Lexa Woods es una inspectora de policía en Nueva York. Aunque en su adolescencia tuvo algunos problemas con la ley, acabó graduándose en la academia de policía siguiendo el ejemplo de su padre. Sus métodos para detener delincuentes no siempre son lo...
Ha quedado una bonita noche para actualizar y leer este fic, ¿no?, o buena mañana, depende de la parte del mundo donde estéis. Después de los comentarios del capítulo anterior, he intentado controlarme con los gifs y las fotos, aunque....... no mucho (la escritora sonríe). Intento describir las escenas para que vuestra imaginación las dibuje, pero la ayuda de esta imágenes nunca viene mal 😏😏 (me gustaría tener más imágenes clexa y gifs, pero la serie no nos dio muchas, así que añado otras de otras series o pelis, pero que creo que le pegan al fic)
Gracias a todas aquellas que hacen los gifs y los dibujos, todos están sacados de internet, si alguno tiene autoría no tengo problema en ponerlo al final del capítulo o eliminarlo.
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Estaba en ese momento del despertar, donde no sabes si continuas en el mundo de los sueños o en la entrada en la realidad. Lo que Clarke sí sabía es que, esa noche, todo había sido muy real. No era capaz de recordar las veces que se despertaron durante la noche para satisfacer el deseo y el hambre que tenían la una por la otra y mucho menos las veces que se había corrido.
Tenía todos sus músculos agotados y no tenía muy claro si le quedaban endorfinas en el cuerpo para una ronda más. Decir que Lexa era buena amante, era quedarse corta, muy corta. Quiso seguirle el ritmo y regalarle a Lexa el mismo placer que ella estaba obteniendo, pero las fuerzas se las robaba la castaña con su boca y sus manos correteando por todo su cuerpo y haciendo diabluras. Había dejado su cuerpo a merced de Lexa y ésta, lo había utilizado sin compasión y.......... Joder, no le había importado.
Le había hecho el amor, pero también se la había follado de todas las formas posibles y algunas inimaginables y como las había disfrutado todas, y cada una de ellas. Lo mejor era que, después de eso sexo tan fabuloso, Lexa se acurrucaba sobre ella y le sumergía en el mundo de Morfeo entre caricias y besos. Eso era lo puto mejor, nunca se había sentido tan plena, tan completa después de hacer el amor con nadie. Ese momento de intimidad, donde lo único que sentían eran sus cuerpos desnudos pegados el uno junto al otro, solo por el placer de sentirse, era....... era el paraíso. Le dio gracias a Dios por poner en ese lugar, el árbol de las manzanas prohibidas y que ella y Lexa, decidieran robar una y compartirla.
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Aunque tenía los ojos cerrados, percibía la entrada de luz a través de las ventanas. No era muy intensa así que todavía sería temprano. No notaba el calor del cuerpo de Lexa pegado al suyo y estiró el brazo para localizarla. No la encontró, pero las sábanas estaban calientes. Curvó un poco los labios ante ese pensamiento. Como no iban a estar calientes, sus cuerpos habían estado encendidos toda la noche y no habían parado de tener sexo desde que llegó a esa cama y se extrañaba que esas telas, no estuvieran totalmente mojadas, no solo por el calor de sus cuerpos liberando sudor sino por........ joder, necesitaba un poco de agua, estaba deshidratada.
