Capítulo 11: Friday Night Lights.

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—¡Hola, Ryan! —Mi corazón dio tal salto que casi me llevo la mano al pecho para mantenerlo en su lugar.

—Hola, chicas —saludó de vuelta, y aunque no pudiera ver su rostro, su tono de voz decía estar apenado por algo.

Lo encaré como pude, ya que mis piernas habían perdido coordinación  en cuanto escuché su voz. Él nunca me hablaba en los pasillos, ésta ni siquiera era su área, su casillero estaba prácticamente del otro lado.

Como si fuera la cosa más natural del mundo, nos quedamos mirando a los ojos durante unos eternos segundos. Mi subconsciente volvió a gritarme algo, más me las ingenié para dedicarle una pequeña sonrisa. Y nada más.

—Hola —dijimos al unísono.

Su sonrisa se ensanchó.

—Pues, yo pasaba por aquí y quise acercarme a preguntar si las veré esta noche en el partido —nos preguntó, al parecer queriendo ser directo.

Le sostuve la mirada, de repente paralizada debido a la situación. Hacía unos segundos estaba dispuesta a desistir del partido y pasar una noche relajada, libre de presión en casa de Tessa, viendo mis películas favoritas con mis personas favoritas, pero, al ver a través de los ojos de Ryan una pizca de esperanza, simplemente no sabía qué decir además de “Sí, ahí estaré”.

Mi vista se giró hacia las chicas, las cuales estaban tan calladas como yo, mejor dicho, tan cautelosas como Ryan, lo cual significaba que no contaría con su ayuda en este difícil momento. Era mi completa decisión ir o no ir al partido de esta noche.

Aunque cada persona que pasaba lo saludaba y le daba algunas efusivas palabras de apoyo, él se mantuvo esperando pacientemente por mi confirmación, sólo les decía algo vagamente y volvía su vista hacia la mía.

—¿Y bien? ¿Las veré hoy? —repitió, su pizca de esperanza ni siquiera dudó por un microsegundo.

Hasta esa mínima cosa sabía que al tener a Ryan mirándome de esa manera no iba a decirle que no.

—Sí... Allí estaremos —Le dediqué una sonrisa, sintiendo mis músculos relajarse completamente.

—Genial —rió entre dientes, irguiéndose con gracia—. Nos veremos entonces.

—Claro, nos veremos.

Debía ser fuerte.

Estaba a punto de darse la vuelta para retirarse finalmente, cuando se detuvo y se giró a encararme.

—Por cierto, tengo que hablarte de algo luego del partido, ¿de acuerdo? —me informó, y sin esperar nada más que un asentimiento de mi parte, comenzó a caminar lejos.

—Oh mí Dios —saltó Penny Lane—. ¿Qué acaba de ocurrir?

—Lo sé, pasó tan rápido que tendré que sentarme un momento a procesarlo —comentó Tessa, llevándose una mano a la cabeza.

Yo también necesitaba sentarme un momento a procesarlo.

—¿Por qué le dijiste que irás al partido? Pensé que no querías.

—No lo sé, entré en pánico —Sacudí la cabeza, tratando de recobrar la compostura.

—Bien —Las dos se miraron furtivamente—. Entonces, ¿eso significa que sí tendremos que ir al partido?

Me encogí de hombros.

—Supongo que tendremos que ir —contesté con un hilo de voz, escuchando la campana sonar a lo lejos, cuando la verdad estaba prácticamente encima de nosotras.

XOXO, Blogger Girl ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora