Lexa Woods es una inspectora de policía en Nueva York. Aunque en su adolescencia tuvo algunos problemas con la ley, acabó graduándose en la academia de policía siguiendo el ejemplo de su padre. Sus métodos para detener delincuentes no siempre son lo...
Indra les había dado el permiso para poder vigilar el muelle donde llegaría la mercancía de Wallance. No querían que hubiera ninguna filtración así que Indra mandó a Lexa, Lincoln y tres patrullas más, pero estas no sabían a donde se dirigían, solo que era una vigilancia y posible registro. La capitana le había dicho a Clarke que los acompañara un equipo del laboratorio para recoger pruebas en caso de encontrar algo. Por supuesto la rubia se apuntó junto con Octavia y Nathan. Ellos se quedarían más atrás esperando el aviso de los detectives para que pudieran actuar por si la intervención se complicaba.
Lexa tenía que ir a recoger a Xena, sería de buena utilidad si el transporte llevaba droga y estaba escondida, su olfato le podría ayudar a encontrarla. Cuando llegó, las otras tres patrullas ya estaban allí, con coches camuflados para no ser identificados. Llevaban ya dos horas por allí observado toda la zona y controlando que no hubiera nada raro antes de la hora. Eran las 9 de la noche y la llegada de la mercancía, por lo averiguado por Monty, sería sobre las 10.
Lincoln se comunicó por radio con los otros coches y no había novedad, de momento, todo estaba tranquilo. Xena estaba en la parte trasera del coche comiendo una golosina para perros que Lexa le había dado para entretenerla.
Sobre las 21.30 empezaba a haber movimiento en el hangar próximo al muelle. Llegaron dos coches, de uno salieron dos tipos enormes, parecían gorilas de los que utilizaba Cage como seguridad. En el otro llegó un tipo bajito y delgaducho que llevaba un maletín en una mano. Poco después llegaban dos coches más con tipos que iban armados hasta las orejas delante de un camión que llevaba dos contenedores.
-eh, Lex, mira, ya están ahí.
Lexa cogió los prismáticos y observó la llegada del camión. Las puertas del hangar se abrieron y el vehículo entró. Fuera se quedaron dos tipos vigilando con sus automáticas y los demás entraron en el lugar.
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-Vamos Lincoln, diles a los demás que vamos a acercarnos y ver lo que sucede dentro, que se coloquen alrededor y que entren si les avisamos.
Lincoln hizo lo que su compañera le dijo y después, los dos detectives desenfundaron sus armas y se dirigieron con sigilo a uno de los laterales del edificio donde había una pequeña escalera que llegaba hasta una puerta.
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