-¿Logan? O por dios, ya sabemos entonces porqué Justin se interesó en ella, siempre se ha sabido de su gran competencia por las chicas -rió nuevamente.

Me harté de escuchas sus pelambres y reproduje música de verdad, aunque ya estaba suficientemente sofocada con lo que escuché, creo que ese instituto tiene oídos y ojos por todos lados. Estaba tan enojada y no podía dejar de pensar en lo que dijeron.

Por fin luego de varios minutos subí al taxi y le indiqué mi dirección al chofer, mientras mi teléfono vibraba y lo saqué de mi bolsillo pensando que mi padre ya me está molestando, pero era un texto, no una llamada.

"Cómo amaneciste hoy? Espero que tu padre no te haya atrapado" -número desconocido.

Miré la pantalla encendida y releí el texto unas cuantas veces, no es difícil adivinar quien es, pero no sé si quiero responder, no luego de lo que escuché de esas chicas. Aunque luego de unos minutos estoy moviendo los dedos en mi celular, quizá solo por curiosidad o no lo sé, simplemente lo hago.

"Nadie me atrapó ;)" -fue mi respuesta.

-"Eres tan adorable como siempre, creo que casi veo tu puño asomándose por la pantalla para golpearme. ¿Amaneciste de malas? Por cierto, este es mi número, soy Justin" -lo del puño por la pantalla me hizo reír.

-"No, mi día estaba perfectamente, hasta que escuché a un par de chicas del instituto hablando de mí. ¿Adivinas por qué?. Ah, y supuse que eras tú"

-"Me gustaría decir que no adivino, pero me da miedo la ironía que puedas utilizar para decirme la razón. ¿Fue por mí?" -respondió al instante.

-"Eres un buen adivino."

-"Lo siento si eso te molesta, las chicas del instituto son bastante envidiosas"

-"No veo por qué deberían envidiarme, de hecho, si supieran un poco más de mí solo sentirían lástima, no envidia"

-"¿Por qué eres así contigo misma? Eres hermosa Mía, tienen mucho que envidiarte"

Suspiré al leer su mensaje, "hermosa", me hizo sentir bien y a la vez mal, por un lado era bastante superficial para pensar que por ser "hermosa" debería ser feliz cuando hay cosas más importantes que eso, pero por otro lado no me siento hermosa y que él me lo diga provocó cosas en mi estómago. Levanté la mirada y ya estábamos casi en mi casa, así que guarde el celular y no respondí.
Volver a casa se sentía como volver a prisión luego de haber salido por un día. Me encerré en mi habitación, dejé todo sobre mi mueble y me hundí en mi cama con el primer libro que tomé de la bolsa para comenzar una nueva lectura, para enamorarme de un nuevo personaje ficticio y para vivir por un momento la vida de la protagonista. Así podía pasar horas, leyendo y sonriendo para mi misma cada vez que algo bueno sucedía, o queriendo llorar con cada cosa mala. Cuando se hizo más tarde solo me preparé un chocolate caliente y un sandwich para seguir con mi domingo de lectura, pero la vibración de mi celular me hizo perder la concentración.

"Hace algo de frío, deberías ser más considerada conmigo y dejarme entrar, el balcón es pequeño"

Las palabras brillaban en mi pantalla mientras mi corazón comenzó a acelerar sus latidos sin razón alguna, miré el número desconocido, era Justin, aunque aún no guardaba su numero. Me quedé perpleja con su mensaje de texto, pero debía ser mentira y no caería en su broma para asomarme al balcón, así que continúe con mi lectura. Mi teléfono volvió a vibrar.

"Ese libro se ve interesante, pero ese chocolate se ve mucho mejor, porque repito que hace frío"

Ahora si me puse de pie instintivamente y caminé hacia el ventanal que daba hacia el balcón, hice a un lado la cortina y entonces lo vi, sentí algo extraño, como si mi cuerpo se debilitara al verlo ahí a unos centímetros de mí, solo separados por un vidrio. Qué demonios hacía ahí?. Me sonrió levemente desviando su mirada y abrí el ventanal, sin dejarle total acceso aún para entrar.

-¿Qué haces aquí? -dije enseguida.

-Hola, ¿cómo estás?. ¿Bien y tú?, oh genial me alegra que estés bien -habló sin dejar de mirarme.

-Si si, también estoy bien, ahora dime ¿qué haces aquí? -insistí.

-Solo pasaba por aquí y sentí ganas de venir a verte, ¿ahora somos amigos o no?

-No -achiné mis ojos y él rió.

-Me encanta tu sentido del humor.

Me hizo a un lado sin decir nada y entró a mi habitación, me quedé de pie ahí mirándolo mientras él recorría mi habitación y tomaba mi taza de chocolate entre sus manos.

-Esto esta muy bueno -dijo luego de darle un sorbo-. ¿Me preparas uno?

-¿A qué juegas Justin?

-A tener hambre -sonrió.

-Estoy hablando enserio, no entiendo que haces aquí y no quiero que se te haga costumbre subir por mi balcón.

-¿Puedes cerrar ese ventanal ya? Hablemos, pero aquí -tocó dos veces mi cama indicando que me sentara.

Lo pensé unos segundos mientras lo vi agarrando mi libro y leyendo unas cuantas palabras. Cerré el ventanal y me senté a su lado observando como se bebía mi humeante chocolate.

-Hoy escuché a unas chicas decir que yo era tu chica de turno -dije por impulso y él levantó la mirada.

-Oh, si tan solo supieran que solo he logrado robarte dos besos en todo este tiempo -su volumen de voz era bajo.

-Debe haber sido una gran decepción, me imagino que te han dado los mejores besos y los míos fueron... -él no despega sus ojos de los míos-. Bueno, entonces ¿qué haces aquí?

-¿Qué ibas a decir?

-¿Qué haces aquí? -repetí.

-Ya te dije, estaba por aquí, vi tu luz encendida y quise pasar a verte, pensé que estábamos en buenos términos ahora.

-Sí, pero no para que vengas a verme, conmigo no debes repetir las cosas a las que estas acostumbrado.

-¿Crees que estoy acostumbrado a subir murallas y entrar a las casas por los balcones? -frunció las cejas-. Te estas confundiendo, no soy spiderman.

-Como humorista morirías de hambre -reí levemente-. Ya me viste, ahora vete.

-Voy a quedarme un momento -sonrió de medio lado.

-Ni si quiera me haz preguntado si puedes hacerlo -fruncí las cejas evitando sonreír.

Estábamos a una cierta distancia, pero en cuanto dije eso él se acercó más a mí y me miró a los ojos.

-¿Puedo quedarme un momento? -dijo casi en un susurro desde muy cerca.

-Solo con una condición -mi voz sonó débil y aclaré la garganta-. No volverás a robarme un beso.

-Hecho -sonrió.

--------------------------

Dulce Tormento © #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora