquí tienes tu café, rubia.

-gracias Rav - Clarke cogió el vaso con las dos manos y se lo llevó a la boca. Cómo le gustaba ese café con un toque de canela.

Mientras ese líquido con cafeína pasaba por su garganta, su mirada se perdió por la ventana justo en el momento que cierta detective de ojos verdes y sonrisa celestial entraba por la puerta de la comisaria. Los labios de Clarke se curvaron y sus ojos se iluminaron como si la corriente eléctrica que atravesaba su cuerpo cada vez que veía a Lexa, se hubiera acumulado en ese iris azul. Separó la taza de sus labios y suspiró, dejando el pequeño recipiente en la mesa y echándose hacia atrás en su silla sin despegar la vista de la detective y notando cierto cosquilleo en una zona del centro de su anatomía.

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ESPOSADAS  (CLEXA AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora