—Lo importante es que ahora estás aquí y harás del mundo lo mejor. —Sonreí suspirando. —Vamos, quiero que tú y tú pareja se acomoden en tu habitación.

— Devon? —Ella asintió. —Oh, él no es realmente mi pareja. —Ignoro mi comentario jalándome hacia arriba llegando en poco a mi habitación, abrió la puerta dejando ver como todo seguía igual, incluso tenía el olor de jazmines que intentaba ponerle toda mi vida y no lograba.

—Ponte cómoda, cariño. Buscaré un pijama de Agust para el chico. —Se fue dejándome en el marco de mi puerta, entre con calma admirando a mis lados.

La cama bien tendida, el armario cerrado, mis fotografías colgadas sobre el borde del espejo. Todo seguía como si nunca me hubiera ido. Me acerqué a mi cama y me tire en ella, como extrañaba esta sensación de un colchón ajustándose a mi cuerpo.

—Espero no duermas así. —Su risa es imposible de olvidar.

—Si me haces enojar dormiré así y tú dormirás con el perro del vecino. —Sentí un peso encima de mi abdomen haciendo que mire la muda de ropa sobre mí.

—Puedo quitarte ahí tan rápido como un chasquido. —Le saqué la lengua. —Ya ponte tu pijama, estoy increíblemente agotado. —Admitió con una pizca de confusión en su voz.

—Solo porque soy piadosa. —Me pare y abrí un cajón debajo de mi cama, donde guardaba mis pijamas y, alguna que otra vez, vodka. Saque un pijama de buzo rosado a rayas blancas junto a una camiseta rosada, camine al baño para ponérmela.

Me saqué la blusa y puedo observar mis huesos de la cadera sobresalir, no he subido nada de peso desde que me he convertido pero no estoy tan escuálida como cuando salí del manicomio. Sacudí la cabeza disolviendo esos pensamientos, me apresure en ponerme el pijama y salir.

Devon está acostado completamente adormilado, ¿qué le dieron para dejarlo tan cansado? Me subí entrando a la cama a su lado, nadie podía quitar que Devon tiene un perfil demasiado hermoso, su nariz respingada, sus labios rosados y su hermosa barba bien cuidada.

Hay una sensación que sólo Devon me ha transmitido hasta lo que va mi vida y es seguridad al sentir su tacto, vulnerabilidad cuando sonríe mirándome o sólo recordar como su corazón se iba partiendo mientras mi vida parecía irse. Es extraño incluso el mismo modo que nos conocimos, él no tenía razón de aparecer ahí pero apareció y en ese momento fue como una luz en mi camino, la alegría que me arrebataron y pronto todo lo desvaneció. No tengo una razón en específico del porque dentro mío sólo deseo quedarme mirando sus ojos cafés toda la vida, hasta que la eternidad deje de serlo.

Pero por otro lado, también está Christopher a quien le he dado todo de mí siendo así que él es el único que me ha conocido en todas mis facetas incluso cuando lo quería asesinar. No puedo negar que me está poniendo contra la pared y la espada con su misión de asesinar a mi querido hermano adoptivo, JJ. Si tan solo se cambiara de lado, para mi lado, y acabar con sus intentos de intervenir en un destino. ¿Por qué le era tan leal a Jasy? Chris es un misterio, no era dulce pero era comprensivo y pasional. Tiene una mirada que hace que me derrita y su tacto me causa cosquillas, pero con él siento que estoy en medio de un mar a punto de hundirme. Sé que en el momento que Chris esté cerca de cumplir su misión seré yo quien lo pare, sólo espero no ser yo quien tenga su sangre en mis manos al final.

Me revolví en mi lugar unas 10 veces sin poder conciliar sueño, quiero aire fresco. Salgo de la cama con cuidado y con extrema velocidad llego al patio trasero, me siento en el sillón de mimbre tomando la almohada café entre mis brazos abrazándola. ¿Cómo es que nunca me pareció extraño que atrás de esta casa haya una entrada al bosque? Simplemente ni me importo, seguro que ahí iban mis padres en sus famosas "citas" cuales solían ser de noche.

Vampiro por Accidente.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora