29. Capítulo final

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No he podido dormir en toda la noche pensando en todo lo que nos espera, en todo lo que está por cambiar en el día de hoy.

Hackie consiguió un método de contacto con Miranda, un número de teléfono y me dispongo a hablar con ella. Son las cuatro y media de la madrugada, están todos en las habitaciones intentando dormir. Cogí el teléfono especial que había en el kit de superviviencia de los estafadores del piso franco, con este teléfono es imposible que se localice la llamada o que alguien pueda intentar pinchar la línea escuchar lo que se habla.

Andando en silencio cogí una chaqueta y me salí del piso. Me quedé en un callejón sin salida a oscuras, con el frío. Saqué del bolsillo del pantalón el papel en el que Hackie pocas horas antes me había escrito el número de teléfono. Lo marqué.

En teoría este es el número de teléfono que usaba Jonah para ponerse en contacto con Miranda. Espero que lo coja, es fundamental para poder poner en marcha el plan.

Sonaba la línea de teléfono. Miré hacia el cielo, había luna nueva y apenas se podían ver las estrellas todo por culpa de la contaminación lumínica de la ciudad y además había bastantes nubes en el cielo tapándolas.

Alguien al otro lado de la línea descolgó la llamada. Se hizo el silencio, solo podía escuchar la respiración. Me aclaré la garganta.

–Miranda.–dije seria.

Escuché una risita suya, me mordí el labio. Realmente la odio, después de todo lo que ha hecho, pero como ya he dicho en muchas ocasiones no puedo culparla.

– ¿Todavía seguís rondando por ahí? ¿No os ha sido suficiente con perderlo todo?–dijo.Metí la mano en el bolsillo de mi chaqueta, se me estaban quedando frías.

– Esto no ha acabado Miri, me he prometido que iba a acabar contigo...–me interrumpió.

–Carterista, eres patética intentando dártelas de ser especial, de ser la mejor en lo tuyo y yo solo veo alguien totalmente derrotado, que lo ha perdido todo y quiere perder aún más. ¿No te cansas? –dijo con tono burlón.

Miranda López realmente es una contricante dura, es una rival con mucha inteligencia y capaz de adelantarse a muchos golpes, tiene capacidad de verlo todo en conjunto y saber dónde atacar. Nunca antes me había enfrentado a una rival de tal calibre, que me presione y me acorrale tanto. 

Pero después de estos meses, yo ya la conozco, y sé su manera de actuar. Sé que es también muy pasional, se deja llevar mucho por los sentimientos y pierde los estribos cuando le tocas algo que ella quiere.

– Escúchame atentamente, hoy a las nueve de la noche nos encontraremos en la azotea del edificio Rogers localizado en la calle Espelta.–dije seria.

–¿Qué te hace creer que voy a ir? Claramente es una trampa y yo no tengo nada que hablar con vosotros, yo creo que ya está todo dicho. –respiró hondo.–Te estoy dando la oportunidad de que huyas, creo que ya os he quitado suficiente como para seguir hundiéndote. Eres la persona más buscada de la ciudad y probablemente del mundo, deberías huir no querer seguir jugando con fuego. ¿No te has dado cuenta que yo soy un rival mucho más fuerte?

–Miranda vas a quedar con nosotros esta noche.–dije asertiva. Ella fue a decir algo pero esta vez fui yo quien la interrumpió.– Te dije que te iba a decir quién fue la persona que delató tu paradero a la red de narcotráfico rival a la de Raúl, te dije que no fuimos nosotros y ahora necesito contarte en persona la verdad para que te des cuenta de que esta estúpida cruzada que has comenzado, lo has hecho haciendo pagar a las personas no indicadas.

–No me creo nada de tus palabras. Yo sé que habéis sido vosotros. Vuestro chivatazo fue el que hizo que me torturaran, que muriera todo ese pueblo de Australia...

La CarteristaOù les histoires vivent. Découvrez maintenant