15.

355 21 6
                                    

Llevaba una peluca pelirroja y unas lentillas verdes. Me puse un vestidito corto de color blanco y unas sandalias, qué extraña me veo vestida así. Salí al aparcamiento, eché un vistazo a los vehículos que estaban estacionados, sonreí al ver mi moto favorita acarcada en la sombra.

–¿Dónde te crees que vas?–me interceptó Mustang cogiéndome del brazo.

Lo miré con el ceño fruncido y me deshice de su agarre.

–Suéltame.–me separé de él. Me dirigí a la moto, cogí el casco y me lo puse.

–¿Dónde vas?–volvió a repetir, pero esta vez lo dijo en un tono bajo.

–¿Qué coño te importa Mustang? Déjame en paz... haz lo que siempre haces, pero a mí déjame.–dije, mis palabras salieron de mi boca como cuchillos afilados.

Me monté en la moto, introduje las llaves en el contacto.Mustang rápidamente quitó la llave y se puso delante de la motocicleta.

–Pues me importa porque si no te has dado cuenta hace menos de dos días estabas arrestada y hay toda una operación de búsqueda y captura para ti.–dijo molesto.

–Bueno pero voy disfrazada, no me van a reconocer.

Mustang se cruzó de brazos y rodó los ojos.

– El Centro de control es el único sitio dónde estas segura y protegida, meterte en la ciudad disfrazada es meterse en la puta boca del lobo. A ver si no te das cuenta que una peluca y unas lentillas no te hacen irreconocible. Y no nos olvidemos de que el saboteador sigue suelto y que no trabaja solo–me dijo serio.

Lo miré enfadada.

Tiene razón, pero yo estoy ya demasiado atosigada entre estas paredes, quiero darme una vuelta, despejarme...

Verle la cara a Luna por los pasillos sabiendo como me sonríe ruinmente amenazante solo me angustia aún más. Y aquí no puedo ayudar a Hackie a sacar más información sobre la tal Lidia Gutiérrez Casas.

Necesito salir del Centro de Control, para desintoxicarme de todo, pensar en lo que me dijo Mustang, pensar qué hacer con Luna, idear un plan para parar a Jonah Masters y Lidia Gutiérrez Casas (seas quién seas).

Mi mente está ahora mismo tan agotada entre estas paredes que para poder seguir funcionando solo necesito airearme un poco, cambiar el ambiente y me da igual si eso supone arriesgarme a que la policía me detenga... total si no lo hacen hoy lo harán cuando Luna filtre mi identidad...

Con el caso del saboteador, de Jonah Masters, ¿veis lo peligroso que es saber la identidad? mirad todo lo que hemos averiguado de él con solo un nombre...

–Ya, bueno, no me va a pasar nada... y voy a ser de mejor uso si salgo de aquí, necesito oxigenarme, estoy en un punto que estoy demasiado angustiada, tengo que salir un poco de este ambiente.–dije honestamente.

Mi jefe se quedó en silencio, mirándome, estaba pensando qué decirme, no me quiere dejar salir pero también entiende la situación, porque conociéndolo él también se siente angustiado en este ambiente. Todo esto nos está consumiendo.

Aprobeché ese momento de reflexión interna que estaba llevando a cabo Mustang y rápidamente arrebaté las llaves de su mano, la metí en el contacto y arranqué el motor, a Mustang no le dio tiempo de reaccionar.

–Carterista, no me hagas ir a por ti.–dijo Mustang amenazante.

–Cómo vengas detrás de mí para intentar pararme prometo que yo misma te atropello con esta moto.–dije seria.

Me puse el casco de seguridad, rugió el motor y aceleré alejándome del Centro de Control. Mirando como Mustang se llevaba las manos a la cabeza derrotado.

La CarteristaWhere stories live. Discover now