Veintiséis; Lía

Start from the beginning
                                    

— Iraq no es Estados Unidos. Está allí trabajando.

— Llama una vez al mes y este mes... Nada, solo quiero saber si está bien.

— Hay dos mil hombres allí.

— Mil novecientos noventa y seis, y no sé si Nick está entre ellos. Por favor, Kevin.

Kevin se lleva el teléfono a la oreja y habla rápido con alguien, pidiendo algunos favores a unos y a otros, preguntando si la mujer de tal está bien o preguntando sobre sus hijos, pero nada de Nick.

Su mirada se posa sobre la mía y me temo lo peor. Siento como la sangre me abandona el rostro y mi respiración se hace más lenta y pesada.

— Está de camino.

— ¿Nick? —Su nombre sale de mi boca en un susurro.

— Sí. Estaba en la explosión, resultó herido —Guarda su teléfono en el bolsillo—, pero está bien.

— ¿Y por qué no han avisado a sus familiares? —Pregunto indignada, aunque sintiendo menos peso sobre mis hombros.

— Eso tienes que preguntárselo a él, Lía. ¿Necesitas algo más?

— No, gracias —los ojos se me llenan de lágrimas porque está vivo y de camino.

— Ve mañana al aeropuerto, a las diez. Llegan sobre esa hora.

— Gracias —limpio mis lágrimas.

— Venga, no llores —pone una mano sobre mi hombro—. El chico está bien y podréis veros antes de que te vayas a España.

Asiento y él palmea mis hombros varias veces antes de separar su mano de mí. Le doy las gracias una y otra vez no sabiendo cómo agradecérselo.

— Bueno, si algún día voy a España y no sigues con Nick, podríamos pasar un día interesante si quieres —me guiña un ojo y abre la puerta de su coche.

Me apartó, perpleja y asiento confusa ante su petición. No me mira una última vez antes de marcharse y me encuentro moqueadamente impactada.

Me monto en el coche y llamo a Luke para darle la noticia. Mañana a las 10. ¿Qué hubiera pasado si no nos enteramos de cuándo llega? Nadie hubiera ido a recibirlo, a abrazarlo. A demostrarle que estamos felices de que esté de vuelta de una pieza.

En mi cabeza resuena la palabra herido. ¿Herido dónde? Estoy tan desesperada por verlo que no pego ojo en toda la noche.

— Deberías dormir —me dice James a las cuatro de la mañana cuando me ve sentada en el sofá.

— No dejo de dar vueltas en la cama, James. Es desesperante.

— Llevas días sin pegar ojo y tienes que seguir en el bar dos días más.

— Descansaré después.

— Y John se pregunta que por qué ahora no tiras bien la cerveza —niega con la cabeza—. Vete a la cama e intenta dormir.

James desaparece por el pasillo y paso una mano por mi rostro. Luke no puede ir a recibir a Nick porque tiene que estar en la base y yo...

Yo me quedo dormida.

Así que, a toda velocidad me visto y voy al aeropuerto. Tardo media hora en llegar debido al atasco y tengo todas las uñas mordidas por los nervios. El corazón está apunto de salirse de mi boca porque llego quince minutos tarde.

Aparco el coche sin pagar el parking si quiera y corro hacia el aeropuerto esquivando a varias personas. No sé por dónde llega, pero varias personas abrazando a su familia hace que me acerque y lo veo. Lleva su uniforme y una gran bolsa en su espalda. El corazón se me encoge y el aire se queda atrapado en mi garganta al verlo. 

Cuando doy un paso para ir hacia él, me quedo parada porque alguien ha llegado antes que yo. Una chica se abraza a él con fuerza y miro la escena. Ella rodea su cuello con sus brazos y él deja caer la bolsa de su hombro rodeando su cuerpo con sus brazos. Dejo el aire escapar de mi garganta y miro la escena con confusión. 

¿Quién es? ¿Cómo se ha enterado? 

Ella se separa de él un poco, y pone las manos en sus mejillas para verlo. Puedo ver ahora su rostro, cansado, triste, unos puntos en su frente. No estoy tan lejos, y si él levanta un poco su vista, puede verme, pero no lo hace porque ella junta sus labios con los de él repetidas veces. Mi corazón da un vuelco y late con dolor contra mi pecho mientras mis ojos me queman. Él no la separa. No se separa de ella, sino que vuelve a abrazarla con fuerza y yo me giro completamente derrotada.

Camino como un zombie hasta el coche y cuando me siento frente al volante pongo mis manos en él y lo aprieto un poco para coger aire y expulsarlo lentamente. Mis ojos se nublan y mi labio inferior tiembla. Siento que lo quiero. He intentado no verlo como algo más que alguien con el que tengo relaciones sexuales pero no lo he conseguido. Pongo mis manos temblorosas en mi rostro mientras las lágrimas caen por mis mejillas y de mi boca se escapa un sollozo.

Limpio mis lágrimas y sorbo mi nariz. No quiero llorar. Él está bien, eso es lo importante, lo he visto y está bien. No somos nada, no tengo por qué ponerme así.

Arranco y piso el embrague para meter la marcha y salir de allí. No piso el acelerador porque los veo caminar por el parking. Él lleva su brazo alrededor de los hombros de ella y esta rodea su cintura. Es Kelsey. 

Esa debería de haber sido yo. Siento, que esa debería de haber sido mi escena, pero no, yo solo he sido una mera espectadora de un reencuentro amoroso.

Piso el acelerador mientras levanto el pie del embrague poco a poco y pongo rumbo a casa de nuevo mientras intento no llorar por el camino porque me siento tan mal, tan... decepcionada, pero no con él, sino conmigo, por haberme enamorado de alguien que no es para mí y que voy a dejar de ver en unos días.

Cuando entro en casa, James está allí y me siento en el sofá. Cruzo las piernas y pongo mi brazo sobre mi abdomen para después apoyar el otro encima, abrazándome a mí misma.

— ¿Qué ha pasado? ¿Le ha pasado algo a Nick?

James se pone frente a mí, dejando la mesa de separación y niego con la cabeza.

— Él está bien.

— ¿Y por qué tú no lo estás?

Abro la boca para decírselo pero nada sale de ella. El vello se me eriza y froto mis brazos. Cierro un momento los ojos y cuando los abro, James sigue mirándome con su ceja alzada.

— Una chica... Kelsey... Hmmm... Se han besado James y...

— ¿Qué?

— Ella ha llegado a él antes que yo y... —niego con la cabeza—. Dile a John que no voy a ir a trabajar estos dos días, que me los descuente del sueldo. Me pasaré por allí cuando esté mejor.

— Lía...

— James —levanto una de mis manos—. Necesito descansar un poco —llevo mis dedos a mi sien y cierro los ojos—. Solo... necesito descansar, estoy bien.

— Lo quieres.

— Sí, y él a mí no, pero estoy bien. Solo llevo días sin dormir y estoy cansada —la voz se me quiebra y respiro hondo para intentar recomponerme—. Eso es todo.

— Se veía venir —dice y vuelve a la pequeña cocina.

— ¿El qué?

— Que es un mujeriego.

— Eso ya lo sabía de antes, necesito dormir —me tiendo en el sofá—. Solo un rato.

La presión en mi pecho no ha desaparecido y sigo con ganas de llorar, pero lo único que hago es un puchero con mi labio inferior antes de cerrar los ojos y dejarme llevar por la oscuridad.

**

Nick está bien. Ya pensábais que lo iba a matar jajajaja. Pues no, aquí no muere nadie, solo Lía del sufrimiento porque ha acabado enamorándose de alguien que vive en otro país y al que no va a volver a ver. Y QUE ENCIMA SE BESA CON OTRA.

Prontito, otro capitulo. Gracias por seguir por aquí y votar y comentar y todas esas cositas.

PD: Recuerdo que Lía no sabe nada de Kelsey, de que se acostaba anteriormente con Nick. Ella solo sabe de su existencia el día que Kelsey fue a casa de Nick por el accidente de su hermano. 

Goodnight and go (Disponible en Dreame)Where stories live. Discover now