Capítulo 20

1.4K 80 3
                                    

"Paso uno: Efectuado."

Me he esforzado toda la semana, tome todos los medicamentos y mantuve una sonrisa amable todo el tiempo, hasta mantuve una conversación con un loco que afirma venir del futuro y que pronto todos los continentes se unirán. Fue difícil mantener mi atención ante sus palabras formales y vocalizadas muy rápido.

Hoy iré por un día al departamento de Agust, él estará aquí en la tarde para volver mañana aquí a las 5 de la tarde. Fueron explícitos sobre que no debo negar a mi familia intentando aferrarme al sueño, dijeron que si realmente estoy mejor debo aceptar que el sueño es sólo fantasía y que no puede ser real.

— Elizabeth no vas a volver, entiéndelo. Planifique todo y vamos a salir de este lugar que intenta ocultar mucho.

— Te lo he repetido, soy Rafaella.

—Y yo te lo repito, yo soy Rafaella tú eres Elizabeth.

Mi doble está sentada sobre la cómoda, limpiándose el borde de sus labios. Me he acostumbrado a verla así mucho, e incluso verla con unas muecas raras cada vez que el futurista hablaba.

Tocan la puerta antes de entrar, Agust sonríe sosteniendo una maleta negra.

—He traído tu ropa, cambiate en media hora iremos a mi departamento. —La apoya sobre la cama.

—Gracias. —Le dirijo una sonrisa pequeña antes de que salga.

Los ataques de voces gritando o alucinaciones extrañas cesaron cuando mi doble apareció. En cierto modo estoy agradecida con ella, me dio un poco de paz que necesitaba.

— Estas totalmente agradecida que drene la sangre a todas las voces. Soy una genia. —Mando un beso al pequeño espejo que tiene entre manos y luego giro su mirada hacia mí— Por cierto, la abuela manda saludos y te quiere mucho.

— ¿Mi abuela era una de las voces? ¿¡Te atreviste a drenarle la sangre a MI abuela!? —Grite en susurros.

— Ella fue la de la idea Elizabeth, no te esponjes. Es una señora inteligente. —Vuelve a mirarse a ese espejo.

Pongo los ojos en blanco y abro la maleta.

La comida aquí no es de mi agrado y ni contiene los carbohidratos que necesito por lo que he bajado de peso, nada me va a quedar.

— ¿Como que no? Yo encontrare algo que nos quede. —Tomo una prenda y me fulmina con la mirada —Estamos en los huesos y es tu culpa. Si tan solo comieras un poco más. —Saca un canguro guindo, una camiseta gris, jean negro y unos tenis vans negros. — Listo, póntelo.

Me lo puse sin reproche, aunque el jean se me cae.

—Ten, ponte este cinturón, es negro no se notara que lo llevas. —Asiento y me lo coloco.

Es mejor a que se esté cayendo.

Busque una liga para amarrar mi cabello en una cola de caballo. Miro a mi doble, esta vestida exactamente como yo, pero con distintos colores, sus pantalones son guindos y el canguro es negro. Su cabello esta suelto.

— El pequeño hermano mellizo ya va a entrar. ¿A caso no es emocionante?

Creí que no era mi hermano.

— No lo es, pero debes hacerles pensar que lo crees. Actúa, niña.

Agust entra y sonríe.

—Vamos, Natasha ya llegará en 1 hora al apartamento con papá, mamá y Jackson.

Vampiro por Accidente.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora