✔ Ghoulish/ Los hijos del Diablo 2

20» 𝔢𝔩 𝔪𝔞𝔫𝔲𝔞𝔩 𝔡𝔢𝔩 𝔢𝔵𝔬𝔯𝔠𝔦𝔰𝔱𝔞

—¡Scott...!

Las tinieblas los rodean completamente. Corro directo a él, con el corazón en las manos. El miedo y la agonía me embargan. Aaron grita mi nombre, me sigue, aunque me detiene del brazo antes de poder cruzar las vallas.

—¡Scott!

Las tinieblas siguen allí, pero nadie es capaz de ver nada. Aaron toma mis hombros y me sacude.

—Escucha...él estará bien...él...

—Tengo que hacer algo. Tengo que...

—¡¿Quieres salvar a Stacy o no?!—alza la voz y yo vuelvo a tomar el control de mi mente—Esta es nuestra oportunidad, Blas. Debemos dejar a Scott aquí para poder terminar con esto.

Observo la arena. El manto negro, las sombras que se mueven de un lado a otro, la sangre que mancha la tierra. Sé que Scott es fuerte, que nunca dejaría que uno de los suyos sufriera. Por eso hace esto: salvarlos. Incluso si son mitad humanos...son de su familia. Son uno mismo.

—Tenemos que irnos...ahora.

Veo la cabellera rubia de Luhan que aparece en medio del combate. Las tinieblas se dispersan, las cuatro figuras se mueven en combate.

—De acuerdo...—susurro y asiento con la cabeza—Está bien.

Aaron toma mi mano y me guía entre la gente para sacarnos del lugar. No miro hacia atrás, no puedo hacerlo. Solo sigo a Aaron hasta que cruzamos las puertas y la música nos rodea por completo para que los cuerpos nos empujen al bailar. Avanzamos por el pasillo angosto del Subterráneo hasta subir por las escaleras y llegar a su oficina. Una vez allí, el pentagrama del tetragrama nos da la bienvenida.

Aaron abre los cajones uno por uno.

—Busca allí—me dice y señala la gran biblioteca del fondo.

—¿Qué cosa?

Comienzo a buscar entre los libros y abro los cajones del centro. Hay carpetas archivadas, con nombres y números.

—Tiene que haber un libro de tapa dura. Negro.

—Hay muchos de esos, Aaron...

—Ritual de Exorcismo—agrega—En letras rojas.

Sigo buscando entre libros, manuales y revistas. Pero no lo encuentro por ningún lado. Aaron se acerca a mí y busca por su cuenta. Cambiamos de estantería. Hay un libro de tapa negra a un lado, aunque su título es algo así como "Magia de primer grado para Exorcistas Novatos". Luego hay una gran cantidad de manuales correlativos hasta el número veinte, un álbum de fotos el cual tomo y me pongo a ver: imágenes antiguas en donde salen demonios, humanos y otras criaturas que son exorcizadas. Aaron me lo quita justificando que es confidencial. Así que prosigo con otras revistas, otros sobres de madera que poseen hojas impresas y fotos sin revelar.

—No está aquí—se queja Aaron dando una patada contra la biblioteca. Varios libros se caen por el borde.

—¿Y si buscamos en otra oficina?

—No puedo entrar sin un permiso. Además, con toda esta gente alrededor...Travis habrá cerrado las puertas con llave.

—¿Y si se las pides?

Larga una carcajada.

—¿Escuchas lo que dices? Si descubre que estoy trabajando con demonios, lo más probable será que me exilie. Él no...¿a dónde vas?

Voy hacia la puerta y la abro.

—Si tú no puedes, seré yo quien se las robe.

Aaron me sigue por los pasillos. Bajamos las escaleras una vez más, él protestando en voz baja sobre las miles de razones que tiene para impedirme hacerlo. Pero cuando se trata de demonios, no hay tiempo que perder. Así que nos internamos nuevamente en la arena, en donde Harry sigue peleando con Scott. Nos aferramos a las vallas del lado derecho del lugar, cerca de la gran tarima por donde los exorcistas observan el espectáculo.