Capítulo 42

446 25 1
                                    

"Reencuentros."

Una guitarra tocaba lentamente mientras varias parejas juntaban sus palmas y daban giros lentos, Nat se veía tan alegre a pesar de horas antes haber sido desangrada.

Puede que parezca una solterona sentada en una mesa observando a todos bailar mientras tomo una copa de vino pero la verdad es que todos están con sus amores eternos, sus lunas. Mientras que yo no tengo seguridad de quien era la persona que me corresponde, diría que soy muy joven y lo soy pero siento esa presión.

Además, ya conozco uno de mis poderes pero estoy aterrada de saber cuál será el diferente. Quisiera saber de mis padres biológicos, que me cuenten como era su reinado. Me hubiera gustado tener una familia real, transparente pero tener esta familia de lobos no la cambiaría, llegue a vincularme tanto con Agust como si realmente fuéramos mellizos.

—Es una boda, no un funeral. —Su voz ronca se pronunció como un murmullo en mi oído. —Deberías bailar, Rafaella.

—No sé con quién, Devon. —Voltee levemente y nuestras miradas chocaron provocando una corriente pasar por todo mi cuerpo, extendió su mano y una sonrisa tratando de ocultarse fue lo que di. Pronto tome su mano y dio unos pasos hacia el centro, junto su palma con la mía rozando nuestra piel causando cosquillas.

Nuestros pasos eran lentos, sin embargo, nuestras miradas no se escapaban una de la otra. Sé que sus profundos ojos cafés están analizando mi alma, sé que esos ojos me quieren pero ¿acaso lo merezco?

La canción termino pronto y Dev aprovecho de tomar mi mano para acercarme a él, sus ojos se paseaban por mi rostro y pronto sentí su pulgar acariciar mi mejilla.

— ¿Por qué me miras como si vas a hacer algo que va a lastimarme? —Junte las cejas y negué.

—No es mi intensión mirarte así, simplemente admiro tu...—Sonreí levemente—todo.

El silencio reino, lentamente nos separamos hasta quedarnos en cada esquina, lejos uno del otro.

La gélida brisa golpeaba mi rostro mientras veía al último irse, estaba agotada y realmente no tengo idea de cómo despedirme o si quiera hablarles.

—Deberías quedarte esta noche, no quisiera que por estar volviendo a tu refugio te vuelvan a atrapar. —Su voz me hizo sobresaltarme, sus ojos celestes me miraban con ese amor de madre.

—No quiero molestarlos, he hecho suficiente durante 18 años. —Reí negando, aunque doliera era verdad he traído problemas como humana y ahora no pienso traerlos como vampiro.

—Tienes que quitar esa idea de tu cabeza, —me abrazo con ternura dejando que sienta el olor a lavanda de su cabello—siento que eres mía y eso me basta. —Rodee lentamente mis brazos alrededor de ella, paso mucho desde que sentí esto. ¿Mi madre biológica hubiera sido igual de cálida y acogedora que Raquel? —Te quiero pequeña traviesa.

Mis palabras no logran salir solo me aferro a ella.

—Tu habitación sigue intacta, podrás dormir en ella como antes. —Menciono luego de unos minutos de silencio.

— ¿Por qué la han mantenido?

—Es lo último que nos quedaba de ti. —Se encogió de hombros. —Siempre seremos tu familia. Nos has dado 18 años de ti, que injusta sería la vida en quitarte en tan poco.

—Lo siento tanto. —Mencione atreviéndome a verla a los ojos. —Lo siento por haber escapado, por haberte gritado de todo cuando desperté. Perdoname por haber sido tan cruel con mis acciones, no tengo excusa. —Ella tomo mi mano y con su mano libre acaricio con dulzura mi mejilla, su sonrisa me transmitía calma.

Vampiro por Accidente.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora